domingo, 28 de julio de 2019

RELIQUIAS DE LA CATALUÑA TAURINA

Hablar de Cataluña puede invocar muchísimas cosas, buenas por supuesto muchas de ellas, pero otras que no lo son tanto, tal y como anda la situación política y social actual. Que Cataluña es una tierra maravillosa, con gente maravillosa, un acervo cultural maravilloso y plagada de lugares maravillosos es algo que no se le escapa ni al más pintao. Otra cosa es que en ella habite una tropa de rufianes (algunos hasta lo llevan en el apellido y todo), minoritaria ella pero que por desgracia copan todos los telediarios y portadas de los periódicos, y que para más inri hacen que en Cataluña se viva una situación insoportable. Tampoco es menos cierto que, por culpa de unos y de otros, Cataluña se está echando a perder como la gran región que siempre ha sido, caracterizada siempre por ser líder en el avance de nuestro país y por acuñar en España el movimiento vanguardista. Son muchísimos los motivos que, a pesar de todo y aunque a veces cueste muchísimo darse cuenta, hacen de esta tierra un lugar fantástico. Y uno de ellos es, o mejor dicho fue, el fuerte arraigo que el pueblo catalán siempre tuvo hacia los toros. Sí, está mejor dicho si se dice fue. Porque hace tiempo que esto se erradicó por completo a manos de esa tropa de rufianes antes mencionada, pero por supesto no sin la trascendental colaboración de otra banda más rufiana aún que la anterior, si eso puede ser posible claro: los propios taurinejos, a los cuales ni el más animalista que pisa la faz de la Tierra le gana a destructivo para con la Fiesta. Porque a pesar de las muchas zancadillas que los politicuchos, más preocupados en no aparentar lo que irremediablemente son (españoles, por si hace falta decirlo), han ido poniéndole a los toros en Cataluña, si hoy en día no se celebran corridas de toros en Cataluña es solamente por culpa de los propios taurinejos. Por si hace falta recordarlo, el Tribunal Constitucional tumbó no hace mucho la prohibición decretada por el parlamento catalán en 2010, y eso significa que en Cataluña se pueden celebrar festejos taurinos sin que nadie pueda imponerse. Pero nadie ha tenido lo que hay que tener. ¿Por qué? Porque en ese caso, las indemnizaciones habrían de ser devueltas...

Hace un año se intentó hacer una corrida de toros en Olot (Gerona), pero el proyecto quedó en agua de borrajas. Que sí, que el ayuntamiento del municipio, propietario de la plaza y comandado por gente de esa que ustedes ya saben, se negó a ceder el espacio. Eso en Cataluña no se cómo se llamará, pero en mi pueblo tiene un nombre: prevaricación. Ya ven, ni tan siquiera teniendo la legalidad de nuestra parte somos capaces de defendernos...
También se habló en su momento de que los toros volvieran a Barcelona, cuya plaza es de propiedad privada (del histórico taurino Pedro Balañá). Y nadie, absolutamente nadie movió un dedo en favor de la causa. Ni siquiera quien hasta el momento de la prohibición fuera su gestor: Toño Matilla, que... ¡Matilla!! ¡¡MATILLA!! Con la Iglesia hemos ido a topar. Así está esto.

Sí, mal que les pese a unos pocos, Cataluña siempre fue de fuerte tradición taurina, y solamente hace falta rememorar un poco la historia para darse cuenta de ello. Unas cuantas son las plazas de toros que dejaron la huella de esa fuerte tradición taurina catalana:


Gerona tuvo dos plazas de toros, la de Santa Ana (inaugurada en 1819) y la de Santa Eugenia (inaugurada en 1897, y en la cual siguió habiendo toros hasta principios de este siglo XXI). Ambas fueron derruidas. 

La de Tarragona se construyó en 1883 y aún hoy en día sigue en pie, aunque convertida en recinto multiusos que se inauguró en 2006, y desde entonces no ha albergado ni un solo festejo taurino. 

En Olot (Gerona) existe una coqueta plaza de toros construida con piedra volcánica e inaugurada en 1859, y en la que el año pasado existió un conato de celebrar una corrida de toros, cosa que, como fue de esperar, impidió el ayuntamiento del municipio. No se celebran toros en Olot desde el año 2003.

En Figueras (Gerona), en plena Costa Brava, existe una plaza de toros que se inauguró en el año 1894. Su arquitectura es curiosa, pues tiene forma hexagonal, y en su época hasta fue plaza de segunda categoría. Su último festejo data del año 2000 y en la actualidad se encuentra en un lamentable estado de abandono. 

Ahí donde la vemos, la localidad de Vic también tiene tradición taurina. Los primeros festejos taurinos de los que se tiene constancia en esta localidad datan del siglo XVII, y a lo largo de los tiempos se siguieron celebrando con gran asiduidad, hasta que en 1917 se inauguró su plaza de toros. Dicho edificio tuvo su mayor apogeo durante los años anteriores a la Guerra Civil, y siguió funcionando hasta que en 1961 se celebró la última corrida de toros, aunque el último festejo que se celebró en ella fue en 1963 una charlotada (sin duda, un claro presagio de lo que iba a venir en tiempos posteriores). Se derribó en 1966, aunque en los años 1970 y 1971 se instaló una plaza portátil en los mismos terrenos donde se ubicó la otra para dar festejos.

San Feliú de Guixols, localidad de la Costa Brava, contó con una plaza de toros que se inauguró en 1957 y que estuvo en funcionamiento hasta 1987, fecha en la que se le echó el cerrojo. Actualmente, como tantas otras, no existe, pues fue derribada en 1998.

En Lloret de Mar se construyó la plaza de toros "Juan Luis Andrés", que fue inaugurada en 1962. Su última temporada en activo fue la del año 2003, y en 2006 el ayuntamiento de la localidad procedió a su derribo.

Pero la verdadera madre del cordero en lo que a la tauromaquia catalana se refiere está, como no podía ser de otra forma, en su capital. Barcelona. El primer festejo taurino celebrado en Barcelona del que se tiene constancia fue en el año 1387. Sin embargo, Barcelona no tuvo su plaza de toros hasta bien entrado el siglo XIX: la plaza de toros de El Torín, en el barrio de La Barceloneta. Su construcción fue impulsada por el rey Fernando VII mediante Real Cédula del 3 de marzo de 1827. A través de la misma, el rey instaba a que se destinasen a la Casa de Caridad los recursos económicos recaudados mediante la celebración de corridas de toros. No careció el proyecto de inconvenientes, ya que ello coincidió con el inicio en Cataluña de la guerra de los Malcontents, o agraviados, impidiendo ello a que se comenzara con ello. Años después, fallecido Fernando VII, la Casa de Caridad volvió a impulsar el proyecto, en septiembre de 1833, para que la plaza de toros fuera construida en unos terrenos que dicha institución poseía en el barrio de La Barceloneta. Y así fue como unos meses después, la plaza de toros de El Torín se convirtió en una realidad. Se inauguró el 26 de julio de 1834, pero los problemas no tardaron en aparecer. Resultó ser que para conmemorar el primer aniversario de la plaza, se programó una corrida de toros el 25 de julio de 1835 en la que tomaron parte los matadores Manuel Romero y Rafael Pérez de Guzmán, para dar cuenta de uns corrida de Zalduendo. Los entonces toricos navarros de Zalduendo salieron en aquella tarde tan mansos, que se organizó un gran escándalo, primero en la plaza con el lanzamiento de objetos al ruedo, y posteriormente en la calle. Por aquel entonces el ambiente en la calle estaba tensionado por cuestiones políticas (parece ser este el sino de Barcelona, corcho), y se vivían casi a diario agitaciones en las calles. Cuando algunos aficionados salieron de la plaza armando gresca a consecuencia de la horripilante tarde de toros que vivieron, ello dio pie a que los agitadores habituales aprovecharan que el Pisuerga pasa por Valladolid para armar la suya propia. El lío que se montó se convirtió en algo así como una revolución anticlerical, llegando a arder conventos y monasterios. Algunos frailes perdieron la vida en aquel día. Al día siguiente, las autoridades decretaron el cierre de la plaza de toros de El Torín, ya que se consideró que la mecha se prendió en la plaza de toros por los aficionados. Sea lo que fuere, la plaza permaneció cerrada a cal y canto durante 15 años, no volviéndose a reabrir sus puertas hasta 1850 salvo en una excepción: la del año 1841, en el cual se celebraron algunos festejos en beneficio del Séptimo Batallón de la Milicia Nacional. Aquel año de 1850 se celebraron un total de nueve festejos, pero otra vez la inestabilidad volvió a hacer mella en el normal transcurso de la temporada taurina, pues debido a algunos sucesos varios tales como carteristas, colocación de bombas por parte de anarquistas, falsificadores de monedas y billetes y hasta las multas interpuestas al matador de toros Conejito por enfrentarse a la Autoridad, la plaza hubo de cerrar durante los años de 1851, 1854 y 1865. Durante algunas décadas continuó en funcionamiento El Torín, pero con la inauguración de Las Arenas en 1900 comenzó su decadencia. Este recinto comenzó a coger mucho más protagonismo en Barcelona, y durante los años posteriores en El Torín únicamente se celebraron novilladas y de manera muy esporádica. Además, a ello se le sumaron diversas sanciones de carácter económico provenientes de las autoridades municipales a causa de la baja calidad de los festejos que se programaban y de la falta de seguridad. Es el día 23 de septiembre 1923 cuando se celebra el último festejo, una novillada en la que tomaron parte Faroles, Alcalareño II y Nacional chico, ante una novillada de Hidalgo. Durante algunos años el edificio fue utilizado como almacén, y en el año 1946 se procede a su derribo.

El Torín de la Barceloneta hizo de esta ciudad, junto con Las Arenas y La Monumental, la más taurina de toda España. Las tres se mantuvieron en funcionamiento de forma simultánea entre 1914 (inauguración de la Monumental) y 1923 (cierre de El Torín).
Las Arenas de Barcelona fue una plaza de toros promovida con la intención de darle relevo a El Torín, pues esta plaza empezaba a quedarse chica ante la creciente población y afición de Barcelona. De estilo neomudejar, fue inaugurada el 29 de junio de 1900 con una corrida mixta en la que se lidiaron 8 toros del Duque de Veragua, siendo lidiados los dos primeros por los rejoneadores Mariano Ledesma e Isidro Grané, respectivamente, y estoqueados por Alejandro Alvarado "Alvaradito". Los seis restantes correspondieron a las cuadrillas de Luis Mazzantini, Conejito y Algabeño. No solo fue escenario de importantes acontecimientos taurinos, pues también sirvió como auditorio de mítines políticos, veladas de boxeo, partidos de baloncesto, carreras de ciclismo, espectáculos circenses y hasta sirvió como cuartel del ejército republicano durante la Guerra. Su última corrida de toros tuvo lugar el 19 de junio de 1977, corriéndose toros de María Antonia Laá y siendo estos estoqueados por José Manuel Domínguez "Dominguín", Armillita chico y Tomás Campuzano. Sola y abandonda durante casi tres décadas, fue reconvertida en un centro comercial que se inauguró en marzo de 2011. Solo queda una pizca de esencia de lo que fue gracias a su fachada neomudejar y su puerta grande, pero lo que nadie puede borrar de la memoria es que por donde ahora pasean cientos de personas portando bolsas de Mango, Zara, H&M o Pull&Bear, en otro tiempo se corrieron toros nada menos que del Duque de Veragua, Cobaleda, Coquilla, Miura o Clairac. Tampoco puede borrarse que en las salas de cine donde hoy se proyecta El Rey León, antaño eran tendidos donde los aficionados barceloneses dieron cuenta de grandes tardes durante la Edad de Oro del toreo. También en esta plaza el miura "Desertor" le segó la vida a Domingo del Campo "Dominguín", y tomaron la alternativa Juan Silveti, "Facultades" o Francisco Martín Vázquez (padre de Pepín Martín Vázquez).

Y por último, La Monumental. Una de esas plazas "monumentales" promovida por el Rey de los toreros para dar cabida a una mayor cantidad de público, de diferentes clases sociales además, ante la demanda de público que suscitaba la Edad de Oro del toreo. La plaza donde tomaron la alternativa Domingo Ortega, Pepín Martín Vázquez, César Girón, Chamaco, Paquirri o Julio Robles, entre muchos otros. La plaza donde Cuchareto, de Hoyo de la Gitana, arrebató la vida del portugués José Falcón, y donde también perecieron los banderilleros Mariano Alarcón (1952) y Joaquín Camino (1973). La plaza donde los dos Monstruos de la tauromaquia, el de Córdoba y el de Galapagar, dejaron su impronta por siempre. Una de las pocas plazas, sino la única, que puede presumir de haber tratado de tú a la Maestranza de Sevilla y a Las Ventas. La Monumental de Barcelona, la Señora de la Fiesta por antonomasia, y que fue inaugurada el 12 de abril de 1914 bajo el nombre de "El Sport" con una corrida de toros del Duque de Veragua de la que dieron cuenta Vicente Pastor, Papa Negro, Martín Vázquez y Torquito. Ese mismo día y a esa misma hora se programó otro festejo en Las Arenas en la que se lidió una corrida de Guadalest por Regaterín, Manolete padre y José Flores "Camará". Las Arenas registró media plaza mientras que la Monumental se llenó. Aun con todo, la Monumental no pareció alcanzar las expectativas de aforo, por lo que se continuaron las obras para acoger más público en sus tendidos. Y así, el 27 de febrero de 1916, la plaza de toros de "El Sport" fue reinagurada, sustituyendo su denominación por "Monumental de Barcelona", con un cartel de campanillas: toros de Benjumea para Gallito, Posadas y Saleri II. Y cabe también decir que ese mismo día y a esa misma hora, en El Torín se celebró una novillada con el hierro de Anastasio Martín que fue lidiada y muerta a estoque por Barquerito y Calvache. Durante diez temporadas las tres plazas de toros de Barcelona fueron protagonistas de una encarnizada competencia, de la cual salió con más prestigio la Monumental, pues los carteles que se programaban en ella tenián una mayor calidad que sus dos rivales. Tanto así, que en muy poco tiempo la Monumental de Barcelona se puso a la altura en cuanto a prestigio se refiere de las dos grandes plazas de España: Madrid y Sevilla.

Tras un siglo de historia, la Monumental sigue en pie hoy en día rodeada por una sociedad que parece haber olvidado (supongo que muy adrede) la gran importancia de Barcelona en el panorama taurino de toda la geografía mundial. Allí sigue su estructura neomudejar, a la cual comienza a notársele un preocupante estado de deterioro y abandono. En ella se siguen celebrando eventos varios totalmente ajenos a la Fiesta, y hasta junto a la puerta grande se anuncian los horarios de entrada a su museo taurino. Pero un servidor ya se ha dejado caer por allí unas cuantas de veces y se ha encontrado con que el museo está cerrado y no hay posibilidad de que sea visitado; ni tampoco el amable señor que hay colocado en la taquilla de la plaza (no se para qué en verdad) ha podido aclararme la verdadera situación del museo taurino, pues lo poco que habló al ser interpelado no lo dijo en castellano, precisamente.

Fueron otros tiempos tiempos en Cataluña. Quizás algunos, con sonrisa y naturalidad, como si ello fuera bueno y todo, lo achaquen al antes mencionado "avance de la sociedad y vanguardia". Pero nada más lejos de la realidad, un pueblo que reniega de su pasado, de su cultura y de sus tradiciones, que las erradica de su sociedad y de las mentes de sus ciudadanos, y además las prohíbe no es un pueblo que avance. Más al contrario, retrocede como los cangrejos y se instala en una espiral más parecida al medievo que a otra cosa. Y si a ellos se les suma que si los taurinejos vuelven a dar toros en Cataluña tienen que devolver las indemnizaciones que les hizo cobrar la prohibición, nos podemos terminar de dar por muertos. En fin, lo que nadie podrá hacer es borrar de la historia la enorme importancia que la Cataluña taurina tuvo a lo largo de los tiempos.  

lunes, 8 de julio de 2019

HISTORIA DE LA FERIA DEL TORO DE PAMPLONA: 60 AÑOS NO SON NADA

Julio, comienza el verano. Es tiempo de vacaciones, viajes, playa, piscina, helados... ¡¡y sanfermines!! Nos ocupa esa semana del año en la cual todas las miradas se centran en lo que ocurre en Pamplona a eso de las 8 de la mañana, cuando el cohete anuncia la salida de los toros al casco viejo de la ciudad. Mucho más allá de los encierros, está lo que ocurre en el coso de La Misericordia por la tarde, cuando los mismos toros que por la mañana protagonizaron momentos de emoción y belleza junto con los mozos que los corrieron, son lidiados y estoqueados en el ruedo pamplonica. Si algo caracteriza a la plaza de La Misericordia, amén del ambiente festivo y el jolgorio con el que se viven los festejos, es la seriedad del Toro que se lidia en esta plaza. Esto supone un verdadero oasis para el aficionado, cada vez más harto de toparse constantemente con festejos anodinos donde se lidian animales indignos de llamarse Toro. En Pamplona, en plenas fiestas en honor a San Fermín, se celebra la Feria del Toro, donde se cuida con mucho escrúpulo la presencia de toros de impresionante trapío y estampa (destartalados como los llama el taurineo rancio y antitaurino), y esto supone que esas fechas sean todo un referente para el aficionado.

La Feria del Toro como tal fue creada en el año 1959. Corría entonces una época en la que las secuelas de la Guerra Civil aún influían a la hora de encontrar animales con cuajo y trapío para confeccionar las ferias. Por ello, en el año 1957 La Meca se hace con los servicios de Miguel Criado "El Potra" para llevar a cabo las tareas de selección de toros acordes con lo que la afición navarra demandaba. Durante los primeros meses de 1959, cuando se empiezan a confeccionar los carteles de la feria de San Fermín, La Meca se encuentra con serios problemas a la hora de contratar a Luis Miguel Dominguín y Antonio Ordóñez, los mandones de la época, y al no encontrar acuerdos a la hora de establecer hierros a lidiar y dineros a cobrar, La Meca se centra en elaborar una feria que se caracterizó por contar con los hierros más prestigiosos del momento. Éstos fueron Juan Pedro Domecq, Miura, Pablo Romero, Carlos Núñez, Benítez Cubero, Vizconde de Garci-Grande y una novillada de Isaías y Tulio Vázquez. La Feria del Toro es una realidad. Sesenta años después, las ganaderías que más han lidiado en la Feria del Toro son:

 -MIURA: El mítico hierro de la A con asas tiene el honor de liderar este ránking. Dicen los aficionados más cualificados que no podrían entenderse unos sanfermines sin los astados miureños, y razón no les falta. Desde 1977 no se han ausentado ni un solo año de los carteles de Pamplona, aunque en el año 1978 no pudo lidiar al ser suspendidas las fiestas de Pamplona por motivos extrataurinos. En total, 53 ferias a sus espaldas, a saber 1959, 1960, 1963, 1965, 1966, 1970, 1971, 1972, 1973, 1974, 1975; y desde 1977 hasta nuestros días. También son numerosos los premios que Miura lleva a sus espaldas:


PREMIOS FERIA DEL TORO

+ 1974: Corrida lidiada el 13 de julio por Manolo Cortés, J.L. Parada y A.J. Galán.

+1977: Corrida lidiada el 8 de julio por Ruiz Miguel, J.L. Parada y A.J. Galán. 

+1984: Corrida lidiada el 14 de julio por Ruiz Miguel, J.A. Campuzano y Víctor Mendes.

+1999: Ex aequo con la corrida de Cebada Gago. Lidiada el 11 de julio por Sergio Sánchez, J.J. Padilla y Antonio Ferrera.

+2008: Ex aequo con la corrida de El Ventorrillo. Lidiada el 13 de julio por El Fundi, J.J.Padilla y Rafaelillo.


PREMIOS CARRIQUIRI

+ 1972: "León", lidiado el 10 de julio por Andrés Vázquez (OREJA)

+ 1973: "Importuno", lidiado el 14 de julio por A.J. Galán (DOS OREJAS Y RABO)

+ 1974: "Galguito", lidado el 14 de julio pos Manolo Cortés (OREJA)

+ 1975: "Aguijito", lidiado el 10 de julio por  A.J. Galán (OREJA)

+ 1977: "Algabeño", lidiado el 8 de julio por A.J. Galán ( DOS OREJAS)

+ 1983: "Navajito", lidiado el 10 de julio por J.A. Campuzano (DOS OREJAS)

+ 1997: "Abulagueño", lidiado el 13 de julio por El Fundi (OREJA)

+ 1999: "Bombito", lidiado el 11 de julio por J.J. Padilla (OREJA)

+ 2003: "Lagartijo", lidiado el 13 de julio por J.J. Padilla (OREJA)



-MARQUÉS DE DOMECQ: Hablar de sanfermines es hablar también del mítico hierro de don Pedro Domecq Rivero, el cual ha lidiado en la Feria del Toro nada menos que en 28 ocasiones (1962, 1963, 1964, 1975, 1976, 1978 a 1994, 1996, 1998, 1999, 2001, 2002, 2004, 2006, 2007 y 2010). En sus 28 ferias comparecientes, han coleccionado varios premios:


PREMIOS FERIA DEL TORO


+ 1963: "Escorpión", lidiado el 11 de julio por Luis Segura (DOS OREJAS)

+ 1983: Corrida lidiada el 12 de julio por Ruiz Miguel, J.L. Palomar y Yiyo.

+ 1991: Ex aequo con la corrida de Guardiola. Lidiada el 8 de julio por Ortega Cano, Emilio Muñoz y Litri.

+ 1998: Corrida lidiada el 13 de julio por Emilio Muñoz, Rivera Ordóñez y Morante de la Puebla.


PREMIOS CARRIQUIRI


+ 1985: "Helador", lidiado el 11 de julio por Ortega Cano (DOS OREJAS)

+ 1986: "Vidriero", lidiado el 12 de julio por J.A. Campuzano (SALUDOS). Este premio fue concedido ex aequo con el toro "Bilbaíno", de Murteira Grave, lidiado el 13 de julio por Roberto Bermejo.

+ 1993: "Fresón", lidiado el 9 de julio por César Rincón (DOS OREJAS)

+ 1994: "Marcador", lidiado el 13 de julio por César Rincón (SILENCIO/AVISO)





-CONDE DE LA CORTE: Hierro que goza hoy día de una gran importancia en la cabaña brava española al ser madre de la gran parte de ganaderías existentes. No menos importante es su extenso historial en la Feria del Toro de Pamplona, en la cual han lidiado en 25 ocasiones (1961 a 1972, 1974, 1978 a 1982, 1990 a 1994, 1997, 1998 y 2008). 
No cuenta, sin embargo, con un extenso palmarés en cuanto a premios se refiere, como se ve reflejado a continuación:

+1964: Premio "Feria del Toro" a "Nuevecosechas", lidiado el 7 de julio por Pedrés ( DOS OREJAS)

+ 1965: Premio "Feria del Toro" a "Guineo", lidiado el 8 de julio por Paco Camino (BRONCA)

+ 1971: Premio "Carriquiri" a "Vareto", lidiado el 13 de julio por Diego Puerta (OREJA)

+ 1991: Premio "Carriquiri" a "Hablador", lidiado el 7 de julio por Sergio Sánchez (SILENCIO)




-PABLO ROMERO - PARTIDO DE RESINA: Los "toros guapos", hoy desgraciadamente en horas bajas, también son muy conocidos en Pamplona. Así lo abalan sus 25 comparecencias (1959 a 1962, 1970 a 1979, 1981 a 1985, 1987, 1988, 1989, 1993, 1994 y 2000).
Tampoco ha sido lo que se dice muy galardonada esta ganadería: solo cuenta en su haber un Premio "Feria del Toro" a la mejor corrida, allá por el año 1975, lidiada por Paquirri, Julio Robles y Ruiz Miguel el 8 de julio. 




-CEBADA GAGO: Más allá de la sanguinaria fama que poseen en Santo Domingo-Ayuntamiento-Mercaderes-Estafeta-Telefónica, los toros de Cebada Gago aparece en este ránking en quinto lugar. Hizo su debut en Pamplona el 11 de julio del año 1982 con un toro corrido como sobrero en la corrida de Pablo Romero. Volvió con una novillada en 1984 y, al año siguiente, su debut con corrida de toros. Desde entonces, solo se ha ausentado de los carteles en tres ocasiones: 1997, 2014 y 2015; si bien en 2013 no lidió la corrida que sí estaba anunciada en un primer momento al ser esta rechazada por los veterinarios.
Cebada cuenta con un importante palmarés:


PREMIOS FERIA DEL TORO

+ 1986: Corrida lidiada el 10 de julio por J.M. Manzanares, Julio Robles y L.F. Esplá.

+ 1990: Corrida lidiada el 10 de julio por Roberto Domínguez, Emilio Muñoz y Fernando Cepeda.

+ 1992: Corrida lidiada el 8 de julio por Juan Mora, Rafael Camino y Jesulín de Ubrique.

+ 1999: Ex aequo con la corrida de Miura. Lidiada por Manuel Caballero, Pepín Liria y Dávila Miura.

+ 2001: Corrida lidiada el 9 de julio por Pepín Liria, J.J. Padilla y Jesús Millán.

+ 2006: Corrida lidiada el 10 de julio por López Chaves, Francisco Marco y Fernando Cruz.

+ 2012: Corrida lidiada el 12 de julio por Francisco Marco, Morenito de Aranda y Antonio Nazaré.


PREMIOS CARRIQUIRI

+ 1990: "Trepador", lidiado el 10 de julio por Emilio Muñoz (OREJA)

+ 1992: "Panadero", lidiado el 8 de julio por Juan Mora (OREJA)

+ 1998: "Manzanillo", lidiado el 10 de julio por Jesulín de Ubrique (SALUDOS/AVISO)

+2007: "Segador", lidiado por Juan Bautista el 10 de julio (SILENCIO)





-HEREDEROS DE D. SALVADOR GUARDIOLA FANTONI: Ausentes desde 1999, los astados de El Toruño también cuentan con una dilatada experiencia en Pamplona. 21 corridas de toros (1965, 1968, 1969, 1972 a 1975, 1978, 1979, 1980, 1984 a 1993, y 1996 a 1999), una novillada en 1966 y una corrida de rejones en 1976 es la experiencia en la Feria del Toro de estos villamartas. 

PREMIOS FERIA DEL TORO

+ 1989: Corrida lidiada el 10 de julio por Roberto Domínguez, Víctor Mendes y Emilio Oliva.

+ 1991: Ex aequo con la corrida de Marqués de Domecq. Lidiada por Morenito de Maracay, Víctor Mendes y Juan Cuéllar.

+ 1996: Corrida lidiada el 8 de julio por El Fundi, F.J. Martínez "Paquiro" y Javier Vázquez.

+ 1997: Corrida lidiada el 8 de julio por Juan Mora, El Tato y Pepín Liria.


PREMIOS CARRIQUIRI

+ 1987: "Carasucia", lidiado el 8 de julio por Morenito de Maracay (SALUDOS)

+ 1988: "Abeja", lidiado el 8 de julio por Paco Alcalde ( PALMAS)

+ 1989: "Ricolata", lidiado el 10 de julio por Víctor Mendes (SILENCIO)




-TORRESTRELLA: Los toros de Torrestrella, también con una siniestra fama en las calles de Pamplona, se lidiaron por primera vez en la Feria del Toro el mismo año del nacimineto de esta, 1959, para sustituir a la corrida que en un primer momento iba a ser lidiada con el hierro de Benítez Cubero. Desde entonces, ha lidiado un total de 23 ocasiones en la Feria del Toro (1959 a 1963, 1966, 1969, 1973, 1976, 1977, 1988, 1994 a 1997, 2000 a 2004, 2011, 2013 y 2014). 


PREMIOS FERIA DEL TORO

+ 1959: "Rabioso", lidiado el 9 de julio por Curro Girón (DOS OREJAS Y RABO)

+ 1962: "Buscalíos", lidiado el 12 de julio por Mondeño (OREJA)

+ 1966: "Escultor", lidiado el 14 de julio en corrida concurso por Antonio Ordóñez (BRONCA)

+ 1994: Corrida lidiada el 12 de julio por Emilio Muñoz, Juan Mora y Chamaco.

+ 2002: Corrida lidiada el 13 de julio por Víctor Puerto, Antonio Ferrera y El Fandi.


PREMIOS CARRIQUIRI

+ 1995: "Castellano", lidiado el 13 de julio por Juan Mora (OREJA)

+ 1996: "Borracho", lidiado el 12 de julio por Jesulín de Ubrique (SALUDOS/2 AVISOS)

+ 2002: "Sonajero", lidiado el 13 de julio por Antonio Ferrera (OREJA)




-FERMÍN BOHÓRQUEZ: Habituales hoy día en rejoneo, los murubes de don Fermín Bohórquez tampoco son moco de pavo en la Feria del Toro. La ganadería gaditana ha estado presente en 19 ferias, aunque hay que remontarse al año 1986 para dar cuenta de la última corrida que lidió a pie. En total son 16 corridas lidiadas a pie (1961 a 1965, 1967, 1968, 1969, 1973, 1975, 1978, 1980, 1981, 1984, 1985 y 1986), más 3 corridas de rejoneo (1997, 2007 y 2008). Cuenta con un historial de premios muy escueto: tan solo un "Premio Carriquiri" concedido al toro "Palomero", lidiado el 11 de julio de 1984 por Emilio Muñoz, quien fue pitado.



-JUAN PEDRO DOMECQ: Los "toros artistas" que tan de moda están entre los figurines a día de hoy han lidiado en la Feria del Toro en 15 ocasiones (1959, 1960, 1964 a 1971, 1974, 2003, 2004, 2005 y 2012). Como puede comprobarse, fue todo un clásico en la Feria durante los años 60.


PREMIOS FERIA DEL TORO

+ 1966: Mención honorífica a "Maniguero", lidiado el 13 de julio por Andrés Vázquez (DOS OREJAS Y RABO)

+ 1969: Corrida lidiada el 14 de julio por Diego Puerta, Paco Camino y El Viti.

+ 1970: Lidiada el 8 de julio por José Fuentes, Paquirri y J.L. Parada.

+ 1971: Lidiada el 7 de julio por Manolo Cortés, Curro Rivera y J.L. Parada.


PREMIOS CARRIQUIRI

+ 1969: "Madrileño", lidiado el 14 de julio por El Viti (BRONCA)

+ 1970: "Delirio", lidiado el 8 de julio por Paquirri (DOS OREJAS)




-JANDILLA: Finalizamos este ránking con otro hierro muy idolatrado por los toreros "importantes" de la actualidad. Los toros de don Borja Domecq, los cuales tantos encierros peligrosos se han cobrado, han lidiado en la Feria del Toro un total de 20 ocasiones, contando con esta de 2019. Hizo su debut en el año 1983, pero no regresó hasta 1997, año a partir del cual participa en las siguientes 12 ediciones, concretamente hasta 2010. Los años 2011, 2012 y 2013 quedó ausente, para regresar en 2014 y no ausentarse desde entonces.

PREMIOS FERIA DEL TORO

+ 2003: Corrida lidiada el 10 de julio por Rivera Ordóñez, El Juli y César Jiménez.

+ 2004: Corrida lidiada el 12 de julio por Dávila Miura, Miguel Abellán y Matías Tejela.

+ 2017: Ex-aequo con Victoriano del Río. Corrida lidiada el 11 de julio por Miguel Ángel Perera, Cayetano y Roca Rey.

+ 2018: Corrida lidiada por Juan José Padilla, Cayetano y Roca Rey.


PREMIOS CARRIQUIRI

+ 2004: "Olivarero", lidiado el 12 de julio por Dávila Miura (DOS OREJAS)

+ 2005: "Regidor", lidiado el 11 de julio por Salvador Cortés (OREJA/AVISO)

+ 2009: "Sabueso", lidiado el 9 de julio por Rubén Pinar (OREJA)

+ 2016: "Decana", lidiado el 11de julio por Alejandro Talavante (VUELTA AL RUEDO)




No podemos finalizar este artículo sin recordar a una persona muy querida en Pamplona y cuya ganadería es también un clásico en la Feria del Toro. Me refiero a la recordada doña Dolores Aguirre, quien ha estado presente en Pamplona en 16 ocasiones. La Doña hizo su debut en la Feria del Toro en 1980, para regresar en 1989 con un sobrero, y en 1995. La siguiente fue en 2002, y desde entonces es habitual en Pamplona hasta el 2014, año en el que hizo su última aparición.
En tres ocasiones ha sido galardonado este hierro con el "Premio Feria del Toro", la primera en año 1995 por una corrida lidiada el 9 de julio por Cristo González, Javier Vázquez y Pepín Liria; la segunda el 11 de julio de 2009, estoqueada por Serafín Marín, David Mora y Joselillo; y la tercera el 8 de julio de 2013, y de la que dieron cuenta Manuel Escribano, Joselillo y Juan del Álamo.
Con el "Premio Carriquiri" ha sido galardonado este hierro en una sola ocasión, concretamente el toro "Langosta", lidiado por Joselillo el 11 de julio de 2009 (OREJA). 





BIBLIOGRAFIA:
 feriadeltoro.net
feriadeltoro.com
Libro "Ganaderías históricas de los sanfermines", de Roberto Moreno Torres
Enciclopedia "La Pasión por los Toros", año 1994






viernes, 5 de julio de 2019

MANOLETE vs RATÓN: UNA FAENA PARA LA HISTORIA

Madrid, 6 de julio de 1944. Corrida de la Prensa. Por tal motivo, en los corrales de Las Ventas aguarda una corrida de don Alipio Pérez-Tabernero Sanchón, la cual ha de ser lidiada y muerta a estoque por Luis Gómez "El Estudiante", Juanito Belmonte y Manuel Rodríguez "Manolete". Casi nada.

Las notas más destacadas de la corrida fueron sendos trofeos conseguidos por "Estudiante" y Manolete en los toros primero y tercero, respectivamente; hasta que llegó el sexto y último turno de la corrida. Saltó al ruedo un toro de don Alipio del que se cuenta que armó un escándalo monumental en el tendido por ser excesivamente feo y terciado, ante lo cual el señor presidente hizo asomar el pañuelo verde. En su lugar salió al ruedo un negro zaíno de nombre Ratón, número 242, del hierro portugués de don José Lacerda Pinto Barreiros. Ante este toro, Manolete no solo obtuvo su triunfo más apoteósico en Madrid, sino que además realizó la que para muchos críticos y aficionados fue la mejor y más completa faena de su carrera, la que retrata más a lo vivo su toreo, como dijo el famoso documentalista taurino Fernando Achúcarro.

Los que habíamos visto torear a Manolete en Barcelona, en Bilbao, en Valencia, en cualquier parte, sabíamos que un día le saldría el toro en Madrid y la capital se inclinaría. Y así ha sido. Tan rotundo, tan total, que no se habla de otra cosa. El fino sentido periodístico ha traído a la primera plana de los diarios esta figura tan tranquila e impasible, que pisa el ruedo como si llevase a sus espaldas cuarenta generaciones de toreros. Este es Manolete, a quien se rinden propios y extraños y que en su arte llega a cimas incalculables. Es hermoso coronar con la juventud el triunfo. Y coronarlo con el riesgo y el peligro, con el heroísmo de la muerte, escurrida entre cascadas de arte y alegría》. Artículo firmado por José Vicente y publicado en El Ruedo el 11 de julio de 1944, sobre aquella faena.

La apoteosis, el no va más, llega con el toro que cierra plaza, y que al salir de chiqueros hace cosas de muy feo estilo. La gente, ante tales maneras, se dispone a cubrir el expediente: se prepara para irse. Total, en un cuarto de hora estará fuera de la plaza, camino de casa. Pero el torero cordobés no es de la misma opinión y piensa otra cosa. Se esfuerza por sujetar al astado; torea a la verónica colosalmente. La primera serie de lances la remata con una media muy templada, le vale la correspondiente ovación. En el turno de quites se repite el éxito. Manolo tiene ganas de pelear; "habrá faena", aseguran los peñistas del 7. Efectivamente, tocan a matar, y el torero toma la muleta y el estoque y se va al centro del ruedo para brindar a los aficionados. Desde lejos, cita al toro y le administra un ayudado por algo que pone a la plaza en pie. Otra ovación. Luego se lleva el trapo rojo a la zurda y torea al natural. La serie resulta espectacular y redonda, pues el torero de Córdoba no se ha movido del sitio donde ha ejecutado el primer pase. Cuando le da el de pecho al final, el ruedo se cubre de sombreros. Ya hay incluso quien, adelantándose a los acontecimientos, pide, nervioso, la oreja. Manolete continúa con su magistral lección. Es todo un curso sobre aunténtico toreo. Entre palmas y vítores, Manolo hace pasar al bicho en otro capítulo de naturales, seguido de derechazos en redondo y de las discutidas manoletinas. Da algunos muletazos "mirando al tendido", que desatan la locura del público. En una breve pausa, los espectadores, en pie, le aclaman y solicitan para el espada los trofeos de rigor. Al fin, el torero de Córdoba monta el estoque y ejecuta la suerte suprema maravillosamente. No cae el toro y, cuando se dispone a descabellarlo, la gente, temiendo que no acierte a la primera y se produzca el desencanto, le pide que lo deje. Pero Manolete cumple con su deber. Al primer intento se derrumba el bicho, y se desencadena el entusiasta carrusel de aclamaciones. Con las dos orejas del vencido animal en la mano, recorre el torero el redondel, y por la Puerta Grande sale en hombros de los entusiastas》.
Francisco Narbona, en su obra "Manolete".


DE CENTELLA RATÓN
Don José Lacerda, criador del toro con el que el Monstruo de Córdoba se encumbró en Madrid, contó una curiosa anécdota sobre el toro en cuestión. Resultó ser que el animal se llamó desde un primer momento Centella. El caso es que fue adquirido por la empresa de Madrid como novillo, haciendo de sobrero en algunas corridas durante algún tiempo, sin conseguirse que fuera lidiado. Centella se hizo amo y señor de los corrales de Las Ventas durante todo ese período de tiempo, llegando incluso a comerse el pienso destinado para los otros toros. Por tal motivo, el mayoral de la plaza comenzó a apodar al bicho Ratón, sobrenombre con el que pasó a figurar, de la mano del IV Califa del Toreo, en las páginas doradas de la Tauromaquia aquel histórico 6 de julio de 1944 en Las Ventas.