viernes, 7 de octubre de 2022

VIERNES 5-OCTUBRE-2022, 4ª DE LA FERIA DE OTOÑO: TOREO A LA VERÓNICA QUE JUSTIFICAN 8'80 EUROS Y MAS DE DOS HORAS INFUMABLES

 LAS VENTAS, 07/10/2022. 4ª DE LA FERIA DE OTOÑO


**TOREO A LA VERÓNICA QUE JUSTIFICAN 8'80 EUROS Y MAS DE DOS HORAS INFUMABLES**

Tarde de expectación: anunciados 6 toros herrados con el hierro del "tres catorce dieciséis" que caracteriza a El Pilar. Sí, esa ganadería que por mayo deslumbró a la afición de esta plaza con un corridón de toros. Anunciados también, para darle lidia y muerte a los de El Pilar, tres toreros que pueden ser cualquier cosa, pero son sobre todo eso: toreros. Nada de chabacanos pegapases que llevan la vulgaridad por bandera, no; tres hombres de contrastada torería y gusto por el toreo eterno. Y ¿qué podía salir mal, visto este planteamiento? Pues todo.

Todo, absolutamente todo, salió mal. O casi, si se tiene en cuenta el cómo toreó por verónicas Pablo Aguado para recibir al 3°: verónicas que eran caricias, ganando siempre terreno y dejando al animal plantado en el mismísimo centro del ruedo con una media verónica antológica. Con esas verónicas de Pablo Aguado se amortizaron los 8'80 euros de la entrada (precio cortesía de Plaza1 para los sufridos abonados), y más de dos infumables horas viendo pasar una novillada con 5 años de edad, de condición inválida. 

La corrida de El Pilar, por presencia, impresentable para Madrid; por juego, ni para una caldereta. Pablo Aguado, más allá de aquel primoroso toreo por verónicas, no dio más de sí en toda la tarde. Por parte de Juan Ortega, contados detalles de torería eterna; por ejemplo, algunas verónicas para recibir al 2°, y un barroco comienzo de faena al 5°. Pero tampoco dio más de sí su actuación, y la vuelta al ruedo que con la que se autosugestionó al finalizar la lidia de ese 5°, mereció una importante pitada. La que se le otorgó.

Dicen que por allí anduvo igualmente Diego Urdiales. En realidad solo lo decía el cartel, porque nadie más de los asistentes palparon su presencia. Ni rastro de él esta tarde. Ni esta tarde, ni ninguna de las anteriores en las que se ha vestido de luces a lo largo de este año. 

Mañana será otro día. Y eso mismo llevamos diciendo desde que comenzó la Feria de Otoño, y siguen pasando pocas cosas. 



jueves, 6 de octubre de 2022

JUEVES 6-OCTUBRE-2022, TERCERA DE FERIA: JORGE MARTÍNEZ SERÁ TORERO

LAS VENTAS, 06/10/2022. 3ª DE LA FERIA DE OTOÑO


**JORGE MARTÍNEZ SERÁ TORERO**


Valdellán puso la desilusión, y desde bien temprano: solo cuatro novillos pasaron el reconocimiento veterinario. Por la tarde la cosa no mejoró, pues aunque se les intuía buena condición y afán por querer embestir, todo se vino abajo por la alarmante falta de fuerzas de la que hicieron gala. 

López Gibaja fue la encargada de poner los remiendos y, de paso, los sobreros. Y con todo ello, el despropósito. Y es que acabamos viendo salir al ruedo tantos otros como de Valdellán, y todo para lidiarse solamente dos, 5° y 6°. 

Y Jorge Martinez puso el toreo y la ilusión, frente a semejante panorama ganadero y a un no mucho más alentador panorama novilleril por parte de Yon Lamonthe y Diego García. Habrá que ir por partes. 

Yon Lamonthe, nuevo en esta plaza la tarde de hoy, mostró una temerosa falta de técnica, de condiciones y de preparación ante el único novillo de Valdellán que no blandeó, el 1°, y con el que únicamente se limitó a defenderse con mantazos. Lo mismo que ante el 4°, solo que este sí andaba muy justo de poder y que no le hizo pasar tan mal trago. 

Diego García se postuló ante Madrid esta tarde como uno de los "grandes" triunfadores de la temporada en esta plaza. Pero claro, una cosa es verse una tarde de domingo antes de feria con tan solo 3000 personas (las tres cuartas partes traídas en autobús desde su pueblo), y otra muy diferente verse ya con más de media plaza (no hace falta más), la mayoría abonados con mayor rigor. Hechos, que no opiniones. No hace falta comentar mucho más, salvo hacerle mención de honor al precioso mitin con espada y descabello que ha dado ante el 5°, novillo por cierto con suficiente condición como para haber estado bien de verdad. 

Y por fin, el nombre propio de la tarde. Y uno de los nombres de la temporada, porque naturales como los que ha pegado esta tarde Jorge Martínez a ese 3°, pocos se han visto este año por aquí. Una faena de menos a más ante un novillo que quería pero no podía, y que terminó con dos series de naturales arrancadas con mucho mérito, dándole aire al novillo entre cada muletazo, tocando con mucha suavidad y llevándolo muy despacio y atrás. Y, por supuesto, haciendo las cosas con mucho gusto y torería. Una estocada trasera y caída pudo privarle de cortarle una oreja de ley a ese 3°, y un marmolillo inválido de López Gibaja tiró por tierra las ilusiones que se tenían por verlo en último lugar. Hay en Jorge Martínez condiciones de torero grande, ya se pudo adivinar por San Isidro ante un novillo muy complicado de Fuente Ymbro, y esta tarde se ha confirmado aquella sensación. Solamente falta que esas condiciones, esa cabeza y, sobre todo, la suerte le sigan acompañando. 


domingo, 2 de octubre de 2022

DOMINGO 2-OCTUBRE-2022, SEGUNDA DE OTOÑO: ADOLFADA OTOÑAL

 LAS VENTAS, 02/10/2022. 2ª DE LA FERIA DE OTOÑO


**ADOLFADA OTOÑAL**

Con dos adolfadas anuales somos obsequiados los aficionados de Madrid: una primaveral, y la otra por octubre. O lo que es lo mismo, la de San Isidro y la de Otoño. Que por ahí se dice que la vacada de este señor es "del gusto de Madrid" y "muy querida por los aficionados de esta plaza", pues no lo será por el juego que llevan ofreciendo desde hace unos cuantos años. 

La adolfada de esta tarde, otra de tantas: sin inmutarse de los picotazos que se les propinaba, muy bajos de casta y de poder, pastueños e irritablementes sosos. "Juampedros cárdenos", que dicen por ahí. O "saltillos mexicanos", que dicen por allá. La misma "ruina" de siempre, dicen los de ahí y los de allá. Y todos tan contentos.

Dos toros hubo que parecieron salirse del guión habitual de las adolfadas. Uno fue el 2°, que pareció gastar más alegría en la muleta y de lo cual Román tardó un largo rato en enterarse (si es que se enteró en algún momento). No le faltan ambición y agayas al bueno de Román, pero se dejó ir a ese toro de Adolfo Martín con una faena acelerada y poco asentada. Solamente al final de faena consiguió sacar algún que otro muletazo de trazo muy mandón y tragando las paradas del cárdeno, pero se antoja muy poco para lo que el animal merecía. 

Otro ejemplar que pareció salirse de ese guión adolfil fue el 6°, pero ciertamente Ángel Sánchez no se las entendió con él. ¿Qué hubiera pasado si se hubiera doblado con él desde el principio y le hubiera podido por bajo, en lugar de tratar imponer la dichosa monofaena ya prefabricada? Siempre nos quedará la duda. Tras una fuerte voltereta propinada en el primer muletazo, Ángel Sánchez volvió a la cara del toro pero con muchas precauciones. Poca coba se dio, y se lo quitó de encima más pronto que tarde con una estocada tras la cual el matador fue arrollado de nuevo y evacuado rápidamente a la enfermería con un fuerte golpe.

Adrián de Torres vino a confirmar la alternativa en esta tarde, avalado tras una gran actuación en Cenicientos hace pocas semanas. Habrá quien piense qué tipo de aval puede suponer para confirmar la alternativa en la feria de Otoño una actuación en un pueblo, pero lo cierto es que no es tanto el lugar, sino lo que este torero tuvo delante aquella tarde. Y lo que tuvo fue un toro de plaza de primera, dos mejor dicho, con los que anduvo francamente bien y demostrando que en él hay torero. Pues se plantó esta tarde Adrián de Torres en Las Ventas, demostró muchas virtudes de torero grande, y entre las que destaca un sentido del temple verdaderamente importante y un valor seco. Pero también muchos defectos, destacando el toreo perfilero y hacia fuera en muchos momentos, su empeño en no bajar la mano o, lo que es peor, descabellar al 4° tras una hermosa colección de pinchazos y sin estocada previa. Es torero para seguir su evolución, pero es precisamente eso lo importante en sus próximos compromisos: que evolucione y haga por quitarse de encima todos esos defectos. 

Y en mitad de todos, Curro Javier y dos grandes pares de banderillas al 3°.





sábado, 1 de octubre de 2022

SÁBADO 1-OCTUBRE-2022, PRIMERA DE OTOÑO: ENTRE EL MEDIO-NOVILLO Y LA VULGARIDAD

"Medio-toro" (o en el caso que nos ocupa, "medio-novillo"): dícese del animal de cuatro patas y dos cuernos, perteneciente a la raza bovina, y que se lidia en las plazas de toros como si de un animal bravo se tratara, pero el cual no soporta ni medio picotazo y que se deja torear sin molestar a su matador.

Y eso es lo único que el señor Ricardo Gallardo se ha traído a Madrid para lidiarse en el primer festejo de la Feria de Otoño: el medio-novillo en todo su explendor. El medio-novillo, para ser lidiados en un "reñido" mano a mano por dos de los novilleros más destacados (si acaso los dos más destacados) de todo el año no solamente en Madrid, sino en toda España.  

Novillada para andar bien, para ratificar todo lo bueno que tanto Víctor Hernández como Álvaro Alarcón han mostrado, supuestamente, a lo largo de los últimos meses; para romperse en unos pocos muletazos buenos de verdad y cortar las orejas. Pero eso nunca pasó, y finalmente la sensación es que ambos novilleros anduvieron por debajo de la situación. Es lo que tiene irse a la plaza con una monofaena ya concebida desde horas antes, y que consiste en pegarle muchos pases a lo que se tiene, independientemente de la condición de estos. 

Tres novillotes para Víctor Hernández que no fueron gran cosa. Flojitos de remos, castigo casi inexistente en varas, poquita casta y dificultades... Y nobleza, mucha nobleza y clase. Y ante ellos, faenas interminables en las que predominó la vulgaridad, el toreo lineal y la falta de apreturas. El oficio que este chico ha ido adquiriendo en los muchos festejos que ha toreado esta temporada, consiste en esto: en los mismos vicios de las figuritas de porcelana. Qué lastima..

Álvaro Alarcón se llevó las dos perlitas del encierro: el 2° tuvo complicaciones, sabía lo que se dejaba atrás y requería firmeza y mucho mando por parte de su correspondiente. No se encontró a gusto el chico, y el resultado se condensó en una fuerte voltereta con puntazo en el muslo incluido. Maltrecho y mermado, se lo quitó del medio con decoro y se fue derecho a la enfermería, de donde salió rato después para lidiar en 5° y 6° lugar lo que le restaba. La otra perla del encierro cerró plaza, un inválido que bien debería haber regresado a los corrales y con el que resultó ser imposible pegar un pase. El mayor pecado de Álvaro Alarcón ante este fue andar demasiado rato sobándolo. Mucho mejor el 5°, y hasta pareció apuntar buenas maneras la faena en los primeros muletazos sobre la mano derecha, pero a todo ello le siguió un mar de muletazos perfileros y enganchones. 

No fue una gran novillada, y bien haría el ganadero reflexionando si esto de lidiar una tromba de encierros año tras año es un buen camino para una vacada. Pero, más allá de todo ello y hablando de reflexionar, tanto a Víctor Hernández como Álvaro Alarcón les toca hacer lo propio después de esta tarde en Madrid. Y entre medias de todo ello, dos buenos pares de banderillas de Marcos Prieto. 



domingo, 5 de junio de 2022

DOMINGO 5-JUNIO-22, CORRIDA DE LA PRENSA: VICTORINOS COMO LOS DE ANTAÑO (O CASI)

Adiós, feria de San Isidro de 2022. Pasarás a la historia como una de las peores de todos los tiempos. Hasta más ver, llévate contigo las innumerables corridas de saldo que nos has dejado, a los del aplauso y moquero fácil, a los beodos del vivaespaña, al discotequeo del después y al resto de infamias que nos has dejado para la posteridad. Que vuelva San Isidro, pero que lo haga con una plaza de toros totalmente renovada y limpia, con público y aficionados que vengan de verdad a los toros y no a echar la tarde haciendo botellón y comportándose como salvajes. La Fiesta lo necesitaría. 

Adiós a la feria de San Isidro con la tradicional Corrida de la Prensa, y que por tal solo tuvo el nombre en el cartel. Y que también hubo que abonarla aparte, claro. Se fue San Isidro 2022, y lo hizo con seis cárdenos, herrados con una A y una corona y luciendo cintas azul y encarnada... Y tambien, interés. Nada de esos victorinos a los que parece ya nos tiene muy acostumbrados el hijo de Victorino en los últimos años, y que se caracterizaban por la bobería, su falta de poder, la excesiva nobleza y la falta del temperamento. Poco hubo hoy de eso, y sí casta, dificultades, incertidumbre, toros que vendían cara su piel y hasta algunas peleas buenas en el caballo. No fue el nivel de lo que se espera y desea de este hierro, pero a lo de Victorino le salió esta tarde, más que menos, el carácter de antaño. ¿Por accidente o porque así lo desea el ganadero verdaderamente? A veces da terror conocer qué hay en la cabeza de Victorino Martín García. 

Pero si de verdad hubo algo que les faltó esta tarde a los victorinos, eso fue una terna verdaderamente capaz de entenderlos y darles lo que solicitaban.  Sobre todo en lo referente a Antonio Ferrera y Román, porque Sergio Serrano, aunque muy despegado a la hora de ejecutar los muletazos, sí fue capaz de sacarle partido al 2° toro de la tarde; y en 5° lugar se las vio con un animal que no tenía ni uno y con el que consiguió andar aseado. Bien Sergio Serrano además lidiando a los toros con el capote y cuidando la pulcritud de la lidia. 

Antonio Ferrera y Román anduvieron los dos a por uvas toda la tarde y sin entender a ninguno de sus toros. Ninguno de los dos tuvo su tarde. Antonio Ferrera en realidad tuvo su tarde de siempre, esa puesta en escena amanerada que sacó en todo su esplendor ante el 4°, pegándole los traspasos luego de haber arrojado al suelo el palito y pasándolos a media altura, y con esas poses que sabrá Dios quien le habrá dicho que en eso consiste la torería. El de Victorino pedía dos cosas: sitio y sometimiento por abajo, y lo de Ferrera todas las tardes es el polo opuesto a esa lidia. Lo citó muy encima siempre, casi con el pitón rozándole la taleguilla, para luego rematar los muletazos arriba y consiguiendo con ello que el toro se quedará corto y le pegara el gañafón. Todo eso durante su largo trasteo en el que tuvo vítores y aclamaciones a partes iguales con las protestas y los pitos. Para colmo, mató de un estoconazo, que diría el gaznápiro de Emilio Muñoz. Es decir, de un sartenazo en la paletilla. No hubo, sin embargo, ni puesta en escena ni gaitas ante el toro que abrió plaza, muy pronto a la hora de arrancarse pero al que le faltó más temperamento para llegar al final. Ferrera no lo quiso ni ver.

Mala tarde para Román ante dos toros con la casta justa y necesaria para demostrar un buena capacidad lidiadoras y de poder. Sus dos quehaceres, tanto con el capote y con la muleta, se resumen en telonazos, telonazos y más telonazos. Ni temple, ni dominio, ni sometimiento, ni siquiera ese ingrediente tan importante para hacer frente a estos toros y que es la seguridad. Y con esas trazas, pasó lo que siempre pasa en estos casos con toros de esta procedencia: gañafones, arreones, coladas...

Anduvo fino Sergio Serrano, y también muy entregado a la causa. Así lo certifican sus dos portagayolas, aunque bien debería saber dos cosas: que en Madrid no entusiasma ese gesto, y que ante estos toros no es buena idea irse a la puerta de toriles a recibirlos con largas cambiadas de rodillas. Le avisó el 2º revolviéndose sobre las patas de atrás, gesto típico de este encaste, y le acabó por arrollar aunque sin consecuencias por fortuna. A los dos toros, una vez repuesto de las portagayolas, los echó el capote abajo y se los sacó a los medios, y allí los dejó plantados a los dos. No escatimó en ese afán lidiador para llevarlos al caballo, siempre con suavidad y por abajo. Un gusto es ver a un matador cuidando de esa forma la lidia. Ya, con la muleta, cada toro salió a su padre y a su madre. El 2º tuvo mucha nobleza y clase, pero le faltó mayor fiereza. Sergio Serrano le sacó muletazos muy despaciosos y poderosos, sobre todo por el lado izquierdo, tirando del toro y tomándose la licencia de llevarlo atrás; pero siempre muy despegado, y eso acaba siendo pecado mortal, sobre todo si se está en Madrid. Una pena esa colocación durante toda la faena, la cual había sido más que aseada y en la que el matador había conseguido poder con el toro. Pero el fajarse a los toros es también importante, y si no se hace... Mató mal Sergio Serrano, y eso le impidió, seguramente, tocar pelo. El 5º fue el más vacío de toda la corrida por pastueño, soso y de embestidas muy cortas. Sergio Serrano porfió ante él dignamente, pero todo lo que pudo hacer quedó en la nada.

Acabó San Isidro con una victorinada con interés y con la antología banderillera, una vez más, de Fernando Sánchez, que dejó un grandioso par al 1º y dos todavía mejores al 4º. Ha sido una buena feria para muchos peones, pero como los pares de Fernando Sánchez a lo largo de muchas tardes, y también como los de Ángel Otero al toro de José Escolar, ninguno. Tiempo es de grandiosos banderilleros. Acabó San Isidro, sí; y con ello se espera que se le ponga coto a muchos malos vicios que se han instaurado en esta plaza, sobre todo más allá del ruedo.

 

SÁBADO 4-JUNIO-22, VIGÉSIMO SÉPTIMA DE FERIA: ADOLFADA NUESTRA DE CADA FERIA

Los cárdenos de Adolfo Martín llegaron y cumplieron. Cumplieron con los pronósticos, quiere decirse. Y los pronósticos eran los que se lleva labrando el señor ganadero don Adolfo Martín desde hace algunos años a esta parte: falta de casta, de poder y de bravura, y exceso de tontuna. O lo que es lo mismo, de albaserradas, solamente el pelaje gris y la leyenda. Se vino Adolfo Martín a Madrid con lo puesto: desde algunos toretes de los que mejor no mencionar su presentación, hasta un señor toro con unas señoras hechuras que fue el 4°, pasando por otros correctitos sin más. Y de juego, menos casta, más que menos casi de todo: un par de ellos toreables aunque flojo, 1° y 3°; un buey muy apropiado para tirar del arado que fue el 2°, un par de alimañitas las que salieron en 4° y 5° lugar; y el cojo, que fue condenado a muerte de un puntillazo y en su lugar salió un ejemplar de Garcigrande (garcichico es más apropiado decir, viendo lo que salió de chiqueros) que no fue tampoco la alegría de la huerta. ¿Dónde quedaron aquellos ejemplares con los que a principio de siglo el señor Adolfo Martín nos hacía disfrutar? Parece ya casi una frase hecha, de las veces que se ha repetido en los últimos años. Pero es tal cual, y la de Adolfo Martín pide a gritos desde hace temporadas un largo periodo de descanso en esta plaza. 


Eso hubo por parte de los cuadrúpedos, pero ¿y por parte de los de las medias rosas? Dos expertos en este tipo de lides, Rafaelillo y Manuel Escribano; y la figura que tenía apetencia por hacer el "gesto" de anunciarse con grises, y cuya tarde ha sido el más exacto reflejo de cómo ha transcurrido su feria. Nueve toros, nueve han sido los estoqueados por Alejandro Talavante en Madrid los últimos veintitrés días, y durante su primera tarde, la de los Jandilla, ya se le empezó a observar con la cabeza, el cuerpo y el alma en cualquier lado que no fuera el ruedo de Las Ventas. Llegó el día de la corrida de Garcigrande, unos días después y, aunque dejó algunas pinceladas ante su 2º toro, la sensación del primer día se había convertido en una evidencia: Alejandro Talavante estaba ausente, como si la cosa no fuera con él y totalmente fuera de la profesión. Como un fantasma. Y como un fantasma siguió estando hace exactamente una semana ante la moruchada del señor Gallardo. Total, que con todo ello se plantó esta tarde en Madrid, su última tarde de esa gran apuesta consistente en cuatro tardes en San Isidro, con la corrida de Adolfo Martín, albaserradas nada menos, y Alejandro Talavante terminó de tocar fondo. La de su primer turno era una buena oportunidad para salir a flote después de las tres tardes anteriores en las que pasó con mucha pena y poca gloria, ya que ese 3º fue un ejemplar más que apto para realizar el toreo. La faena ideal para ese toro se trataba de un trasteo corto, de reventarlo a torear con unos pocos muletazos bien dados de verdad en series cortas. Suficiente para armar un alboroto en Madrid, y lo cierto es que se vio a Talavante ante ese toro con aires renovados de querer parecerse a lo que él ha sido, citando muy bien colocado, dando el pecho y cargando la suerte; pero otra cosa fue el correr la mano, el temple, el mandar y todas esas cuestiones. Los naturales y derechazos comenzaron a sucederse y, aunque efectivamente se vio al matador con intenciones muy claras de querer hacer el toreo de verdad, sin trampa ni cartón, no le cogía el aire al toro de ninguna manera. Muchos muletazos sin templar ni mandar, muchos enganchones y el toro, sabiéndose enseguida el amo del cotarro, comenzó a acortar las embestidas y a ponerse cada vez más complicado. Y con ello, a Talavante cada vez más inseguro y desganado. Y, como guinda al pastel, un antológico sartenazo en la paletilla. ¿Podían empeorar las cosas? Podían, podían... Y quien diga lo contrario, fue porque se levantó de la poltrona o apagó el televisor cuando los mansos de Florencio Fernández Castillo retiraron al 6º al corral, y no se quedó a ver la lidia del sobrero de Garcichico. Si ante el 3° Alejandro Talavante fue la impotencia y el quiero y no puedo, ante ese sobrero, de condición meramente pastueña y soso como él solo, fue el no quiero y tampoco estoy por la labor de saber si puedo. La apatía personificada. La desgana por estar simplemente digno. Y, para colmo, completó la obra con un hermoso mitin con la espada y el descabello que no hizo sino arreciar la bronca hacia él. La bronca, que vino no solamente por su desastroso hacer ante ese sobrero, sino también como dictamen del Tribunal a sus cuatro tardes y ocho toros estoqueados en estos veintitrés días.

 

Rafaelillo se llevó la oreja del 1º tras dejar, así a lo tonto, la estocada de la feria. Una estocada bien ejecutada y perfecta de colocación que hizo rodar al toro en pocos segundos, y esas estocadas en Madrid siempre han valido por una oreja. Buen por él.  Lástima que no terminara Rafaelillo de estar a la altura de ese descafeinado albaserrada que abrió plaza, un toro que tuvo que torear pero tan falto de fuerzas que resultaba, efectivamente, descafeinado. Da dos series Rafaelillo con la derecha despegadito y a media altura, sin molestarlo mucho y dándole su sitio y su aire al toro; posteriormente, con la zurda, deja la serie más limpia de toda la faena, llevando al toro largo y con temple pero rematando los muletazos fuera. A esos naturales les sigue otra serie por el mismo pitón que resulta muy intermitente, necesita el torero recomponerse y rectificar en muchos muletazos y la vulgaridad se hace notar. Cierra la faena con medios muletazos por el lado derecho, que preceden a esa gran estocada por la que le fue concedida la oreja. Salió muy espoleado ante el 4º y dejó una buena carta de presentación sacándoselo a los medios con el capote andándole hacia atrás y consiguiendo fijarlo con buen hacer. Luego, según transcurrió la lidia, quedó patente que el toro era una prenda, con poquito poder eso sí, que se quedaba muy corto y le costaba una barbaridad pasar. Rafaelillo anduvo digno aunque demasiado empeñado en hacerle el toreo moderno a un toro que no era para ello. Y se pasó de faena, y parte del kiosko acabó por pedirle la hora.

 

Algo parecido que esto último le pasó a Manuel Escribano con el 5º, una alimaña con el sello albaserrada como las que hace tiempo que el señor Adolfo Martín no nos muestra, mucho menos su señor primo. Se le agradece a Manuel Escribano, y a cualquiera que tenga a bien realizar este tipo de gestos, el andar con esa firmeza ante semejante prenda, pero es lo mismo que lo del 4º: no se puede pretender pegar derechazos y naturales a una alimaña como si fuera el Toro artista para hacer el toreo bonito, menos aún sin hacerle una lidia de poder por abajo. Manuel Escribano se quiso poner, aguantó estoico los derrotes y las coladas del toro y sudó sangre ante él. Y también estuvo porfiando mucho más tiempo del que la alimaña merecía. Como también porfió más de la cuenta ante el mulo 2º. Con esa embestida tontorrona, pasando a cámara lenta y haciendo gala de una sosería tan grande, parecía tratarse más de un Juampedro cárdeno que de un señor albaserrada. 

Se cumplió el expediente, y no nos quedamos sin paladear la adolfada nuestra de cada feria. ¿Llegará el momento en que algún empresario la deje sin venir a Madrid durante una larguísima temporada? No nos engañemos, ni quieran engañarnos los empresarios y sus voceros interesados: esta ganadería, aun siendo de un encaste muy venerado en Madrid, no cuela ya como "ganadería del gusto de Madrid". Dejó de colar hace muchos años.  

viernes, 3 de junio de 2022

VIERNES 3-JUNIO-22, VIGÉSIMO SEXTA DE ABONO: MIAU

"Miiiiiauuuu", se escuchó en Puerto de la Calderilla hace días, mientras se embarcaba la corrida que tenía por destino Madrid. Y ese lamento se volvió a barruntar durante el desembarque en los corrales de Las Ventas, durante el enchiqueramiento y no cesó hasta que, uno a uno, los seis gatos fueron arrastrados por las mulillas. 


"Miiiiiauuuu", que vienen figuras y no es recomendable ocasionarles un susto como lo es echarles un toro de verdad, y no esa gatada infame que hemos visto lidiar en la tarde de hoy con el hierro del Puerto de San Lorenzo. "Miiiiiauuuu", que vienen figuras; o al menos una figura, un conato de ello (buen camino lleva) y uno que se supone aspira a ello, pero que le queda todavía camino por recorrer, sobre todo si no machaca el carretón a partir de mañana. Con este plantel y, sobre todo, con el guapísimo y portentoso José María Manzanares anunciado, no podíamos pedirle peras al olmo, o lo que es lo mismo no podíamos pedirle al ganadero, sea el que sea, que presentara una corrida de toros bien hecha, encastadas y brava. Cabía la esperanza, como mucho, de que el ganadero errara; pero esa esperanza se fue diluyendo a velocidad del rayo según la gatada del Puerto de San Lorenzo iba apareciendo, de uno en uno, por la puerta de chiqueros, e iban mostrándonos su vergonzosa presentación y su invalidez. Al menos tres, y eso como mínimo, debieron haber regresado al lugar de donde habían salido, silla de ruedas mediante, y acabar sus horas de un puntillazo en la penumbra del mueco, pero la inoperancia de la Presidencia echó el resto y hubo que comerse con patatas a los tetrapléjicos. 

Y con estas preciosas trazas, el figurón y guapetón José María Manzanares; un toricantano, Alejandro Marcos; y Tomás Rufo, a quien ya empiezan a encumbrar (o encunvrar, que dicen los adalides de la cultura taurina) por muy poquita cosa. Malo es esto, pero que muy malo.

 

José María Manzanares dejó tres cambiados de manos enormes ante el 4º minino, un tetrapléjico que a duras penas se tenía en pie y al que pasó en todo momento a media altura y en línea para no molestarlo; realizando lo que buenamente suele denominarse como "toreo de enfermería". También dejó por ahí la estocada con la que se quitó de encima al 2º, una de las mejores que hayamos visto en toda la feria. Ese 2º, dentro de la poca fuerza que también derrochó, tuvo otro aire. Flojito, pero reponiendo en cada muletazo y echándole ganas al embestir; y José María Manzanares, que no está para muchos trotes cuando las dificultades de los toros aparecen, lo muleteó tomando muchísimas precauciones, y también llevándose muchos enganchones. Lo dicho: tres cambiados de mano y una buena estocada. Y hasta el año que bien, Chemari.

 

Alejandro Marcos vino a confirmar la alternativa pero no tuvo su tarde de ninguna de las maneras. En él se entrevé un concepto del toreo especial, de realizar el toreo gustándose y dejando muletazos con un aroma a mucha torería, pero todo quedó en la nada ante la condición inválida de sus "oponentes", por llamarlos de alguna forma. Además, dio el mitin con la espada en sus dos turnos. Una lástima.

 

Tomás Rufo, ese chico recién doctorado que arrasa allá donde va, volvió catorce días después de esa puerta chica obtenida el día de su confirmación. Una orejita del 6º se llevó, un despojo en toda regla que de no haber sido por el saber estar de la Presidencia, se hubiera convertido en una de los triunfos más baratos que se recuerdan en esta plaza (y mire que los ha habido a puñados en los últimos tiempos). Ese 6º, dentro de que tampoco anduvo sobrado de poder, derribó en varas, galopó con alegría y tuvo algunas embestidas más que provechosas para torear de verdad. Fernando Sánchez le dejó un grandioso par de banderillas por el que fue muy aclamado, y Tomás Rufo comenzó la faena en los terrenos de sol con los ya habituales, casi tanto como las bernardinas, doblones por el lado derecho. No consiguió mucho eco el comienzo, y a continuación llegaron tres series por el lado derecho siempre citando perfilero y abusando del pico para llevarse al toro fuera. Algunos muletazos sí fueron largos y mandones, bajando mucho la mano además, pero no terminaron de convencer al no hallarse el torero cargando la suerte en el momento de su ejecución. Cambia a la zurda y en el primer muletazo se le cuela; vuelve a ponerse y aunque mejor colocado, no consigue limpieza en los muletazos ni mucho menos correr la mano. Desiste rápidamente y vuelve a la diestra, ya mucho más encima del toro y pegando trapazos sin que ninguno valga la pena. Para finalizar la faena agarra la muleta con la zocata de nuevo, pero lo que pasó no hizo que la faena dejara de caer en picado. Y con todo ello y una estocada trasera y algo caída, de efecto fulminante eso sí, se le concedió la oreja y se le pidió la segunda con fuerza, manteniéndose en su sitio el Presidente ante la grosera golfería que los mulilleros, una vez más, protagonizaron durante el arrastre; alargándolo más de lo necesario dándose una buena vuelta desde que salieron del túnel de arrastre, acercándose luego al toro a pasito lento, dejando de enganchar al toro adrede y recorriendo medio ruedo al galope, y volviendo a dar otra gran vuelta y a paso muy lento para volver donde estaba el toro y llevárselo. El aguinaldo de las cuadrillas debe de ser verdaderamente suculento, ¿ningún Presidente o Delegado Gubernativo en la sala capaz de ponerle fin a esa corrupción? Con el mojón que hizo de 3°, Tomás Rufo quedó prácticamente inédito: el animal no se tenía en pie y apenas se le podía sacar el más mínimo partido, estando el torero demasiado rato, mucho más del necesario, ante él pegándole pases y consiguiendo únicamente que el animal se desmoronase cada vez que se le exigiera.

Lo que no parece tener fin en esta feria es la magra lista de saldos ganaderos que han tenido lugar. Ni aunque a lo largo del fin de semana salieran al ruedo seis reencarnaciones del célebre Madroñito de 2005 y otros tantos del inolvidable Murciano, esta feria iba a dejar de ser el gran mojón que, con mucho esfuerzo eso sí, Plaza 1 ha programado para finalizar su era en Las Ventas.

 


jueves, 2 de junio de 2022

JUEVES 2-JUNIO-22, VIGÉSIMO QUINTA DE FERIA: QUE LA PEOR HUBIERA SIDO ESTA

Que la peor corrida que hubiéramos visto en toda esta infumable feria hubiera sido esta de Fuente Ymbro. Cuántos cabreos, cuántas tardes de hastío y, sobre todo, cuánto aburrimiento nos hubiéramos ahorrado. Que la peor hubiera sido esta, y entonces el nivel ganadero no hubiera sido tan paupérrimo como el que se ha visto. No fue un corridón de toros el que se trajo Ricardo Gallardo, pues el castigo que se le dio en varas fue más bien aliviado y tampoco se emplearon ni pelearon como bravos. Pero los seis tuvieron que torear. Los seis ofrecieron embestidas como para reventar Madrid toreando y hasta hubo casta. ¡¡Brillante esto último, la presencia de la casta!!


Casta, qué bonita palabra. Los de Fuente Ymbro de hoy la tuvieron. No fue un encierro grandioso como el que lidió de novillos hace días, pero ni muchísimo menos fueron el petardo de cuarenta y ocho horas después de esa novillada. Tuvieron casta y que torear, pero bien es cierto que a costa de dejarlos crudos y, por ende, hacer de la suerte de varas un trámite. Pero al menos en la muleta sí sacaron una más que potable condición. Es cosa de ver el vaso medio lleno o medio vacío. 


La corrida de Fuente Ymbro, esa que de haber sido la peor de esta feria nos hubiera ahorrado muchas paparruchas, tuvo también muy mala suerte. Y la tuvo desde el momento en que se cerró la terna encargada de estoquearla, sobre todo en lo referente a sus dos cabezas de cartel. A Rafael González, investido matador de toros en esta tarde, sí le abordó también la mala suerte en un día tan señalado para él, y es que se tuvo que ir a la enfermería con un cornalón que le infirió el toro de la alternativa casi en el epílogo de la faena de muleta, no pudiendo ni siquiera estoquear a ese toro. Se le retiró a la enfermería, no sin antes intentar estoquear al animal, pero tuvo que desistir ante la evidencia de que no estaba para estar ante el toro, con lo que tenía. Pronta recuperación para él y el deseo de que vuelva para rematar su día especial.


Mala suerte la de los cinco toros restantes de Ricardo Gallardo. Peor suerte, muy difícil. Juan Leal y Joaquín Galdós, Joaquín Galdós y Juan Leal: crimen y castigo para ambos el dejarse ir sin torear a esos toros, y de lidiarlos de la manera que los han lidiado. Orejas, ovaciones y aclamaciones aparte, claro. Joaquín Galdós ratificó, una vez más, que no está para esto de ninguna de las maneras. Un perfecto resumen de su actuación sería que la preciosa taleguilla de color blanco y plata que llevaba calzada, finalizó la tarde completamente pulcra, sin hallarse en ella ni un solo restregón de sangre proveniente de sus dos toros. Pulcra su taleguilla y todo lo contrario sus faenas, aceleradas y con muchos enganchones, y a todo eso se le añade esa falta de ajuste. ¡¡Cuándo se verá en otra igual, el mozo!!

A diferencia de Galdós, sí terminó con el vestido muy manchado Juan Leal, y eso es buena señal siempre porque suele significar que el torero que termina con el vestido lleno de sangre, de albero y hasta con algún jirón que otro, es porque se entregó toda la tarde y quiso ponerse de verdad. Nadie le puede discutir eso a Juan Leal, ni la entrega ni el valor del que siempre hace gala, esta tarde y otras ocasiones. Pero más allá del valor, de la entrega y de la gran voluntad por agradar, hay mucho más. Está por ejemplo darle la lidia adecuada a cada toro. Está el engancharlos con la muleta adelantada y correr la mano llevándolos en redondo. Está el cargar la suerte. Y están muchas mas cosas que Juan Leal, ni en esta tarde ni en otras ocasiones, ha demostrado. Tres toros estoqueó Juan Leal esta tarde (uno de ellos, el 6º, en lugar del corneado Rafael González), y a los tres les hizo exactamente la misma faena: cites muy encima de los toros, sin darles sitio ni dejarles que se vinieran con alegría ni que con ello se luciera su condición. Trallazos acortándoles el viaje a los toros. Trapazos vulgares espantándoles las moscas. El encimismo. El pegar el trapazo por la espalda para pasárselos por detrás. Los circulares. Los pendulazos. Las bernardinas dichosas. El toreo de rodillas y demás gestos populistas más propios del toreo cómico que de una lidia seria... Solamente consiguió darle algunos muletazos por el pitón izquierdo, al 2º, que verdaderamente llevaron un sello especial, bajando mucho la mano y llevándolos largos. Y fue a ese 2º precisamente al que le cortó la oreja. Con todo ello, además de dejárselos ir sin torear, tapó las buenas condiciones de los animales, ahogando las embestidas con esos cites tan encima. Una forma de lidiar toros de buena condición que siempre se recrimina desde diversos sectores de la plaza, y esta tarde no fue menos. Con menos arrojo se puede apañar uno si luego se lidia y se torea de verdad. Así lo han demostrado algunos toreros esta feria, y han conseguido con ello la unanimidad de la plaza.

Mala suerte la de los Fuente Ymbros con estos lidiadores, pero ni aun así se consiguió tapar del todo la buena condición que llevaron consigo estos toros. ¿Dónde hay que firmar para que, en la feria del año que viene, la peor fuera así?



miércoles, 1 de junio de 2022

MIÉRCOLES 1-JUNIO-22, CORRIDA DE LA BENEFICENCIA: VIVA ESPAÑA, VIVA EL REY, VIVA EL ORDEN Y LA LEY

Hay cierto chascarrillo popular que asegura que "quién al grito de Viva España no responde, no es español; y si es español, no es hombre". La frase es cuanto menos entrañable, pero cogea. Está incompleta. A eso de "quién al grito de Viva España no responde, no es español; y si es español, no es hombre" le falta como remate "o simplemente está en los toros y no es tiempo para andar haciendo el mamarracho". Viva España. Viva el Rey. Viva la Policía Nacional y viva la Guardia Civil. Viva Ayuso también, por supuesto. Viva er Betis manque pierda, y también Hala Madrid, Forza Atleti y todo lo que se guste. Pero no es momento de andar bramando, cual ciervo mascando el celo de las hembras, en una plaza de toros. 


Esto es lo que pasa cuando a una plaza de toros entra gente que no sabe estar ni sabe cómo se anda. Vocear impertinencias ajenas a la lidia mientras esta se desarrolla, o mientras el torero de turno anda ante el toro, se está banderilleando o se está el matador perfilando para entrar a matar, es lo que se dice "no saber estar", ni más ni menos. Y si a eso se le suma el gusto que tienen algunos por el azufrarse a cubalibres, y también el tedio  que provocan los bodrios como el visto en esta tarde, la mezcla es perfecta para pasar más vergüenza ajena que en toda nuestra vida. ¡¡Qué plaza, señora!! ¡¡Qué plaza!!


Gente que no sabe comportarse, alcohol y aburrimiento, mala mezcla. Ayer sin ir más lejos, nadie rebuznaba vivaespañas. No había tiempo para ello, la casta del verdadero Toro mantenía todo el interés y fue un mal día para los vendedores de las pipas y del matarratas ese que sirven en botellitas bonitas de las mejores marcas de alcohol. Hoy, como no hubo ni casta, ni Toro ni ninguna cosa de esas, había que matar el tiempo de cualquier manera. ¿Matando moscas, por ejemplo? No, rebuznando en el momento menos oportuno. Al rebuznar de esos impertinentes bien podrían haberse unido los seis novillos presentados por los señores Lozano esta tarde. Solo les faltó eso a los novillejos de Alcurrucén, porque por lo demás tuvieron las mismas condiciones de cualquier mula de esas con las que los antiguos arrieros hacían sus rutas. Volvió el anti-toro a Madrid tras cuarenta y ocho gloriosas horas de ausencia, con su descaste, su tontuna bóvida, su mansedumbre y todo el hastío que ello provoca. Y, por mucha figura del toreo que haya por ahí, si esto es lo que los cuadrúpedos ofrecen ¡¡como para no aburrirse!!

Por mucho que a Morante de la Puebla le hayan dado una orejita por dedicarse a pasar con la muleta, pasarlo así sin más, y matarlo de una estocada trasera y caída completada con dos golpes de descabello. Con mucha torería, mucho gusto y mucho de lo que se quiera, pero...

Por mucho que se le haya aclamado a don Julián su destoreo y vulgaridad ante el 2º. Por mucho que también se le haya aclamado a Ginés Marín su valerosa faena al mansazo 6º... Pero ¡¡como para no aburrirse!!

 

A Morante de la Puebla, en su tercera y última comparecencia en Madrid, le tocó un marmolillo para abrir plaza con el que no se dio ninguna coba, y bien que hizo. Sí podría haber matado un poquito mejor. O un muchito, ya dependiendo de si se ve el vaso medio lleno o medio vacío... Se le iba a Morante de la Puebla esa apuesta de tres tardes en Madrid pero, a última hora, le salió el caramelito ideal desquitarse y desquitar a la parroquia. O no, porque a algunos nos dejó esa faena de Morante como si nada. Haciendo gala de esa torería y naturalidad que tanto le caracterizan y que le acompañaron durante toda la faena, comenzó esta con unos ayudados por alto que no son los mejores que se le han visto, pero los remató con un pase del desdén y un pase de pecho verdaderamente toreros. Solo le bastó eso para despertar al personal de la modorra (o interrumpirles el comienzo de la resaca, en algunos casos), y a continuación vinieron diversas series de muletazos por ambos pitones acompañando sin más, citando de perfil y con la pierna retrasada, y echando al toro fuera. Suaves, muy suaves los muletazos y con una naturalidad que daba gusto verla, pero torear es algo más; y acompañar dibujando líneas rectas, algunos entendemos que no, que no es torear ni mucho menos se le parece. Y entre medias, pases de pecho rematados en el hombro contrario, trincherazos y algún molinete muy torero que sí valían su peso en oro, pero nada más. Y para culminar, estocada trasera, caída y tendida a la que le hizo falta dos golpes de descabello. Y orejita...

 

A don Julián se le aclamó mucho esta tarde, y hasta se hubiera llevado también otra orejita del 2º si no llega a ser porque la espada le hizo la misma que en sus dos tardes anteriores. Muleta en mano, tampoco hizo nada diferente a lo que lleva acostumbrado en el último cuarto de siglo: cites en la oreja, pico y trallazo hacia fuera; y vuelta a empezar, no sin echar la pierna exageradamente atrás. Ese es don Julián, ese ha sido siempre y ese seguirá siendo hasta que él quiera. O sea, hasta que el hombre se vaya a casa para dedicarse a otras cosas. No terminó de estar a la altura del 2º, que se dejó hacer y con el que le faltó el temple oportuno para que el animal no le tocara tantas veces la muleta. Los únicos muletazos limpios que le sacó, fueron con la zurda y ayudándose del palito. El 5º no tuvo nada de nada, y con esto terminó el periplo de don Julián en Madrid por este año. Y también finalizaron las ganas exacerbadas de algunos por sacarle en hombros calle Alcalá arriba, pero cada día eso se parece más al Atleti tratando de ganar una Copa de Europa. Será porque a don Julián le van las rayas rojas y blancas...

 

Ginés Marín le pegó los mejores muletazos de la tarde, con diferencia, al 3º. Muy bien colocadito y llevando al animalejo atrás, sobre todo por el lado izquierdo; además de un comienzo de faena primoroso. Y la parroquia, seguramente en plena modorra a consecuencia del bendito juego de muñeca, ni se enteró ni le echó cuentas. También le faltó toro, y eso deslució mucho; pero ahí quedaron esos muletazos de Ginés con verdad y gusto. Una pena. En el 6º estuvo con muchísima voluntad ante el mansazo que tuvo delante, pero no terminó de pararlo, templarlo ni mandarlo. Le faltó una lidia de poderío, de esas por abajo con las que se encela al toro en la muleta desde el primer momento. Estuvo un largo rato ante el manso Ginés Marín e hizo un gran esfuerzo, sacándole muletazos limpios y algunos ligados; pero sin terminar de dominarlo de verdad.

Volvió el anti-toro a Madrid, y de ello fue testigo SM El Rey. Como manda la tradición en día tan señalado, día en que se celebró la Corrida de Beneficencia. Que de Beneficencia ya se da por hecho que no tendrá nada. La casta y la emoción se la llevaron ayer consigo los toros de don José Escolar Gil, y qué falta hacen corridas así para que esto deje de ser la Verbena de la Paloma. Casta, emoción... Y la aplicación en los toros de algunos artículos de la Ley del Deporte, esos que hablan de la prohibición de consumo y venta de alcohol en el interior del recinto, y de impedir el acceso a chuzos. El espectáculo y el orden ganarían con ello.

 

 

martes, 31 de mayo de 2022

MARTES 31-MAYO-2022, VIGÉSIMO CUARTA DE FERIA: GÓMEZ DEL PILAR Y DOS MÁS ANTE UNA CORRIDA DE TOROS

Volvió el Toro. ¡¡Bendito sea!! Volvió el Toro y con el Toro, la casta, la emoción, la incertidumbre, la ausencia de aburrimiento, y todos esos componentes de la Fiesta que tan poco hemos paladeado en las últimas semanas y que ya creíamos perdidas. Volvió el Toro. ¡¡Eso es el Toro!! Y eso es el Toro de Madrid, con trapío, serio desde la punta del pitón hasta la penca del rabo, musculado y sin dejar de ser fiel al fenotipo que su procedencia, Albaserrada, demanda. Y ni eran mastodontes, ni iban con excesiva romana, ni tampoco eran exageradísimos de cara. Para que luego los apesebrados esos de la plumilla oficial y del microfonito digan que en Madrid gusta el toro mastodonte, de no menos de 600 kg y con leña para pasar veinte o treinta inviernos... 

Volvió el Toro a Madrid, y si el Toro está presente también lo está la casta y la emoción. No así la bravura, porque a los albaserradas del Tío Pichorronco (que es así como se le conoce a don José Escolar Gil, ganadero por la gracia de Dios) le faltaron de eso: bravura. ¡¡Qué gran corrida hubiera sido si se hubieran empleado en varas!! Es el mayor lunar que tuvieron los 6, que mansearon lo suyo; aparte de que alguno llegó a flojear más de lo deseado. Pero aun con esa mansedumbre, la corrida sacó mucho que torear e hizo posible que lo que ocurriera en el ruedo tuviera importancia. O, al menos, todo aquello hecho con el más mínimo decoro. Porque cuando el Toro aparece, la dureza se masca en el ambiente y las dificultades salen a relucir no tardando mucho. Ello hace que estas corridas solamente sean aptas para lidiadores altamente cualificados, vistan de oro, de plata o de azabache; o anden tocados del castoreño. Y en esto, hubo de todo.

Hubo un TORERO, así en mayúsculas. Y con él, dos más. Y entre medias, nueve banderilleros y seis picadores que hicieron de todo. Hubo un TORERO que se hace llamar Noé Gómez del Pilar y que tuvo las dos caras de la moneda en esta tarde: la cara, al llevarse una oreja del 3º; y la cruz tras ser herido al recibir a portagayola al 6º, lo que le impidió completar su obra esta tarde. Verdaderamente la oreja cortada al 3º fue un trofeo ganado a ley, tras andar con ese encastado y complicado ejemplar con mucha torería, valiente de verdad, inteligente y hasta lidiando con acierto, rara avis en tiempos de coletas a los que solo les caben en la cabeza pegar pases a todo aquello que tenga cuernos y cuatro patas. Gómez del Pilar se fue a recibir a portagayola a ese 3º, toda una declaración de intenciones que le honra pero que quizás está de más en este tipo de corridas. El toro no se empleó en las tres varas que le fueron propinadas y salió suelto, dejando también claro que muy bravo no resultaba ser. La mala lidia que se le hizo tampoco ayudó, no se le fijó en los capotes e iba a donde le daba la gana y cuando le daba la gana. Aun con esas, José Antonio Aponte "Candelas" puso un par de banderillas con mucho mérito. Y cuando Gómez del Pilar agarró la muleta, el animal andaba en los terrenos del 7 esperando, como diciendo "ven para acá y plántame batalla, si te atreves". Y el torero, lejos de amilanarse y de dejar de atreverse, allá que se fue para empezar a lidiar al toro con acierto y metiéndole en la muleta con inteligencia y temple. Lo que vino a continuación fue uno de los momentos más emocionantes de todo lo que llevamos de feria: el toro acudía con prontitud a cada cite y luego embestía con casta, no sin ignorar lo que se dejaba atrás. Eso que se dejaba comenzó dándole muletazos por el lado derecho y dos de ellos resultaron mandones y de mano baja, pero a los muletazos posteriores le faltaron más mando, si bien derrocharon la misma firmeza. Agarra la muleta con la zurda Gómez del Pilar y, de uno en uno y ayudándose con el palo, comienza a pasar al toro, embebiéndole así en la tela roja poco a poco y con mucha inteligencia. ¿Quién había dicho que todo es plantarse a pegar pases? Cuando ya tenía al toro en su poder, comienza a darle muletazos muy mandones por ese lado izquierdo, de uno en uno. Pero ¿quién fue aquel a quien se le ocurrió decir que si no se liga no se torea? Tras dejar esos muletazos por el lado izquierdo vuelve a la diestra, pero aquí y aunque sigue igual de asentado, la faena baja un poco más, no sin dejar un pase del desdén de auténtico cartel de toros. ¡¡El toreo!! Y cuando vuelve a echarse la muleta a la zurda, viene lo mejor: tres naturales inmensos y que demuestran que la casta del toro ha sido dominada, pero se abandona tanto Gómez del Pilar que el toro le achucha y le propina un fuerte porrazo, sin consecuencias por suerte. Ya estaba hecha la faena, y aunque vuelve a intentar una serie más de muletazos, desiste ante la evidencia de que ya estaba todo hecho. Se perfila y, entrando de verdad, mete la mano hasta dentro; pero le queda un palmo caída la estocada. La oreja no dejó de caer y tampoco nadie la protestó, ¿quién iba a negarle un triunfo así a un torero que de verdad estuvo valiente, lidiador y hasta se tomó la licencia de torear ante un toro de esa condición? No todos los días pasan esas cosas. ¡¡Honra a los toreros valientes de verdad!!

 

Y con Gómez del Pilar, dos más. Se hacen llamar Octavio Chacón y Alberto Lamelas. Mala, muy mala tarde por parte de los dos. A Octavio Chacón, consumado lidiador muy esperado en esta plaza, le cupo en suerte lidiar uno de los lunares de la corrida. Ese 1º, inválido, debió haber terminado sus días de un puntillazo en los corrales, pero hubo que tragar con él. El terror se apoderó de quienes estábamos aposentados en el tendido viendo la lidia de ese toro: sí, el terror que provocan los fantasmas de días pasados, o lo que es lo mismo, lo fantasmas del medio-toro inválido, bobón y descafeinado. ¡¡Cómo era posible que la corrida de don José Escolar Gil fuera una de esas tantas!! Pero una vez se quitó de encima Octavio Chacón a ese inválido, sainete con el descabello mediante, esos fantasmas desaparecieron. Solo quedó un fantasma en la plaza, y andaba comentando la corrida para el Canal Plus (de Triana, para más señas). Los otros fantasmas desaparecieron, se los llevó la casta de un plumazo.

La casta no desapareció en toda la corrida. La tuvo el 4º, otrora del lote de Chacón y con el que anduvo falto de recursos para meterlo en la muleta y llevarlo largo y por abajo. El acierto tampoco le acompañó a Chacón para lidiar la alimaña que mandó a Gómez del Pilar a la enfermería, y es que lo que no se puede pretender es pegar pases, o intentarlo, a semejante ejemplar sin antes intentar siquiera machetearlo. ¿Dónde quedó ese lidiador inteligente y poderoso que ha deslumbrado años atrás? Y ante ese complicadísimo 6º, el grandioso banderillero Ángel Otero le sopló dos pares de banderillas enormes, los mejores de la feria. ¡¡Qué ovación se llevó!!

Alberto Lamelas, el hombre, no dio para más ante semejante corrida. Sin recursos y sin ideas para hacerles frente a esos toros es difícil llegar lejos, pero menos aún si lo que falta es el valor. Y Lamelas careció de todo ello esta tarde. Muy desconfiado toda la tarde con los dos toros que le cupieron en suerte, incapaz para lidiarlos y mucho menos aún para darles muletazos limpios y mandones. Y además, al igual que Octavio Chacón, muy mal con la espada.

Tarde de emociones, de reencuentro con la verdad del Toro, de sensaciones ante un torero que dio la cara y toreó bien de verdad, de un grandioso tercio de banderillas protagonizado por Ángel Otero, y de reconciliaciones con la Fiesta. Ay, si hubiera más tardes de estas...

lunes, 30 de mayo de 2022

LUNES 30-MAYO-2022, VIGÉSIMO TERCERA DE FERIA: LEÑA PARA PASAR UN INVIERNO, CASTA PARA MORIRSE DE HAMBRE

Esto es Samuel Flores. Nueve años han pasado desde que apareciera por última vez en esta plaza pero, visto lo visto, parece que no han pasado ni dos días. Hay cosas que nunca cambian, y las cualidades que han caracterizado desde hace algunas décadas a la vacada de Samuel Flores, es una de ellas. Vinieron los samueles como se fueron: de comportamiento amoruchado, sin una gota de casta en las venas, chicos, muy vareados, escurridos... Y, por supuesto, con la leña necesaria para pasar un invierno entero en Gredos. O dos. De casta y bravura, como para morirse de hambre; pero eso sí, frío no pasamos. Habrá a quien le guste tanto cuerno aunque las hechuras luego sean de becerro y el comportamiento más propio de un vulgar buey de carreta. Pues si nada más que tanto cuerno es lo que gusta, mejor andar viendo Telecinco a todas horas, con eso del Sálvame, la Isla de no se qué tentaciones, a los Viceversos, y a demás morralla televisiva. Pero que no lo pidan para Madrid, porque cualquiera diría que, aplaudiendo a los seis espantajos enviados por Samuel Flores a Madrid en el día de hoy, se reivindica como tal el famoso "Toro de Madrid" que tantos añoramos y deseamos que vuelva. ¡¡Acabáramos, hombre!! 

El regreso de Samuel Flores a Madrid tras casi una década de ausencia, como se ve, ha sido de lo más feliz y regocijante. Y si me dicen que van a estar otros tantos años alejados de Madrid, mucho más feliz y regocijante sería. O, por lo menos, hasta que el señor ganadero consiga arreglar el estropicio (si eso fuera posible) que cierto genio del toreo, ya retirado, causó en la vacada cuando era un gran asiduo en sus tentaderos y corridas. O hasta que sus productos, por llamarlo de alguna manera, salgan con otro aire más propio de un toro bravo. Si será por formas de decirlo.
¿Qué hay de la terna? Anduvieron ante ellos como pudieron y supieron, se justificaron más que menos, o menos que más también; no sin antes trenzar el paseíllo elegantemente vestidos de toreros (o de banderillero en el caso de Morenito de Aranda, con un triste vestido gris plomo y azabache que a buen seguro anunciaba lo que se nos venía encima). Y posteriormente, sobrecito bien ganado a la saca, duchita en el hotel, cena y hasta otro día.
 
¿En el ruedo? Pues Fernando Robleño hizo que el 4º morucho dejara de existir con una estocada a la suerte de recibir perfectamente ejecutada (aunque luego resultara algo caída), siendo muy aplaudido por ello. Morenito de Aranda, cara y cruz: "cara", por llamarlo de alguna forma, ante el sobrero que sustituyó al 3°, ante el cual dejó detallitos muy toreros. Quería ese sobrero pero no podía ni con la divisa, y el Moreno de Aranda de Duero anduvo ante él sin bajarle la mano, pasándolo en línea y aliviando al animal a la hora de tomar la muleta; pero dejando impronta de ese aroma tan torero que la extrema vulgaridad de los pegapases actuales se han comido. Y, además, algunos remates y detalles de mucho gusto. La cruz llegó cuando tuvo enfrente al mansurrón 5°, el único toro de Samuel Flores que se movió con más gracia y con el que se pudo haber estado mucho mejor de lo que estuvo su desconfiado matador, incapaz de dominarlo por bajo y darle muletazos limpios. Una pena.  Y Damián Castaño confirmó la alternativa. Sin más, sin decir ni una palabra, sin demostrar nada bueno ni nada malo.  
 
Esta de Samuel Flores es otra de tantas más que llevamos en esta infumable feria, de la que se puede decir que lo único bueno que tuvo es que ya ha acabado. Y de aquí a seis días estaremos diciendo, a buen seguro, que lo mejor que tuvo es que también acabó. ¡¡Qué feria, Virgen santa!!

 


 



sábado, 28 de mayo de 2022

VIERNES 27-MAYO-22, VIGÉSIMA DE FERIA: TOREO DE ORO, PUERTA GRANDE DE PLATA

Un TORERO ha TOREADO hoy en Las Ventas. ¡¡Qué gustazo da decirlo y haberlo sentido!! ¿Importa todo lo demás? Importa, importa... Y todo lo demás importa porque es TORERO, pero a la vez es MATADOR DE TOROS. Y el mismo TORERO que ha grabado muletazos en letras de oro con quilates, como MATADOR DE TOROS ha demostrado que todavía le queda muchiiiiiiiiiiisimo por entrenar en el carretón. Un bajonazo es suficiente motivo para que, en Madrid, se deje de conceder una oreja y, a cambio, una vuelta al ruedo clamorosa sea el premio justo. Por ello, TOREO DE ORO, PUERTA GRANDE PLATEADA. 

Y una vez soltada esta soflama, al demonio las puertas grandes, al demonio las orejas, al demonio las estadísticas, y con las estadísticas también se puede ir al demonio el adalid en números, ese mendrugo llamado Maxi Pérez. ¡¡Torerazo Ángel Téllez!! Los retazos de toreo caro que esparció hace pocos días ante la corrida de Araúz de Robles, trajeron a este torero esta tarde a Madrid, en sustitución del lesionado Emilio de Justo. No ha podido ser mejor elección. Vino Ángel Téllez esta tarde a Madrid con las mismas ganas de demostrar que él sí que sabe torear y que su toreo encaja a la perfección en los gustos de la afición de Madrid. Y con él vinimos muchos esta tarde esperanzados en que aquellos naturales de hace días no fueran mero espejismo, que consolidara rotundamente aquella importante actuación que le ha llevado esta tarde a torear en Madrid por la vía de la sustitución. Se consolidó Ángel Téllez y, además, reivindicó qué es el toreo verdadero y qué es la torería, al lado de todos esos pegapases y toda esa chabacanería post-moderna. Ahí va eso: sale el 3º e intenta el toreo a la verónica, echando la pierna adelante e intentando llevarlo suave, pero todo queda en eso mismo, en el intento. Deja que el toro vaya al relance, un lunar en su actuación, y tras hacer pelea de manso intenta un quite por chicuelinas, poco brillantes por su falta de limpieza, pero sobresale una media verónica despaciosa. Pone al toro en suerte, esta vez sí, pero en ese momento ya estaba claro que el animal quería de todo en ese momento menos ir al peto. No importó, porque ese buen picador que es Marcial Rodríguez hizo la suerte estupendamente, y el toro acabó convenciéndose y acudió a recibir un picotazo sin emplearse. En banderillas el toro pone en aprietos a los banderilleros, está muy agarrado al piso y aculado en tablas, y los banderilleros cumplen con más oficio que brillo. Con la muleta en la mano, se va el matador hacia el toro y se lo saca sin miramientos a los medios para quitarle las querencias de tablas, y una vez allí cae una serie con la derecha de buen trazo: lenta, cargando la suerte y rematada atrás. La siguiente tanda de derechazos baja mucho en calidad, es más acelerada y peca de mala colocación, sufriendo además revolcón al rematar con el de pecho. Afortunadamente ileso, se rehace Ángel Téllez y toma la muleta con la zurda, el toro ya anda para entonces aún más reservón, y parece que lo adecuado es sacárselos de uno en uno. Y así es como pasó, lo siguiente fue colocarse muy cruzado y cargando la suerte, echarle la muleta al hocico y llevarlo en redondo, pero ha de rectificar en cada uno y volver a cruzarse. Vuelta a empezar pues cada vez que remata uno, y así saca algunos sueltos verdaderamente bellos. Son dos series las que da con la izquierda, tirando mucho del toro y llevándolo en redondo, y no todos son igual de buenos, pero sí deja algunos sueltos de los que emocionan. Y tras esto, el cambio de espada, y unos doblones bellísimos para cerrar al toro en el tercio, rematándolos con un natural eterno. La faena había tenido gran belleza y aroma a torería; con una buena estocada, hubiera sido una oreja de ley. Pero no lo fue, al matador esta vez se le fue la mano a los costillares del toro y dejó un feo bajonazo que convirtió la oreja cortada en excesiva. ¡¡No hacía falta tanto!! Hubo muletazos de oro en esa faena al 3º, pero lo grande todavía estaba por venir. Y vino con el 6º en el ruedo, de Toros de Cortés y que, a decir verdad, se empleó en varas y sacó en la muleta la suficiente casta como para propiciar un triunfo gordo. El único de toda la corrida que sacó algo medianamente aceptable. Ángel Téllez no consigue pararlo de salida y realiza un quite por gaoneras muy aceleradas y pasándoselo muy cerca. Ya en el 5º había intentado otro quite por delantales que acabó teniendo poco brillo y, aunque con el capote no llegó a lucirse en toda la tarde, dejó la impronta de que para él la tela rosa no es un mero adorno para pasearse por el ruedo. Que le gusta torear con el capote. Tiempo tendrá de pulirlo. El toro ofreció, como quedó dicho, unas pocas embestidas más que aceptables, y de ellas se valió su matador para poner la plaza boca abajo. Se va a los medios a buscar al toro y, tras darle unos pases de tanteo, coge la muleta con la derecha y le deja algunos muletazos acelerados y fuera de sitio. Se asienta más en la siguiente serie, también con la derecha, y deja tres derechazos muy mandones y de muy buen estilo. La plaza ruge, y acto seguido se echa la muleta a la zocata, pero no es muy lucido lo que viene, que son algunos telonazos sin conseguir acoplarse al toro, hasta que consigue asentarse y deja uno a cámara lenta, cargando la suerte y llevándose al toro atrás, rematando con un molinete tremendo. Vuelve a la diestra para disgusto de muchos, deja medios pases fuera de sitio, hasta que le da por cruzarse y deja dos derechazos imponentes y un SOBRENATURAL. La plaza vuelve a rugir con esos tres últimos muletazos, pero lo mejor aún queda por venir. Cambia la espada y se echa la muleta a la zurda para tratar de redondear la faena de la mejor manera posible. Empieza dejando dos naturales extraordinarios, pero posteriormente el toro le desborda, aunque no consigue hacerle ceder ni un centímetro de terreno al matador. Se para y respira, vuelve a echarle la muleta al hocico, agarrada con la mano izquierda y ofreciendo la totalidad del pecho y las femorales, y los naturales que vienen son como hacía tiempo que no se veían en esta plaza, por puros, despaciosos y excelentes. Y el pase de pecho, eterno. ¡¡Así se torea, señores!! Tomen nota los pegapases que se conforman con los pendulazos, torear de rodillas, el encimismo, las manoletinas, las bernardinas y luego no son capaces ni de cargar la suerte, ni de ponerse en el sitio ni de torear en redondo. A Ángel Téllez esta tarde no le ha hecho falta nada de ese toreo populista para poner Madrid boca abajo, tan solo con unos muletazos cargando la suerte y redondos, y una torería inmensa, le ha bastado para reventar Madrid. Lástima, otra vez la espada: pinchazo, estocada arriba pero tendida, y un descabello. Y oreja. Y puerta grande, excesiva y protestada por los mismos que le habíamos gritado los olés más sinceros que Madrid ha tributado desde hace mucho tiempo. Y es que una cosa no quita la otra, ya que si se mata mal, en Madrid se debería penalizar gravemente. Por muy bien que se toree. Pero a esta hora ¿qué más da? Un torero ha toreado de verdad hoy en Madrid y se ha llevado por delante a gran parte del escalafón, tan colmado de pegapases, para desgracia de la Fiesta

Y con Ángel Téllez, empezó y acabó la corrida. De nuevo Victoriano del Río se trae de su particular escaparate corteinglesista una corrida censurable de todo: juego y presencia. La inmensa emoción a la que nos ha sometido Ángel Téllez no hace olvidar la pregunta de rigor: "¿Dónde está el Toro de Madrid?". Y con todo eso, dónde está la casta, la bravura, el poder, la seriedad, el trapío acorde a esta plaza, y unos cuántos etcéteras más. Nuevo petardo ganadero, y van ya unos cuantos. Y lo mismo que se vio de casta, se vio de Diego Urdiales y de Alejandro Talavante esta tarde. La pregunta es: "con las ganas que ambos traían, si hubiera habido toro ¿qué habría pasado?". Mejor dicho, ¿qué hubiera habido por parte de Diego Urdiales y de Alejandro Talavante esta tarde si hubieran tenido toro? Grandes misterios de la Humanidad sin resolver, tales como las desapariciones en el triángulo de las Bermudas, qué hay después de la muerte, los contactos extraterrestres con la Tierra, o si el carácter de ese marrajo nacido en Triana, y que hace las veces de comentarista en la caja tonta, sería más afable con la afición de Madrid de haber cortado alguna oreja en esta plaza a lo largo de su carrera. 

Ángel Téllez ha sido la verdadera revelación esta feria. Muchos no confiábamos en él cuando lo vimos anunciado, y mire usted por dónde que se va con dos corridas toreadas, una puerta grande (que en realidad fue excesiva por culpa de la espada) y un mar de toreo puro y de torería esparcido en el ruedo de Madrid. Ahora empieza todo para él.



jueves, 26 de mayo de 2022

JUEVES 26-MAYO-22, DECIMONOVENA DE FERIA: EL SUELO ESTÁ DURO Y LOS PROTESTONES MOLESTAN

"Hay que recuperar el Toro de Madrid", rezaba una pancarta que se mostró en el tendido 7. Tras diecinueve tardes de hastío por la carencia de Toro, salvo contadas y muy honrosas excepciones, parece lícito reivindicar tal cosa. Y también lo sería el preguntarse por el Toro de Madrid. ¿Dónde está el Toro de Madrid? ¿Dónde está el toro serio, bien hecho desde la punta del pitón hasta la penca del rabo, y que sea acorde a la categoría de la plaza de Madrid? No ya la casta, ni la bravura, ni el poder, no… El Toro en cuanto a presencia, ¿dónde está? Y aparte, por supuesto, ¿dónde está la casta, la bravura y el poder de los toros? No falla, corrida de Juan Pedro, corrida en la que falta todo eso. Dicho en una sola palabra: petardo de Juan Pedro. Otro más. Como el de Sevilla. Como el de Valencia. Como el de Madrid hace 3 años. Como el de Sevilla hace 3 años. Como el de Madrid hace 4 años. Como casi siempre… ¡¡Fuera Juan Pedro Domecq, fuera de Madrid y de la Fiesta!!

 

Escasos ciento veinte minutos hemos estado aposentados en la dura piedra, y esa ha sido la mejor noticia de la tarde: que, al menos, ha sido corta. Escasos ciento veinte minutos de pseudotoros mal presentados (salvo para el infame Emilio Muñoz, el cual afirma rotundamente que la corrida "ha sido seria"), y vacíos de la más mínima característica que ha de tener un Toro de lidia como Dios manda. Semejante encierro es suficiente para causar un tremendo enfado en los aficionados, máxime si así llevamos la inmensa mayoría de las diecinueve santas tardes que llevamos de feria. Y el enfado, mostrado a través de esa pancarta, de los gritos de "Toro Toro", de las palmas de tango y de los gritos de desaprobación, ha estado ahí prácticamente desde que salió el primero. Pero Dios me libre de echarle las culpas a Juan Pedro Domecq Morenés, actual propietario, de que su ganadería sea una completa podedumbre. Ni de la filosofía ganadera con la que su señor padre, Juan Pedro Domecq Solís (aqDg), hizo tanto daño a la Fiesta. Tampoco de los toreros por anunciarse con ellos, ni de los empresarios que adquieren esos toros. La culpa es del tendido 7 y de sus protestas. La culpa es de que el suelo de la plaza está duro y de que hay una pendiente pronunciada en el ruedo. La culpa es de los aficionados que no nos da por tragar y tragar ante tanta infamia. Y la culpa es también de que ese mamarracho estúpido que es Emilio Muñoz sea un amargado por no haber escuchado un solo aplauso en Madrid en toda su puñetera carrera, y de que al más mamarracho y estúpido aún Maxi Pérez solo le da su intelecto para darle click al botón de búsqueda en Google. Y hasta de hasta de la madre que parió a Panete puede ser la culpa. Pero ¿del ganadero, de los toreros y de los empresarios? Eso nunca hombre...

 

Los toreros exigen un tipo de toro, el ganadero lo cría y el empresario los pone a ambos en el cartel. Y al resultado de esa nefasta combinación, los del micrófono y la pluma lo venden como el paradigma del jarte, de la bravura y del toreo güeno; y a la par adoctrinan a parte de su audiencia mientras generan un odio terrible hacia aquellos aficionados que no pasan por el aro, su aro. ¡¡Poco nos pasa, señora!! Poco nos pasa...

 

La juampedrada, infame. Pero ¿y los toreros? Pues solamente las verónicas de Juan Ortega para recibir al 2º y las salerosas chicuelinas con las que Pablo Aguado quitó en el 5º, canelita en rama, apaciguaron los ánimos por un instante. Pero solamente por un instante. Morante de la Puebla habrá venido con ganas hoy Madrid, eso seguro. Lástima que esas ganas (que no sé si habrán sido muchas o pocas) las haya gastado por la mañana haciendo cosas de persona mensa en el ruedo de la plaza, que si el suelo está duro, que si lo llevo diciendo mucho tiempo, que si... ¡¡Váyase al mismo sitio que decía Fernando Fernán Gómez, oiga!! Que de agradecer es que abreviara con los dos animalejos que tuvo enfrente, pero qué menos que haciéndolo con decoro, torería y, sobre todo, buen uso de la espada. Juan Ortega y Pablo Aguado, aparte de esas bonanzas antes descritas, tampoco es que fueran la personificación del decoro y de las buenas maneras ante sus respectivos. Ambos sin sitio y muy a disgusto toda la tarde, han acabado su feria pasando de puntillas y sin que haya pasado absolutamente nada con ellos.

 


miércoles, 25 de mayo de 2022

MIÉRCOLES 25-MAYO-2022, DECIMOCTAVA DE FERIA: EL DÍA Y LA NOCHE

Como el día y la noche. El día es luminosidad y alegría. La noche, en cambio, es oscuridad y silencio; las horas de los granujas. La luminosidad y alegría del día, en los toros, sería la casta y la emoción que esta trae siempre. La oscuridad y el recatamiento de la noche, representa el aburrimiento que provoca la falta de casta. Y para granuja, el señor Ricardo Gallardo, un buen ganadero que tan pronto echa una novillada bien maja que hace disfrutar, y cuarenta y ocho horas después se trae bajo el brazo una corrida de toros bien presentada, pero descastada y mansa. A veces el señor Ricardo Gallardo, en un ejercicio de tomarse demasiadas confianzas con una afición que le respeta y ha disfrutado con muchos de sus encierros, parece abusar demasiado de esa confianza. 

El día, la novillada del lunes. La noche, la de hoy. Y entre medias, el granuja, bautizado con el nombre de Ricardo Gallardo. ¡¡Vaya con lo de Fuente Ymbro esta tarde!! Tan esperada siempre la divisa verde, tan venerada por los aficionados que exigen el Toro-Toro, tan respetada que hasta los borrones no son capaces de restarle mayor credibilidad, tan... Tantas cosas. La casta no salió esta vez, sí la mansedumbre. Y también la flojera de remos en ocasiones, y la simulación de la suerte de varas. Y así, es imposible. O casi.


Casi, porque los toros anduvieron poco acertados esta tarde, pero no por ello hubo ejemplares con los que se podría haber andado un poquito mejor ante ellos. Dentro de la mansedumbre y las embestidas descompuestas y a la defensiva de algunos, los hubo que plantándoles cara en su terreno empujaron en la muleta con algo más de alegría, pero había un problema: que había que someterlos y poderlos. Nada de esos toretes que van y vienen tontos y sin frenos, que decía un gran ganadero charro de antaño. 


Uno de esos fue el 4°, un toro de embestida muy brusca que requería una de esas lidias por abajo y sobre las piernas con las que poderlo y encelarlo en la muleta. De esas como las que ya se ha visto alguna que otra a lo largo de estas dos semanas. Pero enfrente tuvo el manso a Diego Urdiales, en uno de esos días en que no era él. O siendo el mismo hombre, no así el torero. Mediocre y de carácter apático durante toda la tarde, muy a disgusto con sus toros, y aparentando un "quiero y no puedo" que no coló. Dicen algunos incautos que Diego Urdiales es un torero acabado. No, lo que Diego Urdiales es un torero que no está hecho para darlo todo de tarde en tarde, al que hay que esperar y otorgarle el beneficio de la paciencia, porque cuando el ánimo le acompaña se lleva por delante a gran parte del escalafón. Tardes y tardes...

 

En cambio, uno que sí sale a darlo todo tarde tras tarde es Roca Rey. Bueno, quien dice "darlo todo" también se refiere a "dar todo lo que tiene y puede ofrecer".

-- Por noventa y dos pesetas, virtudes de Roca Rey ante los toros, como por ejemplo, el valor. Un dos tres, responda otra vez.

-- El valor.

-- Tic-tac, tic-tac, tic-tac, tic-...Tilín tilín tilíiiiiiin CAMPANA Y SE ACABÓ.

 

Uno con más maña en esto diría, o más bien repetiría cual papagayo, que "los cojones que tiene el peruano". Pero pronto le pararían los pies Las Tacañonas o don Cicuta, alegando repetición. El valor se puede expresar con diferentes palabras, per es el mismo significado siempre. Efectivamente, a Roca Rey le sobra valor. Pero después de ahí, se acaba Roca Rey. Nada de técnica, ni de recursos, no digamos ya conocimientos lidiadores. Y mejor ni mentar el arte... A Roca Rey le sobra valor para eso de los pendulazos, y las chicuelinas dejándose atropellar, y las bernardinas, y el encimismo hasta tal punto de que el toro le lame la taleguilla... Pero valor también tuvo el célebre Platanito. Si el toreo solo fuera demostración de valor, Roca Rey estaría entre uno de los cinco mejores de la historia (y de ahí para arriba); pero como el toreo es algo más aparte de eso, al peruano le pintan bastos en ocasiones. Y una de esas ocasiones es cada vez que pisa Madrid, y a la afición de Madrid no le sirve solamente con el valor. La afición de Madrid quiere ver torear de verdad, con más o menos pellizco porque eso hasta puede resultar secundario, pero sin eso de citar fuera de cacho, y echarse a los toros para fuera metiendo el pico con enorme descaro, y descargar la suerte... Roca Rey dispuso en 2º lugar de un torito al que se le simularon los puyazos, pero se vino arriba y ofreció buenas arrancadas como para reventar Madrid. O, al menos, eso pareció en el capote de Antonio Chacón, que lo lidió de maravilla. El problema fue que Roca Rey acortó distancias desde el primer momento, y el toro claramente pedía distancia. Así, con ese encimismo infame y a la vez efectivo para meterse al personal en el bolsillo, fue como hizo que ese toro pareciera mucho peor de lo que en realidad fue. La clave fue la alegría con la que embistió en el capote del banderillero cuando le corría para atrás y le alargaba la embestida; y cómo se quedaba más corto y se defendía cuando su matador le citaba echándose encima. No llegó a tener gran trascendencia ese trasteo, pero sí le jalearon mucho su actuación ante el manso 5º, al que le dio muchos pases en los terrenos de toriles aprovechándose de la inercia del animal en esa su querencia; pero también se le protestó mucho, muchísimo, su faena en todo momento ya que abusó de todas esas ratonerías antes mencionadas que caracterizan el destoreo. Su destoreo. Tampoco le faltaron los cambiados por la espalda, ni las bernadinas, ni todos esos guiños de toreo populista. Y provocó discordia entre los presentes, muchos aplausos y aclamaciones pero también muchos pitos y protestas. En Madrid no todo debiera valer, aunque por desgracia son muchas más cosas las que valen últimamente.

De todos ellos, el único que se llevó aplausos sinceros de verdad fue Ginés Marín, quien contra todo pronóstico pudo torear esta tarde tras su percance hace diez días en este mismo escenario. En reconocimiento a ese esfuerzo, se le sacó a saludar una calurosa ovación tras romperse el paseíllo. Y hasta ahí todo. Inédito quedó ante el infumable 3º, que debió haber regresado al lugar donde salió, y que se quitó del medio sin demorarse. Se agradecen esos gestos. Sin embargo tuvo más material para desquitarse en último lugar, un toro igualmente manso que requería una lidia de mucho poderío antes de ponerse a pegarle pases, o de torearle bonito. Pero no se vio a Ginés Marín sobrado de facultades físicas para hacer frente esta tarde a un ejemplar así. Y no hay por qué decir más.

La siempre esperada corrida de Fuente Ymbro fue un chasco esta vez. Fue la noche, y a su lado la de cuarenta y ocho horas atrás fue el día. En una semana los tenemos de vuelta, ¿con gafas de sol o pijama?

 

 


martes, 24 de mayo de 2022

MARTES 24-MAYO-22, DECIMOSÉPTIMA DE FERIA: VIENTO, BUEYES... Y LO QUE NO ES EL VIENTO Y LOS BUEYES

Un día más, un día menos. Como el funcionario acaimanado que traza tachones en los números del calendario, hasta que le llega el momento de cumplir las sesenta y cinco hierbas. Así está el funcionariado del abono isidril, aburrido de tardes vacías de contenido y cada vez con menos esperanza de que la feria coja vuelo. Aún quedan doce tachones por hacer en el calendario del abono y algunos de ellos sobre carteles con mucho contenido, pero la gran mayoría de tardes infumables que llevamos comienzan a pesar sobremanera, casi tanto como les deben de pesar, al día siguiente de la cogorza, las copas de más a los beodos que pueblan los tendidos en las tardes de figuras.

El tachón número diecisiete del abono se hizo sobre un cartel que ofrecía pocas esperanzas desde que se presentó, y por desgracia los pronóstico no han sido muy alejados de la realidad. Se confiaba más bien poco en los toros de Valdefresno, viejos conocidos en estos fueros; la primera en la frente. Si a estos seis cuadrúpedos presentados esta tarde por estos ganaderos se les hubiera registrado en su momento como bueyes útiles para el manejo del ganado bravo, o para labores agrícolas tales como el arado o la trilla, nada habría habido que objetar. Pero mis sospechas podrían confirmar que a estos seis animales los han criado como ganado bravo de lidia, seguramente con la esperanza quizás de que, por una de esas casualidades de la vida, les diera por embestir  en una plaza de toros al momento de presentarlos en tal escenario. ¿Casualidad o milagro? Lo primero pasa una vez cada quinientos años, y Valdefresno tan solo lleva lidiando en Madrid ininterrumpidamente desde el año 1994 (si las cuentas no me fallan, esto son veintiocho años); aún les quedan por lo tanto cuatrocientos setenta y dos años más para llegar a la casualidad de que seis bueyes les embistan como si de toros bravos se trataran. Eso, en el hipotético caso de que esto se tome por una casualidad. Pero si se acude a lo segundo, o séase al milagro, es peor; pues no existen. Luego mejor sentarse a esperar a ver si dentro de cuatrocientos setenta y dos años a seis bueyes de Valdefresno les da por sacar bravura y casta. Mejor, sí...  

Referido pues el apartado ganadero, no haciéndose más falta reseñarse nada más para hacerse una pequeña idea de cómo fue este, queda la terna: Daniel Luque, José Garrido y Juanito, confirmante de alternativa este último. Ahí anduvieron los hombres, cada uno a su manera, haciéndole frente a la extrema mansedumbre de los seis bueyes de Valdefresno. Y también al viento, que para colmo de males no quiso dejar de estar presente esta tarde. ¿Para qué, digo yo? Si el viento, perro viejo en esto de las ferias de San Isidro, sabe mejor que nadie que a esta ganadería no hay quién. Pues ahí estuvo, dando por saco durante prácticamente toda la tarde, y haciéndolo todo aún más complicado y desapacible. No cabía triunfo sonoro ante tal situación por parte de los tres coletas, pero bien es verdad que al final a los mansos se les puede lidiar con decoro; entendiéndose por lidiar algo más allá de pegar pases como mandan los cánones modernos. Quizás Daniel Luque sí anduvo más decoroso ante el 4º, al cual consiguió meter en la muleta y trazar algunos muletazos por el lado derecho mandones y de mano baja. El problema fue cuando le dio por sacar a relucir ese horripilante repertorio de trapazos encimistas, luquesinas, la cosa esa de tirar la ayuda al suelo... Cierto, no ha sido una feria afortunada para Daniel Luque y se vuelve a ir de vacío de Madrid. También se va de vacío otro torero que pocas cosas excelsas ha demostrado desde que tomara la alternativa con la gran promesa de que estaba llamado a ser un "artista". Ese es José Garrido, que hizo frente a un lote de bueyes con la intención de hacer eso de ponerse bonito y torear con musho jarte; pero ante estas situaciones, o se realiza una faena corta y de poder sobre las piernas, o perece en el intento. Tuvo en sus manos al 3°, un animal que, cerrado en tablas, ofreció arrancadas provechosas por el lado izquierdo. Pero entre que si el viento tal y cual, y también lo que no era el viento tal y Pascual, hizo que la faena de Garrido quedara en mera voluntad. No es que esa faena llegara con fuerza a quienes asentaban las posaderas en el granito, pero pasó lo de tantas tardes: que la estocada, trasera, entró hasta dentro y fue fulminante, y eso hizo flamear algunos pañuelos que, acertadamente, fueron desatendidos por la Presidencia. Dio la vuelta al ruedo.

Y el confirmante, Juanito, lo único que dejó para la posterioridad esta tarde fue eso: que confirmó la alternativa y que se pegó contra la bueyada. Intentó, para variar, el lucimiento pegando pases al más puro estilo moderno sin siquiera realizar una lidia de aliño para someter a los animales. Pero en estos casos, lo normal es que pinten bastos. Y pintó la sota de bastos, efectivamente; dando gracias que fuera la sota en lugar del rey, porque por poco se lo deja vivo tras dar un mitin con el descabello. Otro día puede que sea para él.

 

¿Algo verdaderamente bueno de reseñar esta tarde? Lo primero, que ya acabó y que la vacada de Valdefresno no volverá por aquí hasta el año que viene (ya si se le dieran algunos años de descanso, sería la monda; pero no tendremos tanta suerte). También, los buenos puyazos de Óscar Bernal, como casi siempre; y lo bien que anduvieron con los palos José Chacón y Alberto Zayas. Algo es algo. Y es que aunque la tarde sea infumable, siempre hay algo bueno que repescar.  

lunes, 23 de mayo de 2022

LUNES 23-MAYO-2022, DECIMOSEXTA DE FERIA: ESTAMOS QUE LO REGALAMOS

En Madrid estamos que lo regalamos. Como en esos comercios que van a echar el cierre y cuelgan el cartel de "liquidación, todo a mitad de precio". ¿Tal vez será eso, que Las Ventas va a cerrar en verano y hay que aprovechar? ¿O será el efecto contrario, que hemos estado tanto tiempo cerrados (y encerrados) y hay que hacer regalitos a todo aquel que se nos ponga por delante? Pueden ser cualquiera las dos cosas, y eso aderezado con que la murga de feria que llevamos (murga es la palabra más elegante que se me ocurre en este instante) también hace de las suyas, hace de esto una jaula de grillos. Y cada tarde que pasa, peor. 

Verdaderamente, en Madrid estamos que lo regalamos, sea lo que sea. Orejas, puertas grandes, pañuelos azules, aplausos y hasta elogios a picadores que pican trasero o que, directamente, no pican. ¡¡Si será por regalar!! Pero que estos acontecimientos, que hay que decir que es cosa de días anteriores y no solamente de hoy, no nos tapen la realidad: Ricardo Gallardo se trajo casta debajo del brazo y, por consiguiente, un encierro más que correcto. A la decimosexta, y uniéndolo a lo de la segunda y la tercera (Los Maños y El Pilar, respectivamente), fue la vencida. ¡¡Ya era hora!!

Sí, buena novillada de Fuente Ymbro. No magnífica, ni sobresaliente, ni de vacas que dicen ciertos estómagos agradecidos que mejor no mencionar. No. Buena a secas, que si lo comparamos con todo lo que llevamos tragado en los últimos quince días sí, fue magnífica, sobresaliente y de vacas. Pero como las comparaciones son odiosas, mejor no recurrir a ellas. Ricardo Gallardo se trajo un encierro variado de presencia y de juego que no aburrió y que sacó algunos animales verdaderamente interesantes, algunos hasta se tomaron la licencia de emplearse en varas y hasta uno, el 6º, fue un novillo de bandera. Hubo ejemplares bravos en varas, hubo casta, hubo toros para empacharse a torear y hasta hubo un novillo malo por inválido, el 1º. 

Y ante tal novillada, tres chiquillos que mostraron de todo y que se llevaron muchas orejas. Demasiadas. Una se llevó Manuel Diosleguarde, novillero con la alternativa ya planificada para verano en Santander, y que no hizo cosas ante sus dos novillos que vayan a quedar para el recuerdo. O al menos, como algo diferente a toda la vulgaridad que llevamos arrastrada desde hace semanas. Pero ahí anduvo el hombre, realizando dos faenas calcadas y mondadas a sendos novillos que fueron la noche y el día: el 1º, un novillo sin fuerzas que quería pero, por poder, no podía ni con su alma; y el 4º, con más poder y que, por ello, ofreció mucho más que torear. A ambos novillos les aplicó el mismo destoreo perfilero y marcando las afueras que tanto gusta a día de hoy, estando mucho más relajado y a gusto en el 1º por su floja condición; y con más apuros ante el 4º, que le tocó la muleta mucho más y al que no consiguió templar. La oreja se la cortó al 1º tras una estocada entrando recto y de muy buena ejecución, verdaderamente lo mejor de su actuación de largo y con el mérito añadido de que el novillo le puso en apuros varias veces al quedarse distraído con las gentes del callejón (muchas menos que en días anteriores por cierto) y haciéndole cuadrarse varias veces. Seguramente esa estocada fue lo que hizo asomar los pañuelos tras un trasteo que no tuvo excesiva repercusión.

 

Cosas de la vida, a Jorge Martínez, segundo en discordia, no se le concedió oreja. Y no sería porque no hubiera petición suficiente para ello ni porque no hiciera más méritos que se han hecho esta tarde para cortarse otras orejas. Dio miedo ver a Jorge Martínez esta tarde y no porque derrochara excesivo arrojo, sino por la mezcla explosiva que causó la casta de sus dos novillos y su evidente falta de oficio. Dos novillos encastados con su dosis de mansedumbre y, por ende, complicados; y con los que se requería una buena colocación y una muleta más experta que los llevara muy sometidos. Con el 2º, siempre muy encima y fuera de sitio, sufrió una voltereta y varias coladas, optando por quitárselo del medio más pronto que tarde ante el naufragio que estaba sufriendo ante tal ejemplar. El 5º también tuvo mucho que torear y verdaderamente se vio  Jorge Martínez sin recursos ni ideas para volver a someterlo. Volvió a sufrir diversos achuchones, pero nunca volvió la cara y por cada susto que se llevaba, con más altanería volvía a la cara del novillo. Y ya al final, consiguió sacar algunos muletazos por el lado derecho y hasta algún natural que de verdad llevaron el poderío por bandera. Fueron pocos muletazos así, y la larga faena del chiquillo quedó muy por debajo de la condición de su oponente, pero solamente por la actitud que derrochó, por esos poquillos muletazos que sacó, porque verdaderamente demasiado hizo para el oficio que mostró tener, y porque antes de él se habían concedido dos orejas de liquidación por cierre, no se comprende la tozudez de la Presidencia al negar una oreja que tenía más valor que las cortadas por Manuel Diosleguarde y Álvaro Alarcón en primer y tercer lugar. Dio una vuelta al ruedo muy aclamada y gran bronca a la Presidencia, la cual da igual por quién esté representada, no hay tarde en que no se dé la nota en el palco.

 

Y el protagonista rotundo de la tarde, Álvaro Alarcón, se llevó el lote y, desde luego, no desaprovechó tal oportunidad. Se preocupó de poner en suerte a sus dos oponentes, algo de verdad extraordinario de ver en los novilleros actuales, y fue así cómo se vieron dos novillos que empujaron de verdad en el caballo y contemplamos dos buenos tercios de varas. Además, ambos animales resultaron encastados en la muleta, los mejores y más claros de toda la novillada. Al 3º, Alarcón lo pasó a media altura siempre y echándoselo para fuera en todos y cada uno de los muletazos, trazando diversas series de muletazos sin que mostrara ningún guiño al toreo clásico. Bueno, en realidad fue la misma tónica toda su tarde y ante sus dos novillos. Ningún muletazo en redondo, ningún muletazo sin echar la pierna atrás, ningún muletazo sin citar perfilero… Pero gustándose mucho por momentos, ese ponerse bonito que entra por los ojos con demasiada facilidad. Sus dos estocadas, además, fueron de efecto fulminante (que no buena colocación) y eso aceleró más el flamear de pañuelos blancos solicitando las orejas. Una al 3º, con petición mayoritaria; y dos al 6º, la segunda cuanto menos generosa. Fue precisamente ese 6º el mejor de toda la novillada, pero no dejó de ser excesiva la vuelta al ruedo póstuma que se le dio. ¿Casta? Para dar y regalar. ¿Empujó en varas? Por supuesto. ¿El defecto? Que solo se empleó en el caballo con un solo pitón, y eso no deja de ser "emplearse a medias".

Así es, Madrid está que lo regala. Perero regalados no han sido las ovaciones a un subalterno por su buen hacer toda la tarde con capote y banderillas. Ese fue Andrés Revuelta, un banderillero que está toreando mucho este mes de mayo y que está echando buena feria. Bien por él.

 

jueves, 19 de mayo de 2022

JUEVES 19-MAYO-22, DUODÉCIMA DE FERIA: CON LO BUENA QUE ESTÁ EL AGUA

El agua no sabe a nada. Es insípida, incolora y no desprende olor. Pero está cojonuda, y si es fría mejor. El agua sabe bien en todo momento, ya sea para saciarse la sed, para hidratarse en el gimnasio o haciendo carrera, para refrescarse la garganta y el cuerpo y hasta para las comidas (aunque en este caso, un chato de vino tinto no es menos que el agua). 

Y para los toros también. No hay nada como el agua en los toros. Oye, que si a uno le aprieta la sed antes de entrar a la plaza, pues se compra una botellita de agua mineral en uno de los cuarenta o cincuenta bares que hay en la plaza, a riesgo de dejarse un buen pico de la nómina por tan solo medio litro, y sienta como que hay Dios. El agua es cojonuda hasta en los toros, pero otros prefieren darle al matarratas con Coca-Cola (o con Fanta, o con tónica... Eso ya depende de los gustos de cada uno). Pero visto lo visto, parece sentar mejor tomarse cuatro o cinco matarratas de esos que los güenos afisionaos se toman cada vez que van a los toros: al menos salen felices y con la sensación de haber visto el mejor espectáculo de su vida. Mientras que el que se consume nada más que medio litrejo de agua sale con la sensación de que le han dado gato por liebre y que mejor hubiera sido quedarse en casa echado la siesta, el que se ha metido para el cuerpo un cubata de matarratas (o dos, o cuatro o hasta veinte en algún caso, visto lo visto) servido de botellita de Ballantines, JB o Beefeater, ha salido como si hubiera visto torear a Manolete y a Pepe Luis Vázquez mano a mano un corridón de Alipio Pérez-Tabernero, Miura o Carlos Núñez. A riesgo, eso sí, de amanecer la día siguiente con un resacón del quince.

Prefiero el agua. Sabe mejor, hidrata, purga el cuerpo y no deja rastro ni resaca. En muchas tardes de toros resulta cuanto menos tedioso e irritante regarse el cuerpo únicamente de agua, pero a la larga es mejor, sobre todo para el cuerpo. Que uno se cabrea ante una borregada infumable como la lidiada en la tarde de hoy por el ganadero Victoriano del Río; a diferencia de los que le dan al matarratas servido como si fuera whisky o ginebra de la mejor marca, que van con la sensación de que han presenciado la Corrida del Siglo. Pero prefiero el agua, que es más saludable. Agua a palo seco le hace ver a uno solamente chabacanería, vulgaridad y pegapasismo infame mientras que el que se ha pegado un lingotazo de lo que cree ser whisky o ginebra de calidad, ha visto resurgir a quien inventó al toreo. Pero no importa, mejor el agua....

Mejor el agua, aunque la tarde se haga interminable y los borregos que han saltado al ruedo y los tres pegapases que les han dado coba le dejen a uno la sensación de que se le ha caído una losa de mármol encima. Total, al final de feria el cuerpo se lo agradecerá a uno. Y también lo agradecerá la seriedad y el rigor de la Plaza de Madrid. Sin chuzos esparcidos por los tendidos, no se escucharán los ya lamentablemente clásicos gritos de Viva España, ni los aplausos a los toretes chochones y descastados, ni el biiiiiiieeeeeeeeeennnnnnnnnjjjjjjjjjj a los trapazos, ni las ovaciones a los picadores por no picar, ni las protestas a los toros solamente porque son mansos... Sí, mucho mejor el agua. definitivamente. Bien lo sentirán los toreros, ya no digo los taurinetes que hacen negocio con el triunfalismo y, sobre todo, con la venta de alcohol en el interior de las plazas de toros. Pero es por la salud.

Ah sí, sobre la corrida de hoy y tal... Pues eso: seis toretes muy mal presentados por Victoriano del Río, que ha sacado del escaparate que supone su particular Corte Inglés seis torillos para la ocasión de las figuras, es decir, blandos, tontorrones, escurridos y que van y vienen sin molestar. Todos sabemos que cuando las figuras estén por ahí, sacudiéndose el polvo de las plazas de tercera tras haber cortado orejas, rabos, patas y hasta asaduras, el señor Victoriano del Río echará en Madrid casta y bravura a raudales. Y ante estos seis espantajos, el guapísimo y portentoso José María Manzanares echando la tarde en Madrid sin despeinarse y sin mancharse el traje, para luego salir como el dios Zeus en las fotos de las fans; el flamante vencedor de la Copa Chenel del año pasado, Fernando Adrián, que el hombre es un alumno de lo más aventajado en la escuela del toreo post-moderno consistente en el cite fuera de cacho, los trapazos hacia fuera, el descargar la suerte, los pendulazos de rodillas, las manoletinas, etc., etc., etc... Y el señor Andrés Roca Rey, quien dejó hace tiempo de ser alumno aventajado en esa materia para convertirse en todo un maestro del destoreo post-moderno y de la vulgaridad. 

Y dicho esto, viva el agua  que es la mejor bebida del mundo. Feliz resaca.

 

miércoles, 18 de mayo de 2022

MIÉRCOLES 18-MAYO-22, UNDÉCIMA DE FERIA: UN GRANO NO HACE GRANERO

Un grano no hace granero. Y un buen toro, un toro bravo y encastado, no hace de una corrida de toros una buena corrida de toros. Un optimista, en estos, casos diría que el toro de marras salvó los muebles, y también diría de esta corrida que le fallaron las fuerzas, pero que a los mismos toros, dotados de más poder, hubieran sido el conjunto de una corrida de toros cuanto menos entretenida. Eso como mínimo. Sin embargo, el pesimista diría que ese buen toro, aun haciendo disfrutar, no le hace olvidar que lo que ha visto han sido toretes blandos y pastueños sin más, y que es un problema muy grande para una ganadería verse así de fuerzas y de poder. Y así llevamos toda la feria, con las honrosas excepciones de El Pilar y de los Maños. Hoy le ha tocado el turno a Pedraza de Yeltes, que ha vuelto a decepcionar una vez más en Madrid trayéndose otra corrida de toros de censurable presentación, escasa de poder, aliviada en varas y excesivamente noble. Le faltaban fuerzas, ¡¡claro que le faltaban fuerzas!!, y de haberlas tenido hubiéramos sido testigos de uno de los encierros más completos de toda esta Feria de San Isidro. Pero el poder para empujar durante toda la lidia, de principio a fin y en los tres tercios, le ha faltado y el resultado ha sido el visto y anteriormente comentado.  

Por culpa de las nulas fuerzas que los pedrazas han derrochado, no hemos disfrutado de una buena corrida de toros, pero sí hemos saboreado al que, sin duda, será uno de los toros de la feria: Huracán fue su nombre, el 32 su bautismo de fuego y septiembre de 2016 su fecha de nacimiento. Un cinqueño en toda regla que hizo pelea de bravo en varas, tomando dos encuentros en los que colocó la cara abajo y metió riñones; y en el último tercio se comió la muleta, una muleta que en ningún momento le sometió ni le pudo. O mejor dicho, ese que la sujetaba. Jesús Enrique Colombo se llama, y se dejó ir un toro de bandera que bien le podría haber cambiado la vida y con el que podía haber tapado muchas bocas. Pero con su faena tan poco asentada, vulgar y carente de mando, se dejó ir el muchachito al toro con las orejas en su sitio y, de paso, la oportunidad de su vida. Una lástima.

Ahí anduvieron también, ante los inválidos de Pedraza de Yeltes, Domingo López Chaves y Javier Cortés, cada uno a su estilo y sin realizar nada que vaya a pasar a los anales de la Tauromaquia. López Chaves realizó dos faenas caldadas a las dos babosas que lidió, de esas faenas que se llaman faenas de enfermero, pasando a los animalillos sin demasiadas apreturas, a media altura y en línea para no exigirlos mucho y, de paso, que permanecieran en pie. Aseado sin más estuvo toda la tarde Domingo López Chaves, y excediéndose en demasía con sus dos faenas para la materia prima que tenía delante. Hay que saber cuándo es el momento de echar la persiana, y de paso matar con más decoro, pues el bajonazo con el que se quitó del medio al 4º fue de multa.

Javier Cortés cogió la vacante que dejó Diego Carretero, lesionado hace pocos días, gracias a la orejita (que no oreja) cortada hace una semana a un buen toro de El Pilar. Hoy se vio sin materia prima, y por ello tampoco pudo transmitir absolutamente nada en sus dos turnos, en los que al igual que su compañero que le precedió, estuvo en enfermero. Y al igual que este compañero que iba por delante suya en el cartel, alargó sus faenas más de lo necesario. La persiana...

Pedraza de Yeltes volvió a echar en Madrid una corrida excesivamente blandurria y pastueña, y van ya unas cuantas. Demasiado para una ganadería venerada por los aficionados que gustan del Toro-Toro, y que por cada año que pasa menor es su crédito entre estos. Más toros como ese bravo Huracán es lo que sí se espera, y no esos compendios de sosería e invalidez con los que, parece, se nos quiere acostumbrar en Madrid año tras año.

 

 

martes, 17 de mayo de 2022

MARTES 17-MAYO-22, DÉCIMA DE FERIA: LECCIÓN MAGISTRAL DE TOREAR Y DE DAR PASES

Entre torear y dar pases hay un abismo. Como la cara y la cruz. Como bravura y la mansedumbre. Como la derecha y la izquierda. Como el buen gusto y la chabacanería... Y así hasta la llegada del apocalipsis. 

Torear no es dar pases, ni dar pases es torear. Y esta tarde, ante una mansada (casi) inaguantable marcada a fuego con el hierro de Araúz de Robles, se han dado sendas lecciones magistrales de lo que supone una cosa y la otra: a un lado, Ángel Téllez toreando; al otro, Joselito Adame pegando pases. Y entre medias Pepe Moral, que ni una cosa ni la otra. Simplemente no estuvo.

A Ángel Téllez se le vio mucho de novillero y también confirmar la alternativa pocos meses antes de que llegara eso que todo el mundo sabe; y gracias a todo eso se pudo observar a un chico que no dejaba de ser uno más. Hasta el punto de que tras verlo anunciado este año en plena feria se hacía excesivo. Pero hete aquí que a más de uno, y de dos y de unos cuantos más, nos ha callado la boca. Y qué agradable resulta cuando un torero, a base de pegar esos naturales que ha pegado y desprender esa torería eterna, tape bocas y diga "oiga, que estaban ustedes equivocados. Yo sí sé torear, miren miren...". Y acto seguido llega, se planta ante un torito de Araúz de Robles que ofreció pocas embestidas, y le saca cuatro naturales de los de verdad, echando toda la pierna adelante y ofreciendo el pecho, llevarlo sometido y, mientras le baja la mano, se lo lleva detrás de la cadera. Todo eso con un gusto exquisito. Pero hubo más, porque tras eso otra vez se planta ante el torete, y tras intentar en vano ese cambiado de mano que liga el derechazo con el natural, se pone de frente y da tres naturales que todavía superan, en todo, a los anteriores: en gusto, en cadencia y en pureza. Y hasta aquí la faena, ¿para qué más? Como dijo el Faraón de Camas, pobrecito de aquel que necesite más de 20 muletazos para decir algo, y a Ángel Téllez esta tarde le bastaron no más de 8 para demostrar qué es torear, aunque fuera a un torete con poco fuelle y al que hubo que sacarle todo a base de picar piedra. Solamente la espada le privó de cortar la oreja más verdadera de todas aquellas que hayamos visto en toda la feria, y en gran parte de otras. Dio una vuelta al ruedo que igualmente resultó clamorosa ¡¡Ole torero!! Dejó tal regusto el jovencito que la plaza era una caldera de expectación a la salida del 6°, pero fue entonces cuando todos nos dimos de bruces con la cruda realidad. El de Araúz de Robles ya lo ponía difícil desde que había que colocarlo para picarlo, no regaló ni medio gramo de polvo ni al matador, ni a subarlernos, ni a picadores ni a nadie. Y a los medios que se fue Ángel Téllez, citándolo desde allí, pero este tenía muchas más complicaciones. Basó toda la faena el torero en los medios, y allí el toro puso muchísimas más dificultades de las que por sí ya llevaba de serie, abriéndose excesivamente en cada muletazo y dejando al torero fuera constantemente. Ángel Téllez puso toda la voluntad del mundo, pero no resultó esta vez lucida la faena, y la sensación en el tendido es que se equivocó con el planteamiento de la faena. ¿Mala elección de terrenos? ¿Faltó de lidiar y poder primero al manso antes de torearlo, como perfectamente mostró, sin ir más lejos, Daniel Luque ante aquel mansazo de Montalvo? ¿Un poco de todo a lo mejor? Quién lo sabe... En cualquier caso, gran dimensión la ofrecida esta tarde por parte de un torero al que no acompañaba la confianza de muchos aficionados; y gran lección de lo que es torear.
 
Ah sí, lo de pegar pases y tal... Joselito Adame en estado puro, vaya. Y ante el toro de la tarde, el 4º, un encastadito animal de Araúz de Robles que, eso sí, quedó crudo en varas. Pero ofreció embestidas realmente emocionantes. Adame, en el primer estatuario que sirvió para comenzar la faena, fue arrollado espeluznantemente y cayó de muy mala manera. Se incorporó visiblemente conmocionado y volvió al toro con pundonor, pero eso no basta para triunfar en Madrid, máxime si lo que viene a continuación es una hermosa ristra de series de muletazos por ambos pitones que resultaron, del primero al último, aceleradísimos, carentes de temple y mando, citando desde la lejanía y sin fajarse con el toro, y pegando ese chabacano zapatillazo. Así durante toda la faena. El buen toro de Araúz de Robles embestía en la muleta con mucha casta, no se guardó nada el animal. Pero Joselito Adame no da para más: es un pegapases muy vulgar, siempre lo ha sido y por más que pasen los años no dejará de serlo. Lo ratificó, por si había dudas, ante ese buen toro que salió en 4º lugar; y ya lo dejó entrever ante el sobrero de Chamaco que lidió en primer lugar, un torito bonacible que iba y venía y con el que cometió los mismos pecados capitales del mantazo, el cite fuera de sitio y el zapatillazo. Lo dicho: pegar pases.
 
Sobre Pepe Moral está todo dicho: no estuvo, o eso pareció. Su alta figura vagó por el ruedo de Las Ventas como un alma en pena, y cierto es que su lote no valió para mucho más que un suculento guiso de carne de lidia, pero qué menos que andar decoroso. Y para colmo, la Presidencia le perdonó muy amablemente el tercer aviso en el 2º toro. Si no se está para venir a Madrid, no se viene y punto.
 
Lo mismo que Araúz de Robles, vacada a la cual se esperaba con cierta expectación. Dio la tarde con el encierro mandó: una corrida mal presentada, muy mansa, descastada y carente de poder. El de mejor presencia y hechuras fue, curiosamente, ese 4º que sí que dio buen juego y que, por desgracia, cayó en manos equivocadas. Redundo: si no se está para venir a Madrid, no se viene y punto.
 
A las lecciones que dieron, cada uno de lo suyo, Joselito Adame y Ángel Téllez, se le unió una lección de cómo se pone un par de banderillas perfecto, de esos que se deja al toro venir, se cuartea y se clava en toda la cara asomándose al balcón. Su ejecutor, el de casi siempre en estos casos: Fernando Sánchez. Y mención aparte a otro tercero, Alberto Zayas, por su magnífica colocación toda la tarde y que salvó algunos percances. Este peón ha actuado muchas tardes estas temporadas en Madrid y está realizando un papel sensacional.
 
Que viva el toreo eterno, hoy traído a Madrid de la mano de Ángel Téllez; y que vivan los toreros que nos tapan bocas. Ojalá más como estos.