jueves, 14 de junio de 2012

ECOS DE SAN ISIDRO (PARTE III: LOS TOROS)

Se está imponiendo como una moda en las últimas ferias el que suela haber más toros que toreros. Este año se ha vuelto a confirmar la regla, y no porque haya habido toros buenos en abundancia, sino porque los toreros buenos que ha habido se pueden cortar con los dedos de una mano. Pero toros, aunque no hayan sido muchos, sí los ha habido y además todos esos tuvieron algo en común: que se fueron sin torear. En este escalafón no hay quien sepa entenderse con un toro-toro de verdad, y tampoco con el medio-toro, exceptuando algunos figurines de pitiminí.
Qué lástima de toros, por ejemplo, aquellos dos de Baltasar Ibán apodados Camarito y Pistolero (este último para mí el mejor de la feria), que tuvieron enfrente a dos toreros incapaces para dominarlos y cortarles las orejas. No fueron fáciles, pero es precisamente ahí donde reside la esencia pura y el encanto del verdadero Toro de Lidia. Y sino, que se lo pregunten a la terna que dio mala cuenta de la corrida de Cuadri, sobre todo Rafaelillo y el colombiano Bolívar, que tuvieron enfrente una señora corrida de toros y salieron escaldados. Si Pistolero entra en mi particular cuadro de honor como el mejor toro de la feria, el hierro propiedad de Don Fernando Cuadri lo hace como corrida más completa en cuanto a presentación y juego. Buenos a secas 1º y 2º y excepcionales 3º y 5º, bajó el listón el flojo y soso 6º y ni siquiera faltó la alimaña que hizo de 4º. Javier Castaño estuvo dignísimo en el único que pudo lidiar después del golpe que se llevó, y Bolívar y Rafaelillo naufragaron en el mar de la casta. Aplaudí al mayoral al finalizar el festejo y, sinceramente, lo volvería a hacer, ¿y saben porqué? Pues hablando en plata, porque estaba hasta los cojones de llevar más de 20 tardes tragando con despojos (salvo muy contadas excepciones), y cuando por fin ante mis ojos hay una verdadera corrida de toros que saca casta, fondo, emoción y fiereza, no puedo evitar emocionarme sobremanera. Por cierto, aprovecho para darle un estacazo en tó los riñones a los señoritos de Mundochoto por tanto criticar aquella ovación al mayoral de Cuadri en su editorial de aquel día: ustedes a llorar a Jerusalén, que bastante daño hacen ya a la Fiesta elogiando a ganaduros que crian babosas de comportamiento gilipollesco y tontuno y a figuritas que se las dan de grandes toreros y lo que son unos estafadores sinvergüenzas, como para que encima vengan queriendo tapar cuando sale el verdadero Toro.
Otros toros lidiados a lo largo de la feria que también me gustaron fueron el novillo de Couto Fornhilos que lidió Conchi Ríos en primer lugar el día 14 (que por cierto realizó una más que aceptable pelea en varas), el 4º toro de Escolar y algunos novillos de Guadaira.
Por otro lado, grandes decepciones han sido sendas ganaderías de los hermanos Martín Andrés. Adolfo echó dos toros muy suavones y manejables, sin las malas ideas que de siempre han caracterizado a los Albaserradas; y su tío Victorino... ¡¡quien le ha visto y quien le ve!! Toros además de mal presentados, muy justos de casta y fuerza, un tanto toreables a excepción de 3º y 4º que se acercaron un poco más a lo que siempre han sido los toros del "Paleto de Galapagar" pero a distancia kilométrica no obstante. Y Carriquiri, después de la buena corrida el 2 de mayo del pasado año, un gran fiasco, ni para bistecs valieron. Alcurrucen tendrá su azulejo el año que viene en el patio de arrastre, y quizás pueda que tenga honores para ello, pero por los gustos que yo tengo me quedo con los Cuadris; no soy partidario de tanta nobleza y tanta toreabilidad, sinceramente. De El Cortijillo, Montalvo, Vellosino, El Ventorrillo, El Montecillo, Fermín Bohórquez, Las Ramblas y cómo no las glamurosas Cuvillo y Juan Pedro, si yo fuera el ganadero de cada una directamente me lo quitaba de encima y lo mandaba al matadero sin pensármelo dos veces, qué ruina y qué deshonra de ganaderías, por el amor de Dios.

martes, 12 de junio de 2012

ECOS DE SAN ISIDRO (PARTE II: NOVILLEROS)

Tal y como está el patio novilleril en los últimos años, salir en dos de las tres novilladas de la feria ilusionados hablando de dos chavales, uno por tarde, es algo muy gratificante. Ilusionó, en primer lugar, Gonzalo Caballero, un chaval de Torrejón de Ardoz al que habrá que darle tiempo y paciencia, pues solo lleva dos novilladas con los del castoreño y obviamente anda muy verde, pero en su actuación del día 14 demostró arrojo, ambición y muy buenas maneras, además de un gran manejo de los aceros.
El otro chaval, y además autor de la única faena de dos orejas de todo el mes, fue otro madrileño, Gómez del Pilar, que además de demostrar la misma ambición y buenas maneras de su compañero Caballero, hizo gala además de un temple y una candenciosidad dignas de un torero de primera. El día 24 les veremos en el ruedo venteño cara a cara para ratificar sus buenas actuaciones de mayo. Por cierto, hablando de ese esperado mano a mano, ¿alguien sabría decirme de donde leches procede eso de "El Cotillo"? Con esta manía de los del triunvirato de colarnos ganaderías que por lo visto solo ellos deben de conocer, ando un poquito perdido. Gracias de antemano.
Del resto de novilleros no se salva ni uno. Conchi Ríos, después de dos desafortunadas actuaciones en tan solo un mes, creo que ratificó que lo suyo del verano pasado fue una casualidad. Pobrecilla, el miedo que pudo pasar con aquel encastado sobrero de Couto Fornhilos. Fernando Adrián, sobrevalorado alumno de "El Juli" y que parece ser que tiene la alternativa próxima, también pasó un buen trago con un manso y con genio novillo de Fuente Ymbro al que no supo ni por donde meterle mano y que le pudo dar un disgusto por su incompetencia lidiadora. Por cierto, viendo aquel esperpento lidiador me preguntaba una y otra vez para qué sirven las Escuelas Taurinas. Por lo visto y según lo que tengo yo oido, para enseñar a meter el pico con las chochonas de turno, pero para enseñar a lidiar a los toros de verdad me parece a mí que nasti. Claro, es que ya no interesan los toros de verdad...
Tulio Salguero, Damián Castaño y Javier Jiménez (vaya dos sopapos en toda la cara nos llevaremos el domingo próximo con los dos últimos señores) vinieron a servir a la vulgaridad y la monotonía, y de Alberto Durán esperaba más, pero no estuvo a la altura de las circustancias. Si mal no recuerdo y no me han informado mal, aquella tarde no tenía la cabeza para muchos trotes por motivos que nada tienen que ver con su profesión, por lo que no le haré mucha leña.
Por último, el mexicano Sergio Flores, que tomará la alternativa en la próxima feria de Bayona y del que vi que anda sobrado aunque carente de la chispa necesaria para emocionar al aficionado.

lunes, 11 de junio de 2012

ECOS DE SAN ISIDRO (PARTE I: MATADORES)

Una vez terminado el atracón mensual de toros, nos toca hacer balance. No es fácil, y podría ser breve y finiquitar este duro trance de una manera poco decorosa pero muy sutil diciendo, simple y llanamente, que ha sido una grandísima mierda. Pero me apetece desengranarme y reflexionar tranquilamente sobre la situación que ha dejado tras de sí este penoso ciclo isidril, con el postre incluido del "Arte y la Cultura", pero como quiero desahogarme bien, lo haré por partes. Hoy, como diría mi admirado y buen amigo Enrique Martín, el palo se lo pegaré a los de luces.
Si la plaza de Madrid actualmente tuviera el rigor y la seriedad que siempre la ha caracterizado, no hubiera habido una puñetera salida a hombros en toda la santa feria; pero como en los últimos tiempos esto es Jauja, se permitió que David Mora y Alejandro Talavante cruzaran el umbral del gran pórtico neomudejar que da a la Calle Alcalá. El primero ni si quiera dió un muletazo en condiciones y las dos orejas que cortó fueron de chiste, un chiste que ni a mí ni a muchos aficionados nos hizo la más mínima gracia por cierto. A Talavante, que no ha tenido una feria fácil por motivos extrataurinos, solo le recuerdo una tanda de naturales y algunos detalles en su primer toro de la Beneficencia. Pero nada más, la primera oreja que cortó hubiera sido justa si no se le hubiera ido la mano a la hora de matar, pero ¿la segunda? Será por eso de que a unos cuantos se les juntó el hambre con las ganas de comer...
No obstante, el extremeño fue, junto con Sebastian Castella, la única figura que solventó su papeleta madrileña con la más mínima dignidad, y el francés se salva por su gratificante gesto de aguantar más de una hora con la pierna abierta y chorreando de sangre sin entrar a la enfermería, y reaparecer una semana después con los puntos aun frescos, tarde en la que por cierto hubiera podido cortarle las dos orejas a aquel cuvillo bobalicón y carrilero que no fue picado y al que muchos iluminados ya quieren colocárnoslo como uno de los toros de la feria (así va España...); pero para suerte de la denostada seriedad venteña falló a espadas y se quedó con la miel en los labios el matador y con la miel en los labios el público clavelero que todo aplaude. En fin...
De las demás figuras y miembros del G-10, ¿que puedo decir? Pues miren, de Manzanares que es el número uno, sí, ¡¡pero de la sinvergonzonería torera y la mentira!! Muchos (muchas, mejor dicho) le aplaudieron a rabiar su primera tarde supuestamente por una faena muy valiente y esmerada ante un 5º toro de Victoriano del Río bronco, áspero, muy peligroso y sin un muletazo. Yo, lo que vi y a juzgar por el concepto de aficionado que tengo, lo único que hizo fue tapar y hacer más malo de lo que realmente era aquel animalillo de Victoriano del Río que tuvo un puntito de casta y fiereza, actitudes no aptas para la Tauromaquia 2.0 del pico, el pasito atrás, la ventana abierta y el fuera de cacho. Luego también estuvo Morantito, que aunque no tuviera gran material mostró inhibición y falta de ganas e ilusión en las dos tardes que nos visitó; Perera, quien dio en las dos tardes que actuó sendas lecciones magistrales de pegapasismo vulgar; El Fandi, que en la única tarde que le vi no encontré motivos para convencerme de mirar con buenos ojos su doble inclusión en el abono; y César Jiménez, otro "G" con el que hay que venir a verle con despertador y un señor termo de café para aguantarlo. Ah, ya me olvidaba de El Cid (que en paz descanse), que en las tres tardes que ha actuado nos ha hecho resignarnos a que nunca volverá a ser quien un día fue.
Caso aparte es el de Fandiño. Es un torero en el que personalmente tengo mucha fe y en el que veo un gran concepto, pero no termina de romper y le hace falta ya. No puede estar viviendo de por vida de la renta que tiene de cortar una oreja cada tarde, necesita ya un triunfo clamoroso con el que ponerse en figura y consolidarse como gran torero que es. Y toros para ello ha tenido, uno cada tarde además, pero a pesar de mostrar una disposición muy elevada no termina por cuajar esos toros y siempre se ve un escalón por debajo de ellos. O se aprieta las tuercas, o de aquí a nada va a ir descendiendo puestos.
Del resto de la segunda fila, el panorama no es menos desolador que en la crème de la crème. Algunos buenos muletazos de Tejela y Curro Díaz en sus respectivas segundas tardes del abono, la oreja de Morenito de Aranda, la generosidad lidiadora de Castaño y, sobre todo, Alberto Aguilar en su única comparecencia con los cárdenos de Victorino. A mi juicio, la oreja más justa y sincera de toda la feria, aunque tuvo en el sexto la oportunidad de ratificarlo pero tardó en darse cuenta de que ante sí tenía un animal apto para descerrojar la Puerta Grande. Aún así, le considero la revelación de la feria.
Mañana, la segunda entrega, dedicada a los novilleros

jueves, 7 de junio de 2012

SEGUIMOS DE REBAJAS

Como una plaza de tercera categoría. En eso ha quedado convertida la considerada primera plaza del mundo en los dos festejos que llevamos de este nuevo invento de la Feria del Arte y la Cultura. Los toros, anovillados y en algunos casos hasta abecerrados; aplausos al fino destoreo de Manzanares y a pares de banderillas a cabeza pasada; novillos y becerros anunciados en corrida de toros; y lo peor: dos sonrojantes puertas grandes que baja sobremanera la categoría y la seriedad de la plaza. Me pregunto si Alejandro Talavante y David Mora dormirán con la conciencia tranquila después de haber sido agasajados por el público festivalero y nada serio de esta manera. El toledano, al menos, hizo un gesto de disculpa a parte de la afición hace dos días, seguro que sabrá que su actuación de hace dos días no merecía tales honores. Pero Talavante,¿qué pensará? Su faena al tercero de la tarde, remiendo de Victoriano del Río, empezó de maravilla con una serie de naturales extraordinaria, pero a la siguiente se la cambió a la derecha y la cosa fue decayendo. Consiguió arrancar otra serie más con la izquierda y algunos detalles muy personales suyos que de haber sido rematada de una buena estocada hubiera sido una oreja de ley. Pero el problema estuvo ahí: la espada, que con una estocada caída no se puede conceder una oreja. Aún así el trofeo cayó y, como esto del 2x1 se ha puesto de moda, en el sexto cayó otra recompensando series con la derecha muy ligadas pero echando al toro hacia afuera y con la piernecita retrasada y sin cruzarse una sola vez. La estocada cayó también en mal sitio: trasera, algo caída y contraria. Pero dio lo mismo, como estamos en las rebajas y hay sacar beneficios de lo que no se sacó en San Isidro, ¡¡a por otra puertecita chica!!
La gente también iba predispuesta con Manzanares, pero con ese elegante y mentiroso destoreador, por fortuna, no les sonó la flauta. Se meten mucho con la afición madrileña porque no respetamos, cogemos manía a las figuras y no se cuantas pamplinas más, pero es que se lo ganan a pulso. Vienen con becerillos chochones debajo del brazo y encima torean hacia afuera, sin adelantar la pierna y metiendo el pico con un descaro destornillante. ¿Cómo no vamos a pitar? ¿Cómo nos vamos a callar? ¿Cómo vamos a respetar? Pero si es que a los primeros que no se respeta son a los que pagamos. Entiendo que el muchacho sea guapete y tenga buen porte, pero nada tienen que ver los cojones para comer trigo, si no tienen ni puñetera idea de torear, no la tiene y punto, por muy guapo y muy buenorro que este, ¿entendido señoritas? Que Conchi Ríos también está de muy buen ver y cuando toreó hace tres semanas aquí yo no me puse a aplaudirla como un poseso... Un poquito de criterio, por favor.
Morante, por su parte, vino a Madrid sin venir. No se qué le rondará a este hombre últimamente por la cabeza, pero se le ve que no está y con más miedo que vergüenza, y ante dos animalillos que tampoco se comían a nadie. Dió igual, como si dos alimañas tuviera delante, claro que podrá utilizar la excusa del viento frente al cuarto, pero a mí no me la cuela.
¿Seguirán las rebajas esta tarde? La respuesta, a las 10 de la noche.

miércoles, 6 de junio de 2012

POR LA PUERTA GRANDE... DE LAS REBAJAS

Cuando en la industria textil se saca al mercado un producto que luego no produce las ventas deseadas, los comerciantes tienden a rebajar el precio de dicho producto para así poder vender la tirada entera y sacar por lo menos una mínima tajada. En la industria taurina pasa lo mismo: sin un producto X (X=Feria de San Isidro) no produce un mínimo de beneficios Y (Y=Puertas Grandes), se rebaja el nivel adquisitivo para que la clientela arrase. Después de que en la tirada isidril de esta temporada no se consiguiera un puñetero beneficio, los comerciantes isidros han decidido tirar la casa por la ventana para la nueva tirada del Arte y la Cultura, y parece que la rebaja ha dado sus frutos en la primera jornada. Los primeros chollos han empezado a aparecer y David Mora se ha llevado a casa el primer regalito de esta nueva promoción con motivo del año Hemingway. Dos orejas, una a cada oponente, por el método del 2x1: consiga usted la de su primer toro que le regalamos la de su segundo. Y dicho y hecho. Mora, muy bien con el capote toda la tarde, estuvo muy por debajo del tercero, un toro para hacerse figura y multimillonario, no se cansó nunca de embestir con una nobleza y una clase exquisita y duró una barbaridad; pero David se limitó a pegar pases fuera de sitio y metiendo el pico con un descaro infernal. Mató además de estocada trasera y un pelito caída, pero dio igual; llegó el primer regalo de la tarde otorgado no solo por el público, sino también un presidente que yo en su lugar me iría mañana mismo al oculista a revisarme la vista, pues dudo mucho de que hubiera mayoría de pañuelos. El sexto no puso las cosas tan fáciles como su hermano corrido en tercer lugar. Fue este un manso rajado que no duraba más de dos muletazos metido en la muleta y al que había que llevarlo muy tapadito. Lo consiguió por momentos el matador, muy dispuesto, que logró sacarle algunos muletazos de mérito en la misma puerta de chiqueros, pero con la misma tónica de piececito retrasado, pico y despegamiento monumental. Lo peor de todo es que mató de estocada caída y aquí el ilustrísimo presidente concedió otra orejita con otra dudosa mayoría. En mis veinte años de vida, creo que nunca he visto una Puerta Grande tan barata y tan ramplona, sinceramente.
Aunque no cortara orejas, los únicos muletazos de fina bisutería de esta tarde, y probablemente de lo que llevamos de año en Las Ventas, los ha ejecutado Curro Díaz al primero de la tarde, animal que llegó aplomado a la muleta y sin mucho fuelle a causa de la carnicería que le montaron en varas. Cinco o seis con la derecha, no más, pero ¡¡qué cinco o seis!! Despacito, sin crispaciones en el cuerpo, acompañando la embestida con la cadera... Lástima que el picador se lo cargara debajo del peto, sino la cosa hubiera alcanzado mayores cotas sin duda.
Completó cartel otro torero que también sabe lo que son las rebajas venteñas primaverales, César Jiménez, que demostró su particular línea pegapasista y vulgar que le caracteriza ante un segundo toro noblón y de embestida insulsa; y ante el quinto, un mulo que no tenía nada dentro y con el que el de Fuenlabrada se empeñó en sacar petróleo de un pozo seco. En fin, aburrido para variar.

domingo, 3 de junio de 2012

DECEPCIÓN EN CÁRDENO

Me las prometía muy felices entrando a la plaza, pero salí de ella, dos horas después, igual que en la gran mayoría de las tardes de esta infumable feria. Y es que de los toros de Adolfo Martín siempre cabe esperar que saquen a relucir la casta, la fiereza y la emoción. Pero por desgracia y para colmo de males, más bien fue lo contrario. Flojitos, descastados, algunos desesperadamente nobles y, por lo general, del género opuesto a lo que siempre han sido estos albaserradas.
No obstante hubo momentos aislados de interés, ubicados en la primera parte de la corrida. Juan Bautista salió espoleado con su primer oponente, al que recibió muy bien con el capote y posteriormente galleó con alegría por chicuelinas para conducirlo al caballo. Hubo competencia en quites con Fandiño y la cosa no pintaba mal. Después de dos toreros pares de Curro Robles, el toro llegó muy suavón y noble a la muleta, pero falto de picante. Bautista no se apretó demasiado en la faena y acompañó con suavidad la nobilísima y parsimoniosa embestida del toro, consiguiendo muletazos templados pero sin transmitir lo más mínimo a los tendidos.
El otro animal que valió para la muleta fue el flojito tercero, que al no ser picado llegó con algo más de viveza al último tercio pero con la misma nobleza y sin hacer extraños, al menos por el derecho, porque por el izquierdo no tuvo ni uno. Fandiño fue generoso de lucirlo dándole distancia, pero tampoco abusó mucho de las apreturas. El toro se apagó poco a poco y la faena, de la que lo más destacado fue una tanda en la que sobresalieron dos primorosos derechazos, se vino a menos. Pero cuando realmente estuvo mal el vasco fue a la hora de matar, cosa extraña en él; de haber matado de una buena estocada a la primera le hubieran pedido la oreja.
Completó cartel el cordobés Jose Luis Moreno, que con cuatro actuaciones a sus espaldas la temporada pasada tuvieron la osadía de echarle a los leones. Pues a los leones que vengan si tienen huevos (solo si  tienen huevos) los que no bajan de las sesenta o setenta tardes, no que anuncien a los pobrecillos que apenas tienen oportunidades y anunciarles en corridas de estas ganaderías solo servirían para hundirlos más. Su primero fue un manso que hizo buena pelea en el caballo hasta el punto de derribarlo, pero que en la muleta se quedó reservón y Moreno, desconfiado y medroso, no pudo tirar de él. Al cuarto lo asesinó debajo del peto yquedó para filetes en la muleta.
Quinto y sexto no hicieron nada más que hundir aún más el panorama con su descastamiento y borreguez manifiesta.
En este océano negro que ha sido la Feria de San Isidro 2012 únicamente se han salvado los islotes de Alcurrucén, Escolar y Cuadri (esta para inri de muchos), dos toros de Baltasar Ibán y, sobre todo, un novillero que nos hace concebir esperanzas de buen toreo.

sábado, 2 de junio de 2012

TOROS 6-0 TOREROS

Ganaron los toros y por goleada. No defraudaron los pupilos de Don Fernando Cuadri, que ha traido una señora corrida de toros tanto en trapío como en juego. Seguramente, la corrida más completa de la feria, pero con diferencia. En eso también ganan por goleada, y mucho más abultada que la que les han endosado hoy a los toreros, sobre todo a Rafaelillo y a Bolívar. Porque Javier Castaño, después del terrible golpazo que se ha llevado en las cervicales, demasiado bien ha estado y muy meritorio ha sido lo que ha hecho en las condiciones en que estaba. Me hubiera gustado verle en condiciones físicamente mejores ante ese segundo toro, que tenía muy buen pitón izquierdo. También tuvo opciones el otro de su lote, que fue lidiado en 6º lugar por un Rafaelillo al que volvió loco y que no ha tenido una tarde lo que se dice buena, precisamente. Intentó lucir al primero poniéndole de largo en el caballo, donde metió la carita abajo y romaneó mientras recibía un castigo más abultado él solito que los seis juntos de cualquier corrida lidiada por las figuras esta feria. Tres varas, una caída y dos traseras, que hicieron que llegara a la muleta un tanto mermado pero con ganas de pelea. Y se la ganó además al murciano, que no acertó al atacar en corto al toro, pues pedía distancia a gritos que el matador no le concedió. A la alimaña corrida en 4º lugar la macheteó sin darse mucha coba, pues era la única lidia posible que tenía este toro.
Bolívar, simplemente, se llevó un lote de puerta grande y se fue de la plaza a pie y entre pitos. La suerte de su vida, diría yo. Camarote y Pesador, ¡¡pero qué lástima de toros!! Para encumbrarse y apañarse la temporada y de paso la que viene, pero aquí el señorito Bolívar parece que se a personificado esta tarde como si andara sobrado de contratos. Que poco a hambre y que poca ambición; y que pocat torería y que poco poder para darle 15 muletazos por bajo bien dados a cada uno y llevarse a casa las cuatro orejas. O, en el peor de los casos, las mayores ovaciones de la feria, porque tal y como ha andado con la espada creo que menos trofeos hubiera adquirido.
Lo dicho, la mejor corrida de la feria, pero de largo. Muchos llamarán a lo de hoy "El Toro terrorista"; yo simplemente lo llamo "El Toro". Algunos nos llamarán a los que hemos disfrutado como críos esta tarde asesinos, sanguinarios, malas personas...; yo a esos les diría que mejor que se vayan a ver un concurso de perros ovejeros y de paso se lleven a las ovejas con cuernos que nos hemos estado chupando el día sí y el día también durante esta feria.
Y el que quiera más, que venga mañana a ver a los cárdenos de Adolfo Martín.


FICHA DEL FESTEJO

6 Toros de Herederos de Celestino Cuadri Vides; de impecable presentación, buenos mozos y con romana. Mostraron un juego variado, destacando 3º y 5º.

Rafaelillo (burdeos y oro): Silencio tras aviso, pitos y silencio en el que mató por Castaño.
Javier Castaño (celeste y oro): Palmas en el único que lidió.
Luis Bolívar (verde menta y oro): Silencio y pitos.

viernes, 1 de junio de 2012

QUE LA PEOR SEA COMO ESTA

Aunque la verdad esperaba más de ellos, pero los toros de José Escolar han evitado en todo momento que me aburriera. Todos de comportamiento variado y cada uno con su correspondiente lidia para hacerle. Pero ahí ha estado el problema, las lidias. Por momentos parecían capeas pueblerinas y nadie, ni matadores ni subalternos, han sido capaces de dominar y someter las embestidas de cada toro ni darles la lidia adecuada. Un claro ejemplo el quinto acto, cuyo protagonista se hizo amo y señor del redondel y volvió loco al personal de luces. Llegó a la muleta resabiado y con ganas de prender al hombre que se encontraba detrás de las telas rojas. Dicho hombre se trataba de un Robleño valeroso y digno que realizó una faena de aliño, a la antigua. Demasiado hizo el hombre con salir airoso de este embite. Al segundo de la tarde el torero de San Fernando de Henares le recetó unas buenas verónicas muy mandonas y ganándole terreno al cárdeno. Con la muleta Robleño se vio desbordado por las complicadas y exigentes embestidas de su oponente, aunque nunca volvió la cara y se mostró firme. Un toro con oreja que cortar pero al que no se le entendió.
El mejor de la tarde, se llamó Corredor, animal de buena condición por ambos pitones que se marchó con las orejas puestas. No se entendió con él López Chaves, muy decidido en los primeros compases de la faena pero que poco a poco fue desinflándose y andando con dudas, además de despacharlo con un feo bajonazo y fue increpado al arrastre de su oponente por dejárselo sin torear. También fue pitado después de despachar al primero, también con muchos capotazos sobrantes durante la lidia y gazapón y malas ideas. El de Ledesma andó con muchísimas dudas y sin muchas ganas ni recursos para hacerse con el poder del toro.
José María Lázaro volvió a Madrid después de cortar una oreja el verano pasado. No tuvo opción ante el mulo que hizo de tercero, pero sí con el sexto, que dándole distancia ofreció algunas embestidas que no termnaron de ser aprovechadas por Lázaro, que realizoó una faena de más a menos con algún muletazo suelto y templadito pero por lo general banderazos horribles y sin poderle al toro.
No ha sido la corrida que todos deseábamos, pero los toros, en sus diferentes estilos y comportamientos, han dado emoción y han vendido cara su vida, algo santo y seña de lo que debe ser el Toro de Lidia. Buenos de verdad han sido el 2º y 4º y, comosuele ser ya desgraciadamente tradición, han llegado al patio de arrastre sin desorejar.