Los tiempos cambian, y en todo lo taurino, a peor. Antes, la corrida extraordinaria de la Prensa era un homenaje al toro, ya que o era una corrida-concurso con las ganaderías más encastadas del momento o se lidiaba la corrida del mejor hierro de San Isidro. Antes, se celebraba dicha corrida unas semanas después de la isidrada, dando importancia al festejo, y ahora se ha adocenado, ya que la ponen dentro de la feria y con toreros y ganaderías que distan mucho de ser lo mejor del panorama taurino actual.
Volvió a lidiar Juan Pedro Domecq en Madrid una corrida del hierro de la "V" y como era de esperar volvió a ser un petardazo otro año más. El primero, segundo, cuarta y sexto fueron inválidos y toda la corrida fue descastada y mansota.
Comenzó la tarde con la salida de Empollón, un torete acochinado que perdió las manos desde el recibo capotero de Cid. La primera vara cayó trasera y la segunda paletillera, cayéndose el burel por cuarta vez al salir del primer tercio, consistiendo este en dos caricias puyeras. Julio Martínez, ante la evidencia, se nego a sacar la parada de mansos como también hizo durante toda la tarde viendo toretes que no podían ni con su grupa.
Cid no se acopló con la babosa inválidra, llevando a cabo una faena basada en trapazos de discoteca y sin ton ni son. El burel iba y venía con total sosería y Cid no pudo con él siendo sombra de lo que fue y demostrando que ya no está para ponerse delante de un toro. La estocada cayó en lo alto pero atravesada, ya que Cid se salió de la suerte aunque consiguió cazarle.
El segundo, de nombre Halado, lucía una bella capa melocotón pero unas hechuras anovilladas. El primer puyazo fue trasero saliendo de este el toro suelto y el segundo fue de misma ejecución. Circo habitual con los rehiletes de El Fandi, donde clavó los tres a toro pasado, aunque el tercero lo puso aguantando el galope del toro, que venía como una bala, corriendo hacia atrás. El toro destacaba por su prontitud, se arrancaba de largo y metía la cara por ambos pitones en la muleta, pero Fandi decidió no cruzarse y hacer el destoreo más vulgar. Llevó a cabo una faena aburridísima más vasta que unas bragas de esparto, yéndosele el burel sin torear, y trapazo tras trapazo mató de una estocada arriba, atravesada y trasera escuchando un aviso.
El tercero, Gerolimpio, una cucaracha con menos seriedad que el carnaval de Cádiz en sus hechuras, recibió una leve primera puya sin que el piqueros apretase y en el segundo una caricia, cuando ya había perdido las manos varias veces. Otro.inválido en el albero y más incompetencia presidencial al imponernos tragar con otro moribundo andante. La chota tetraplégica se quejaba en banderillas ante el castigo. En la franela, acudía andando y sin emplearse cuando no perdía las manos mientras Del Álamo no se cruzaba y se despatarraba al estilo de Juli, metiendo trapazos más trapazos ante un marmolillo, y escuchando los "bieennn" automáticos de los isidros. Con la espada mató de estocada tendida haciendo bien la suerte del volapié, escuchando aplausos de los sectores bodegueros y recibiendo una oreja del ussía por su labor de pegapases, ya que no dejó de despedir al toro lanzándolo hacia afuera en todos los muletazos. Oreja de chiste, de la Plaza de talanqueras que durante este mes es Madrid.
El cuarto, Entusiasta, mejor presentado que los anteriores, fue picado bien arriba en el primer encuentro pero tapandole la salida. Cid dio dos verónicas templadas y, en el segundo puyazo, el pica no apretó, muy en la cuerda general de la Fiesta actual. El burel perdía las manos.continuamente y blandeaba como toda la corrida ante una brega a media altura, a pesar de que se dejó mucho tiempo para que la chota se recuperase.
Cid con la muleta volvió a estar horrible ante un toro que no podía ni con el rabo y que pasaba perdiendo las manos de continuo. "Asesinó" al toro con un pinchazo y una estocada traserísima y atravesada. Cid está para cortarse la coleta, no se ha puesto delante ni ante dos inválidos. Con lo mucho que te hemos querido, Cid...
El quinto, Historieta, fue el toro mejor presentado de una corrida que, aunque estuvo por encima, en presencia, de las últimas corridas del hierro de la "V" en Madrid, fue, además de un petardo, un desfile de novillotes. Pasò por el caballo como el que va a la facultad y no entra en clase. Otro martirio de Fandi en el segundo tercio, poniendo un cuarto par para retar a los muchos que le protestaban sus maneras ventajistas con los palos. Trasteo infame para seguir aburriendo al personal, finiquitando su actuació con un bajonazo infame. Ojalà no vuelva, lo siento mucho por él, pero es un torero que nunca ha gustado en Madrid ni gustará, aunque Madrid actualmente está que no hay Dios que la reconozca. Qué despropósito la tarde de Fandi..
El último juampedro, Escopetero, fue acariciado como toda la corrida en el peto. Del Álamo estaba dispuesto a sacar todo su repertorio pueblerino para cortar otra orejita de regalo. No se cruzó ni ante el inválido, citando muy fuera de cacho y retorciéndose abriendo el compás hasta despatarrarse ante otro toro de Guisando. Mató al toro con una estocada corta y baja y con ese despropósito dobló el que cerró otro petardazo más del hierro de la V de Veragua en Madrid.
Y así acabó otra infame corrida de Juampe en Madrid. Esperemos que no vuelva en siglos, porque lleva años trayendo la misma basura pero con distinto guarismo. El duque de Veragua debe estar retorciéndose, de nuevo, en su sepulto. Y lo malo es que casi todos los hierros del campo bravo que lidian son genéticamente hermanos de esta vacada que ha sembrado el unitercio en la Lidia y tantos otros despropósitos de la Fiesta actual.
miércoles, 21 de mayo de 2014
OTRO PETARDAZO MÁS DE JUAMPEDROS EN MADRID. Otra corrida más de la (mala) prensa
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