Se sabía y esperaba, por desgracia, que la tarde no iba a tomar otros derroteros. Y es que la corridita que se trajeron a Madrid los señores ganaderos, cumplió con las expectativas que ya se tenían de antemano: muy descastada, tontorrona, parada, mansa, floja y, para colmo, de presentación delirante. Como la del año pasado, también lidiada el día del Santo Patrón. Y como la de hace dos años en el mismo día. Los fuegos artificiales en honor a San Isidro no son solamente en la Pradera, ni en el parque del Retiro. No, también en Las Ventas, y nada mejor que una corrida de El Parralejo para rendir pleitesía al Santo con una buena retahíla de pólvora. Pero no solo ha sido la infame corrida de El Parralejo la única y exclusiva productora de este galimatías de tarde. Porque la corrida, malísima. Pero la tarde ofrecida por los tres espadas del cartel, no ha ido a la zaga. Y qué espadas, Dios santo... ¡¡Qué espadas!! En el sentido más estricto de la palabra.
Como bien dijo Gregorio Cochorrano tal día como hoy, 15 de mayo pero del año 1920, acerca de cierta corrida celebrada también en Madrid: "habéis estado fatales". De un lado, seis babosas de El Parralejo, a saber Escultor, Hostelero, Zaherido, Bienmesabe, Ostrero y Gestor; y los señores Miguel Ángel Perera, Paco Ureña y Alejandro Fermín, al otro lado. Y en el medio, veinticuatro mil almas cándidas aguantando el chaparrón. Los menos, sin saber cómo matar el aburrimiento ni dónde meterse. Otros, unos pocos, desertando el granito al arrastre del 4° o 5° (esos sí que saben). Y el afisionao cumlouder, echando el resto ginc-tónic en mano y bramando "Viva España". Aquí, cada loco con su tema.
Ante semejante corrida, no cabía triunfo, pero qué menos que lidiar y, sobre todo, estoquear con decoro y aseo. ¿No? Pues ni eso. A Miguel Ángel Perera se le aplaudió mucho su faena al 4°, aunque más que por su buen hacer, fue por contrarrestar las protestas al destoreo, y a las voces de "ponte bien", "arrímate", "así no" y "muy mal". El día que en Madrid se le deje de protestar a un torero (sobre todo cuando es figura) todas esas trampas del toreo postmoderno, se cortarán muchas menos orejas y se aplaudirá menos. Bueno, en realidad ese día, y también el día que se aplique la Ley del Deporte, y queden fuera de la plaza las bebidas alcohólicas y los chuzos. Perera anduvo tan vulgar y tan pesado como siempre. En ambos turnos le sonó el aviso sin tan siquiera haberse ido por la espada de verdad, y soltó la misma soflama de siempre de cites perfileros, pierna escondida y muletazos rematados hacia fuera. Y para culminar, dos infames bajonazos. Miguel Ángel Perera estuvo "fatal".
Paco Ureña se contagió de su infame lote y de sus toros. Y, por ende, también pegó el petardo. No se excedió, gracias a Dios, ante la babosa que salió en tercer lugar. Pero sí ante el 5°, componiendo una faena de mantazos al aire con los que espantar las moscas. Muy a disgusto, y también muy mal matando: bajonazo al 5°. Paco Ureña estuvo "fatal".
Alejandro Fermín confirmó la alternativa. Y ya está. Poco más se puede decir de él y de su actuación, salvo el mitin que dio con la espada para cerrar la corrida. Tan vulgar como los dos maestros que le confirmaron. Tan contagiado del ambiente como de sus toros y del resto. Ya se dijo en su momento que no se comprenden cuáles son los méritos de este torero para venir a confirmar la alternativa en pleno San Isidro, día 15 de mayo además. Y, además de su alternativa, esa misma sensación confirmó en esta tarde.
La tarde tuvo tan solo dos cosas positivas: que ya acabó, y la lidia de Jesús Talaván al 6°. ¿Otra corrida del Parralejo para 2025? Cotiza al alza la idea.
Otro petardazo
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