18 de mayo
de 2014. Plaza de
toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida
de toros. 10ª de abono.
Ganadería
4 toros de Couto de Fornilhos y 2 de Gerardo Ortega.
Encastes, Conde de la Corte Atanasio y Juan Pedro Domecq Díez, en la línea de
D. Luis Algarra y Los Guateles, respectivamente. Mal presentada, a algunos
toros les salvaba la cabeza y feos de hechuras. Mansos, descastados y algunos
complicados en la muleta.
Terna:
Paulita: De. Grana y oro. Pinchazo arriba
perdiendo la muleta, estocada casi entera, atravesada y habilidosa y tres
descabellos. Silencio. Estocada casi entera y caída. División de opiniones
cuando saluda..
Morenito de
Aranda: De verde y
oro. Estocada casi entera, tendida, contraria y descabello. Silencio. Dos
pinchazos, media estocada y tres descabellos. Recibió dos avisos.. Silencio
Sebastián
Ritter:
De blanco y oro. Tres pinchazos y
estocada saliéndose de la suerte. Silencio. Pinchazo y sartenazo. Silencio.
Presidente:
Justo Polo Ramos:
Un detalle oscureció la labor del
presidente: el primer toro fue un invalido que no reunía condiciones para la
lidia, al no ser protestado el usía hizo mutis por el foro, y lo mantuvo en el
ruedo, jugando con ello a empresario y de paso protegiendo a la fiesta de los
que mal la quieren y pagan su entrada para ver la corrida.
Suerte de
varas:
1º Apacible
492 Kg. Hizo una fea
pelea y el piquero no lo castigó tapándole la salida, mostrando a continuación una invalidez evidente. En la
segunda entrada perdió las manos y el piquero lo único que hizo fue marcar el
castigo. Manso, inválido y descastado.
. .
2º Pastoso. 517 Kg: Hizo una fea pelea en el caballo,
manseó y salió suelto. En la segunda vara tardó en arrancarse y cuando lo hizo
salió huyendo al sentir el castigo. Manso que le ha presentado problemas a Morenito que el
arandino no supo solventar.
3º Indolente
532 Kg: Fue picado
trasero y el toro se defendió mostrando mansedumbre. En la segunda vara no se
empleó. Manso y complicado en la muleta.
4º: Embaucador
565 Kg. Fue picado por el reserva que le
zurró la badana y el animal se dejo pegar.
En la segunda entrada también entró al picador de reserva pero no lo
castigó. Manso, descastado y complicado en la muleta.
5º. Mantoso
610 Kg: En la
primera vara se empleó y casi derriba. El piquero aguantó el arreón del manso.
Para la segunda vara eligió al picador de reserva que no lo castigó.
Manso, descastado y complicado.
6º: Frutero
532 Kg. En la
primera puya hizo una fea pelea y fue picado trasero y sin medida, al igual que
la segunda vara. El toro blandeó de las manos. Manso y sin casta.
Cuadrillas y
otros:
Muchos detalles se vieron ayer en el
ruedo que ponen en duda la profesionalidad de muchos profesionales. Domingo Navarro fue un torero de plata que
hace años tuvo que cortarse la coleta al no encontrar el apoyo de sus compañeros en el ruedo. Era un torero que
siempre estaba atento al quite por si alguien necesitaba su capote para librarlo
de la cornada. Esto en lugar de ser un ejemplo a seguir lo tomaron como una
ofensa, ya que les obligaba a estar atentos en la arena. Al final consiguieron
echarlo de la profesión. Ayer hubo
muchos destellos de dejadez, en el quinto de la tarde el torero de plata, Luis
Carlos Aranda, salió apurado de un par y el toro hizo hilo. Gracias a que la tronera
se cruzó en su camino y pudo refugiarse de la cornada. Sus compañeros estaban
mal colocados en la plaza. El torero optó por desmonterarse ante los aplausos
del generoso público que lo único que premió fue su carrera para librase del
peligro. Sin comentarios. Otro mal de la fiesta es la colocación de los
picadores al citar al toro. Cada día lo hacen peor. Ayer en el tercero de la
tarde y ante las protestas de los aficionados, el torero Sebastián Ritter tuvo que indicarle
a su picador donde debía ponerse con el
fin de provocar la embestida del animal. El cuarto lo picó el picador de reserva, el animal campó a sus anchas por la arena y no
encontró ningún capote que lo fijara. Igual ocurrió con el quinto, al no
encontrarse a gusto en contraquerencias se marchó al picador de reserva. Así está la profesión. Por último, Juan Martín
Soto se la jugó en la colocación de un par en el segundo toro.
Comentarios:
Otra corrida
remendada y de saldo y van…… A pesar del remiendo lo que dejaron en los corrales fue una
autentica mansada. El aficionado tiene
mucho interés en conocer lo que paga el empresario por este ganado y si lo que
contrata para Madrid es lo mejor de las
camadas. Por los resultados y la
presentación, puedo aventurarme a decir que no, y tirando de datos, fue una
limpieza de corrales. Los tres últimos toros estaban al límite de la edad
reglamentaria para su lidia, 6 años. Otra pregunta que flotó en el aire de la
plaza: ¿Para esto se necesitan tantos veterinarios?
Con respecto al
cartel, a Paulita se le notó su falta de oficio, es un torero que tiene
detalles, pero sin torear y ante enemigos de este tipo, poco pudo hacer el
torero maño, pero eso no fue óbice para que no se colocara en su sitio e
intentara hacer las cosas bien. En su primero no tuvo toro y a pesar de ello el
torero no se cruzó en ningún momento de la faena, basándola sobre la mano
derecha. En su segundo y ante un manso complicado, comenzó la faena doblándose
por bajo con unos muletazos con mucha enjundia, donde se pudo ver que el toro metía
la cabeza con clase haciendo incluso el avión, pero se equivocó de faena. A
este toro había que poderle por bajo y no dar muletazos sin rematar, por alto y
metiendo el pico, así ocurrió, que el toro terminó embistiendo con la cara alta
creando la desconfianza del torero.
La labor de Morenito
de Aranda en su primero se limitó a tres verónicas de manos bajas llevando al
toro metido en el percal y una media que entusiasmó a la concurrencia. En el
último tercio se dedicó a sacar de su muleta mantazos y con ello la vulgaridad, y para más concreción, no pudo con
su enemigo. El toro no fue picado y el animal acusó este defecto durante la
lidia. Es el problema de la mansedumbre, o puedes con el toro, o el toro puede
contigo. Al no ser castigado en varas debía haberlo sometido por bajo, y si con eso el burel se reja, a
otra cosa mariposa, pero lo que no se puede permitir a un torero de la
categoría del arandino es un desconocimiento de la lidia como la que mostró. En
su segundo le recetó unos muletazos intentando someter por bajo a un
animal de media casta, pero el manso no
quería pelea y buscó el refugio de las tablas. El torero mostró voluntad e
intentó sacarle lo que no tenía y como
consecuencia se paso de faena y el presidente le tuvo que recordar con dos
avisos que había consumido su tiempo.
El torero colombiano,
Sebastián Ritter, mostró en su primero toda una amalgama de lo que no debía de
hacer a un toro manso. Lo sacó a los medios y en un descuido el animal se lo llevó por medio,
afortunadamente sin consecuencias. Intentó
el toreo bonito ante un manso complicado no encontrando en su muleta el
temple que requería la media sangre de su enemigo, punteándole la franela en cada pase, en una palabra, no pudo con el
toro. Su segundo fue castigado en varas
y el torero se dedicó a dar mantazos a
un enemigo que no valía para la lidia. Intentó
llegar a los tendidos con el arrimón mal interpretado, pero las condiciones del toro no lo merecían. El
torero buscaba la justificación.
©Pepeíllo.
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