jueves, 12 de mayo de 2022

JUEVES 12-MAYO-22, QUINTA DE FERIA: ACABÓ PRONTITO, Y GRACIAS

Dicen los más viejos aficionados, que al final terminan siendo los más sabios, que de una tarde de toros siempre se puede sacar cosas positivas, aunque el aburrimiento se haya apoderado de todos los presentes. Rascar algo de una tarde en la que precisamente el aburrimiento ha sido el mayor protagonista siempre es complicado, pero acaba haciéndose. Aunque a uno se le vaya la vida en ello.

La vida se le va a uno sin saber qué sacar en positivo de la 5ª de feria, festejo en que se han lidiado seis infumables toros, cinco de El Torero y un sobrero de Montealto. Pero al final, más que menos, se acaba sacando. Lo mejor, que ya ha acabado y que nos hemos quitado de encima la que será una de las tardes más infames de toda la feria. También, se puede sacar en positivo el número ciento veintitrés. ¿Que qué tiene ese número de especial en una tarde de toros? En la que ocupa, mucho: Ciento veintitrés han sido los minutos duró el suplicio. Esto es, exactamente, igual a dos horas y tres minutos; y quiere decirse así que la cosa, por lo menos, acabó más bien prontito. Hay tardes que pueden alargarse hasta las tres horas de duración y uno sale de la plaza con la sensación de se pasó en un pispás, de la misma forma que hay tardes que no se alargan más de dos horas, y parece que allí sentados estuvimos un año entero viendo la vida pasar. O viendo una bueyada infumable lidiarse. La diferencia siempre la suele marcar el hecho de si hay toros, o hay bueyes. Hoy, más bien, hubo bueyes; y así ha pasado. Dos horas y tres minutos que parecieron un año entero viendo pasar seis bueyes que terminaron siendo siete. De El Torero ha cogido fuerza en los últimos años la fama de que nunca decepciona, que siempre ofrecen buen espectáculo; pero a partir de hoy, 12 de mayo de 2022, se empezará a decir que casi nunca decepciona. Gustó y vaya si lo hizo, el arrogante aspecto que los seis de El Torero fueron mostrando según salían de toriles y se dejaban ver por la plaza, pero esa sensación inicial se derrumbaba, cual castillo de naipes, según transcurría la lidia y cada uno mostraba sus credenciales de mansos y de descastados. Tampoco ayudaron mucho a levantar el estado de ánimo los tres señores que vistieron taleguilla y chaquetilla bordada en oro, o séase Antonio Ferrera, Daniel Luque y Gonzalo Caballero. Tres vulgares pegapases que, lejos de lidiar con decoro y la rapidez y diligencia pertinente para estos casos, se dedicaron a eso precisamente: a pegar muchos pases de manera vulgar y sistemática, como el que aprieta los tornillos en una cadena de montaje, o como el guardia de fronteras que sella pasaportes. No, no era una corrida apta para triunfar de ninguna de las maneras, pero lo que tampoco se puede pretender es querer torear a semejantes animales como se le torea al torete artista ese tan de moda. 

Por supuesto, de la 5ª de feria también se puede rascar el buen hacer con los palos de algunos hombres de plata: Raúl Ruiz en el 3º, y José Chacón y Fernando Sánchez en el 4º. Y con esto y un bizcocho, hasta mañana a las 7 de la tarde, no sin desear que la peor haya sido esta con diferencia.

 

1 comentario:

  1. Francisco García. Salamanca.13 de mayo de 2022, 11:44

    No he visto una crónica más acertada de esta tarde tan aciaga por parte de toros y pegapases que están en decadencia, el primero de todos por su parafernalia y falta de respeto a la fiesta, el segundo por la poca confianza que demostraron tener en él sus propios apoderados gesticulando a cada cosa que hacía y el tercero porque demostró no estar para torear en Madrid y menos a estos toros, a los que se les pudo sacar mucho más con entre y casta torera que no existió.

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