Con la simiente ganadera ya comentada anteriormente, es el
turno de hablar de los matadores de toros que se verán las caras con aquellas
ganaderías. Cincuenta y seis son los puestos vacantes disponibles en San Isidro
2023, contando con las dos corridas extraordinarias fuera de abono y no
teniendo en cuenta el puesto de Diego Ventura en la mixta del 13 de mayo, el
mano a mano la tarde de los victorinos y
los dos puestos de la Beneficencia, los cuales se ocuparán por dos triunfadores
de la feria. Cincuenta y seis puestos que se han distribuidos entre un póker
(el de Emilio de Justo), cuatro tripletes (Morante de la Puebla, El Juli,
Alejandro Talavante y Roca Rey), catorce dobletes y otros catorce matadores que
solamente estarán una tarde. Con esta necesaria reducción de tardes en el abono
se han conseguido eliminar un buen número de carteles que carecían del más
mínimo sentido e interés, pero por desgracia no al completo. Se antoja cuanto
menos necesario quitarle corridas de toros a la feria, pero no menos importante
resultaría dejar en casita, viendo los toros por la tele, a ciertos toreros que
no se sabe muy bien qué carajo pintan ahí, en detrimento de otros cuantos
toreros que sí se quedarán en casa sin
tampoco merecerlo. Sin ir más lejos, uno de ellos es Rafaelillo, torero que con
sus más y sus menos siempre ha dado la cara y dejado buenas actuaciones. Para
más inri, la mejor estocada del año 2022
en Madrid corrió a cuenta suya. Se antoja cuanto menos injusta su ausencia. No
somos pocos tampoco los que echamos de menos a Curro Díaz, Javier Cortés, Damián
Castaño, Morenito de Aranda, Sergio Serrano o incluso a David de Miranda, aquel rotundo triunfador
del San Isidro pre-covid al que la
tierra parece haberse tragado. Caso aparte es el de Juan Ortega, un torero que
a base arte y mucha enjundia se ha hecho imprescindible en las ferias. Parece
que no le cuadró venir, eso que dicen los toreros de “no me ofrecieron lo que mi categoría como torero merece” y tal… Y
por sorpresa, aunque en Madrid pocos le echarán en falta, también se ha quedado
fuera Antonio Ferrera. En verdad, el curioso halo que gira en torno a este
torero en los últimos tiempos hace que se espere cualquier cosa de él.
** Cuatro tardes contratadas tiene Emilio de Justo, al que su gran
apuesta para 2022 se vio truncada en el primer minuto del primer envite. Con
esas cuatro tardes, en las que se verá las caras con los toros de Garcigrande,
Puerto de San Lorenzo, Victorino Marín, Victoriano del Río y Domingo Hernández
(estas dos últimas en Beneficencia) muestra gran ambición por recuperar el
tiempo que perdió mientras le duró su grave lesión. Merece suerte.
** MORANTE
DE LA PUEBLA (Garcigrande – Alcurrucén – El Torero): Temporada y media
parece haberle durado a Morante eso de “eztoy
aburrío der toro güeno”, por mucho que algunos de sus palmerines acérrimos
intenten venderlo como que se verá las caras en Madrid con ganaderías de tres
encastes diferentes (porque como todo el mundo sabe, lo de Garcigrande y El
Torero son, respectivamente, navarros y jijones).Más allá de todo eso, con uno
que a Morante le embista ya tenemos la feria entera amortizada.
** EL JULI (La Quinta –
Alcurrucén – Victoriano del Río): Tras muchos años viniendo a Madrid (si es que
venía) como un mero trámite, don Julián se
presenta este año en San Isidro como ha de presentarse una verdadera figura:
tres tardes, tres encastes diferentes. Bien por él. Claro que algo tendrá que
ver en todo esto sus actuaciones en esta plaza el pasado año, las cuales
parecieron servirle como bálsamo contra los males psicológicos que siempre
padeció al hacer el paseíllo en Madrid. ¿Se inhibirá, asimismo, de esas cositas
como el pico de la muleta, el torear hacia fuera, el infame julipié y demás…?
** ALEJANDRO TALAVANTE
(Victoriano del Río/Núñez del Cuvillo – Alcurrucén – Victoriano del Río): Cinco
tardes en Madrid, cinco petardos sonoros (con toro al corral incluido). Así se
resume su año de regreso a los toros tras quitarse en 2018. Gran figura, torero
de gran interés y todo eso, pero un año tan caótico debería penalizar, por lo
que tres tardes se antojan excesivas. Le sobra una.
** ROCA REY (La Quinta – Puerto
de San Lorenzo – Victoriano del Río): Sigue siendo el torero arrollador que
llena las plazas (de los poquísimos que lo hacen a día de hoy), al igual que
sigue creando divisiones de opiniones cada vez más fuertes entre los
aficionados por su manera de interpretar el toreo. Este año ha dado un paso
adelante y lidiará la corrida de La Quinta, cosa que es de agradecer.
** TOMÁS RUFO (Garcigrande –
Alcurrucén): Dos tardes y bien colocado, como cabía esperar de uno de los
nombres propios del pasado año. Como otros tantos toreros jóvenes que fueron la
revelación el pasado año, viene con ganado de ese que dicen de “garantías”, sin
complicarse lo más mínimo. ¿Para qué hacer el gesto de pedir la de Escolar, La
Quinta, Adolfo o Victorino?
** DANIEL LUQUE (Juan Pedro
Domecq – Alcurrucén): Si bien suele arrasar allá donde va, no termina de
cogerle la medida a Madrid y, en gran parte, esto se le debe a su mala suerte
en los sorteos. Su toreo no se ajusta a los moldes clásicos, aunque su técnica
es cada vez más depurada y poderosa, prueba de ello es lo bien que estuvo el
año pasado ante un mansurrón de Montalvo el primer día de feria.
** ÁNGEL TÉLLEZ (Juan Pedro
Domecq – El Parralejo): Le bastaron unos pocos naturales a un toro de Araúz de
Robles para meter la cabeza, sustitución mediante, en un cartel de lujo días
después que le sirvió como gran escaparate para pegar un gran aldabonazo con la
mano izquierda. Viene a San Isidro con sus dos tardes y, además, una tercera
fuera de feria, allá por el mes de abril. Claro que si se analiza al detalle el
plantel ganadero que ha elegido, podría decirse que se ha pegado un tiro en el
pie. Lo de El Parralejo, al final, puede despertar optimismo sí. Pero la otra
en discordia...
** FRANCISCO DE MANUEL (Juan
Pedro Domecq – El Pilar): Idéntico caso que Ángel Téllez: gran revelación del
pasado año que, como no podía ser menos, tendrá sus dos tardes en el abono y
una más en el mes de abril. Y, para hacer pleno en similitudes, se mete en una
ratonera eligiendo los juampedros. Ambos
toreros, al igual que Tomás Rufo, podían haber lanzado uno de esos órdagos que
tanta falta hacen, pero se han querido conformar con lo mismo de siempre. De
verdad, ¿tanto cuesta?
** PACO UREÑA (Montalvo –
Victorino Martín): A pesar de su grave lesión en el ojo y de que las cosas no
le han ido como se esperaba en las temporadas post-covid, ahí sigue Ureña:
despertando expectación entre los aficionados, que le esperan a sabiendas de
que atesora un gran concepto del toreo. Su gran apuesta, la de Victorino
Martín, que será mano a mano con otro torero también muy esperado.
** GINÉS MARÍN (Montalvo –
Victoriano del Río/Cuvillo): Otro de esos cuya forma de interpretar el toreo
pone a todos de acuerdo. Su épica actuación el pasado 15 de mayo resultó ser
uno de los grandes momentos de aquella feria, si bien quedó inédito en sus dos
restantes tardes. Con estos mimbres, también se le echa en falta ante otro tipo
de divisas.
** FERNANDO ROBLEÑO (José
Escolar – Adolfo Martín): Autor de una de las faenas del año en Madrid, claro
que aquella gente guapa que solamente
va a los toros en los días señalados y para hacerse la foto cubata en mano, ni
se habrá enterado (es que en septiembre también hay toros en Madrid, aunque a
muchos pueda pillarles de sorpresa). En fin, que Fernando Robleño viene sus dos
tardes a San Isidro, fiel a su estilo en cuanto a ganado escogido, y una
tercera comparecencia vestido de goyesco y en bis a bis con otro torero
venerado en Madrid. Hay ganas de verlo, por supuesto.
** MIGUEL ÁNGEL PERERA (El
Parralejo – Victoriano del Río/Cuvillo): Una de las ausencias más sonadas la
pasada feria, si bien no pocos dejaron de echarlo en falta. Sí vino en Otoño,
aunque sin grandes ecos. Pues aquí le tenemos otra vez, como no podía ser menos
dada su categoría de figura.
** SEBASTIÁN CASTELLA (Jandilla
– El Torero): Tras ese corto retiro vuelve a su plaza de referencia, la que a
lo largo de su ya dilatada carrera más le ha otorgado. Su toreo encimista y
ajustado al canon postmoderno no termina de ser del gusto de muchos, pero en
esta nueva etapa asegura estar más depurado en ese aspecto. Habrá que verlo…
** JOSÉ MARÍA MANZANARES
(Jandilla – Puerto de San Lorenzo): Mucha figura, mucho empaque, mucho porte,
belleza a raudales, físico de verdadero Adonis… Pero el señor José María
Manzanares lleva ya unas cuantas temporadas casi sin pegar palo al agua, y lo
peor es que no parece que le repercuta lo más mínimo a la hora de
confeccionarse las ferias. Pues dos tazas, a falta de una. Hay otros toreros
que puedan interesar mucho más y que seguro han hecho más méritos.
** PABLO AGUADO (Jandilla – El
Pilar): Otro de esos toreros que en los últimos años se ha convertido en
imprescindible para las grandes plazas, y de irregularidad acentuada. Que es de
los que sabe hacerlo es innegable, y por ello nos regaló grandes momentos a la
verónica el pasado mes de octubre. Pero pudo hasta que supiera a poco dado que
crearon muchas más expectativas que resultados rotundos.
** ROMÁN (Luis Algarra – Adolfo
Martín): El 2022 no fue su año, y eso que se esperaba mucho de él. Por ello,
quizás dos tardes en la feria se antojan muy benévolas.
** DIEGO URDIALES (El Pilar –
Alcurrucén): Venerado por los aficionados de todas partes y de manera especial
en Madrid, donde ha cuajado grandes tardes de toros. Pero la temporada de 2022
fue realmente pésima para él, donde apenas dejó algo reseñable allá donde
actuó. Ni qué decir Madrid, muy bien colocadito en tres tardes y sin hacer el
más mínimo ruido. Esa es otra, que aquel Diego Urdiales que se imponía con su
clasicismo a corridas de Adolfo o Victorino parece haberse esfumado. Ya puede
esmerarse en hacer borrón y cuenta nueva, porque solamente de recuerdos no se
vive.
** ÁLVARO ALARCÓN (La Quinta):
Figura de los novilleros, pegó el aldabonazo en plena feria de 2022 cortándole
3 orejas a la novillada de San Isidro. El premio de otorgarle la alternativa el
primer día de feria y con un cartel de lujo parece más que justo. Y eligiendo
corrida de La Quinta, bien por él.
** LÓPEZ CHAVES (José Escolar): Su
honradez y profesionalidad, bases de una dilatada carrera que ya toca a su fin,
merecían un hueco en San Isidro para decir adiós a la plaza de Madrid. Mucha
suerte, torero.
** GÓMEZ DEL PILAR (José
Escolar): Tras su gran actuación el pasado mes de mayo, precisamente ante una
corrida de José Escolar, no merecía menos que entrar en la feria. También
actuará, al parecer, en uno de los domingos del mes de abril. Ciertamente
merece que se le dé mucha más cancha en las ferias.
** ISAAC FONSECA (El Parralejo):
Confirmación de alternativa con cartel de lujo y el día grande del Patrón es lo
menos que se le podía ofrecer a un torero que arrasó como novillero, en Madrid
y allá por donde pasó.
** EL
FANDI (Fuente Ymbro): Madrid no es su circuito. Por ello, no es ilícito
pensar que había otros toreros con mayor interés para esta feria.
** JUAN LEAL (Fuente Ymbro): Hay
que dejar los gustos aparte para analizar la inclusión en el abono de este
torero, y decir que merecía su tarde en el mismo. La merece de veras, aunque
sea solamente por cómo se jugó la vida el pasado año ante una corrida de Fuente
Ymbro. A cambio, ¿qué tal si depurara ese concepto tan tremendista y le diera
más importancia al toreo fundamental?
** LEO VALADEZ (Fuente Ymbro):
Cortó una oreja en la tarde de su confirmación, y también ha dado la cara y
cosechado algunos triunfos en otras plazas. Debe seguir creciendo.
** EL PAYO (Luis Algarra): La
pregunta es “¿qué diantres pinta este torero en la feria de San Isidro?”. Si la
memoria no falla, su última comparecencia en esta plaza fue hace exactamente
once años ante una corrida de Torrestrella, una gran corrida de toros, de la acabó
esquivando almohadillas tras dar debida cuenta. Es un crimen dejar fuera a
Rafaelillo, Sergio Serrano, Javier Cortés, David de Miranda o Damián Castaño
para colarnos a este torero. Al otro lado del charco puede que sea figura y
todas esas cosas, pero Madrid y San Isidro es otro mundo. ¿Que se le quiere dar
la oportunidad de relanzar su carrera a este lado del Atlántico? Muy bien, eso
no puede negárselo a nadie, pero las oportunidades son para fuera de feria.
** FRANCISCO JOSÉ ESPADA (Luis
Algarra): Un torero que ha gozado de muchas oportunidades en esta plaza año
tras año, feria tras feria, San Isidro tras San Isidro… Y no termina de
responder. Antes había otros cuantos, pero claro… ¿Por qué él, y no el resto?
** JOSÉ GARRIDO (Adolfo Martín):
Lo vendieron en su momento como el “nuevo Morante”, y lo cierto es que lleva ya
unos cuantos años como matador de toros sin que en Madrid lo hayamos visto.
Otro de esos que “¿por qué este sí y no Fulano
o Mengano?”.
** ÁLVARO LORENZO (Adolfo
Martín): Alguna que otra oreja cortada en meses anteriores parecen ser un aval
suficiente para aparecer en la cartelería isidril.
** ÁRTURO SALDÍVAR (Santiago
Domecq): Al igual que su paisano Octavio García “El Payo”, no se termina de
comprender por qué aparece su nombre en los carteles. H-a-b-í-a o-t-r-o-s
c-o-n m-á-s m-é-r-i-t-o-s. Hasta la saciedad.
** FERNANDO ADRIÁN (Santiago
Domecq): Hundido en el más absoluto de los ostracismos, el hecho de alzarse
vencedor de la Copa Chenel parece que le dio algo de luz a su carrera. Por ello
vino a confirmar su alternativa la pasada feria en un cartel de lujo, aunque
sin que aquella tarde ocurriera nada del otro mundo.
** UCEDA LEAL (El Torero): Tras
algunas temporadas completamente desaparecido, regaló aromas de clasicismo, los
suyos de siempre, en la Goyesca del año pasado y hace pocos meses durante la
feria de Otoño. Sus partidarios le esperan con agrado con la corrida de El
Torero y, además, el día 2 de mayo mano a mano con Fernando Robleño.