El regreso de Samuel Flores a Madrid tras casi una década de ausencia, como se ve, ha sido de lo más feliz y regocijante. Y si me dicen que van a estar otros tantos años alejados de Madrid, mucho más feliz y regocijante sería. O, por lo menos, hasta que el señor ganadero consiga arreglar el estropicio (si eso fuera posible) que cierto genio del toreo, ya retirado, causó en la vacada cuando era un gran asiduo en sus tentaderos y corridas. O hasta que sus productos, por llamarlo de alguna manera, salgan con otro aire más propio de un toro bravo. Si será por formas de decirlo.
¿Qué hay de la terna? Anduvieron ante ellos como pudieron y supieron, se justificaron más que menos, o menos que más también; no sin antes trenzar el paseíllo elegantemente vestidos de toreros (o de banderillero en el caso de Morenito de Aranda, con un triste vestido gris plomo y azabache que a buen seguro anunciaba lo que se nos venía encima). Y posteriormente, sobrecito bien ganado a la saca, duchita en el hotel, cena y hasta otro día.
¿En el ruedo? Pues Fernando Robleño hizo que el 4º morucho dejara de existir con una estocada a la suerte de recibir perfectamente ejecutada (aunque luego resultara algo caída), siendo muy aplaudido por ello. Morenito de Aranda, cara y cruz: "cara", por llamarlo de alguna forma, ante el sobrero que sustituyó al 3°, ante el cual dejó detallitos muy toreros. Quería ese sobrero pero no podía ni con la divisa, y el Moreno de Aranda de Duero anduvo ante él sin bajarle la mano, pasándolo en línea y aliviando al animal a la hora de tomar la muleta; pero dejando impronta de ese aroma tan torero que la extrema vulgaridad de los pegapases actuales se han comido. Y, además, algunos remates y detalles de mucho gusto. La cruz llegó cuando tuvo enfrente al mansurrón 5°, el único toro de Samuel Flores que se movió con más gracia y con el que se pudo haber estado mucho mejor de lo que estuvo su desconfiado matador, incapaz de dominarlo por bajo y darle muletazos limpios. Una pena. Y Damián Castaño confirmó la alternativa. Sin más, sin decir ni una palabra, sin demostrar nada bueno ni nada malo.
Esta de Samuel Flores es otra de tantas más que llevamos en esta infumable feria, de la que se puede decir que lo único bueno que tuvo es que ya ha acabado. Y de aquí a seis días estaremos diciendo, a buen seguro, que lo mejor que tuvo es que también acabó. ¡¡Qué feria, Virgen santa!!
Sr . Cordón : Que le parece los comentarios de Emilio Muñoz ?? No creo que se pueda tener a un personaje , que opina que todo tiene la culpa menos el torero . O tal vez es que pone la mano para cazar algo ?? Saludos !!
ResponderEliminarFrancisco:
EliminarOpino qde ese señor que, con comentarios como los que hace, además desprestigiar al aficionado y hacerle mucho daño a la Fiesta, queda como un amargado y un resentido que es contra la afición de Madrid, que siempre racaneó los aplausos a su puesta en escena pseudobelmontista.
Evidentemente, le pagan por decir tantas monsergas. Es su trabajo.
Un saludo.
Luis Cordón Albalá