lunes, 15 de mayo de 2023

15 DE MAYO DE 2023, SEXTA DE FERIA: DESPUÉS DE LS TORMENTA SIEMPRE LLEGA LA CALMA

Después de la tormenta siempre llega la calma. La tormenta fue una tormenta de casta y de emoción que trajo consigo ayer la corrida de don José Escolar Gil. La calma tomó el relevo hoy, día grande de Madrid, de la mano de los toros de El Parralejo y José Vázquez ( la cual hubo de remendar con dos toros, 1° y 2°, al no pasar la criba veterinaria el encierro que presentó El Parralejo inicialmente). Y con la calma llegó también el aburrimiento, el hastío, el cabreo, los bostezos, los cabezazos sobre el hombro del vecino de abono, y todas esas bonanzas que ocurren cuando la tarde acaba cuesta abajo y sin frenos. Y ni tan siquiera las buenas actuaciones de algunos banderilleros (destaca la tarde completa de Javier Ambel y algunos pares prendidos por Curro Javier y Juan Carlos Rey) evitaron su caída al abismo. Los dos descomunales animales herrados con el mítico 9 abrieron plaza, haciendo gala de una mansedumbre estridente. Los de El Parralejo, por su parte, anduvieron escasos de fuerzas y de casta, piedras angulares que sustentan la buena condición del Toro-Toro. Y ante ellos, tres toreros empeñados en pegar pases, pases y más pases. La vulgaridad por bandera, y del saber cuándo y cómo hay que cortar a tiempo, ni hablar del peluquín. ¿Es necesario alargar taaaaaanto las faenas de muleta, cuando no hay el más mínimo sentido? ¿Es necesario una tarde de hasta 7, nada menos que 7 avisos, de los cuales algunos llegaron antes de que el matador de turno se perfilara con la espada? ¿Es necesario ser tan cansalmas? 

La corrida del día del Patrón fue un pestiño por todos los factores comentados, y ni tan siquiera salvó los muebles Miguel Ángel Perera ante el nobilísimo ejemplar que salió en cuarto lugar. El toro, con la misma casta que el resto de la corrida pero dotado de una nobleza empalagosa, se dejó hacer sin más; y Perera le hizo. ¿Qué fue lo que le hizo? Una faena marca de la casa: muletazos ligados de mano baja y haciendo gala del excelente sentido del temple que este torero posee, pero muy despegados, llevando al toro en línea y echando siempre el pie atrás. Toreo postmoderno en estado puro y que enarbola al gran público, pero siempre deja mucho que desear entre los aficionados que gustan del toreo que se basa en cargar la suerte y torear en redondo. Tras algunas series de derechazos muy jaleadas y no alcanzar las mismas cotas por el zocato, no quiso dejar de rematar la faena con otro clásico de su repertorio: las bernadinas. Y con tres pinchazos y una estocada baja, mandó a la carnicería a tan bondadoso ejemplar, perdiendo una oreja por culpa de ese fallo con los aceros. 

El nuevo fenómeno mexicano, Isaac Fonseca, se plantó esta tarde en Las Ventas para confirmar su alternativa. Y lo hizo con la misma actitud de siempre: arrolladora y rebosante de ansia por agradar a la parroquia. Otra cosa fue que anduviera acertado y afortunado ante sus dos toros. El de José Vázquez fue manso de solemnidad, pero embistió con temperamento y ofreció mucho más de lo que Fonseca fue capaz de sacarle, y el de El Parralejo apenas se sostenía en pie, y carecía de sentido alargar el trasteo todo lo que lo alargó. Ante ambos ejemplares, lo mismo: trapazos. Ni más ni menos. Trapazos acelerados, muchos enganchones y muy pasado de revoluciones desde que sus toros pisaron la arena hasta que fueron arrastrados. La evolución de Isaac Fonseca, una vez doctorado en Tauromaquia, deberá pasar por muchas cosas, pero principalmente por bajar esas revoluciones y basarse más en el toreo que en el bullicio y el toreo populista. 

Ángel Téllez despachó su tarde, y también su feria, con otra actuación que dejó más pena que gloria. Pena y, sobre todo, decepción. Se esperaba mucho de Ángel Téllez durante estos días, y por varias causas, no rompió el buen toreo que sí mostró la pasada temporada. Dos corridas que no le han embestido, un fortísimo percance durante su primera tarde que le dejó visiblemente mermado, y otro fuerte golpe veinticuatro horas antes de hacer su segundo paseíllo en Madrid, esta vez sucedido en Orgaz (Toledo), y que le causó una lesión en el hombro izquierdo de la que no está totalmente recuperado. Por ello, su actuación el día del Patrón de Madrid ha vuelto a dejar muchas dudas. Ante mejores toros y en mejor condición física se le espera.

La tarde del Patrón fue para el olvido, y dejó para la posterioridad la calma tras esa tormenta de casta ocurrida 24 horas antes en el mismo ruedo. Y es que ya se sabe, sin Toro, nada tiene importancia. 

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