Jueves 1 de octubre: Novillos de El Torreón, para Filiberto (nuevo en esta plaza), Alejandro Marcos y Joaquín Galdós.
Viernes 2 de octubre: Toros de El Puerto de San Lorenzo, para Diego Urdiales y López Simón.
Sábado 3 de octubre: Toros de El Vellosino, para Eugenio de Mora, Uceda Leal y López Simón.
Domingo 4 de octubre: Toros de Adolfo Martín, para Rafaelillo, Fernando Robleño y Paco Ureña.
Habrá quien diga que hay un reducto de aficionados que nunca estamos contentos con nada, que siempre estamos de malos humos con todo lo que sucede en los entresijos de la Fiesta, y que nos quejamos únicamente porque nos encanta y porque tenemos ese puñetero vicio. Ea, que no nos dejan opción.
Y es que los cartelitos con los que Taurodelta nos agasajará en la próxima feria de Otoño, son como para estar contentos.
Primero, la inexplicable y lamentable ausencia de Morenito de Aranda, uno de los triunfadores de 2015 en Madrid. No es casualidad que dos días antes de hacerse pública su ausencia de Otoño saltara a la palestra la noticia de que rompía con sus apoderados, por lo que todo parece indicar que ni Mariano Jiménez ni José Ignacio Ramos han sido lo bastante competentes como para aprovecharse de la situación que su poderante provocó el pasado 2 de mayo. Pero claro, pasa que cuando un torero da un aldabonazo en Madrid como el que dio este torero, el empresario de turno ha de hacer lo inhumano para traerlo a torear a Madrid, porque el hombre lo merece y porque los aficionados estamos deseando verlo. Nasti de nasti.
Más sangrante es todo cuando se compara con lo de otro de los grandes triunfadores de 2015 en Madrid. López Simón viene a Otoño dos tardes, y una de ellas mano a mano. ¿Por qué a uno tanto y a otro nada? No se entiende. ¿Será que Morenito de Aranda molesta por su corte clásico, mientras que López Simón no tanto porque es uno más de la Tauromaquia 2.0? Pues da que pensar, siendo francos. Lo suyo hubiera sido un vis a vis a lo grande, como los dos triunfadores del año en Madrid que son ambos, y todos contentos. Pero no la ausencia de uno, y la presencia del otro nada menos que ¡¡dos de los tres festejos de la feria!! Ni Juan ni Juanillo.
Otra ausencia no menos importante es la de Manuel Escribano. ¿Por qué? Me lo explique alguien, por favor. En los últimos días todo parecía apuntar que mataría los toros de Adolfo Martín, pero cualquiera sabe qué ha podido pasar, a parte de la nula afición de la que Taurodelta hace gala.
Ver ausentes a Morenito de Aranda y a Manuel Escribano esta feria es muy grave, pero si se hace una lectura detenida de todos los carteles, ya es para cortar pescuezos. Uceda Leal lleva ya unos cuantos añetes coleccionando petardazos bien hermosos en esta plaza, por lo que su inclusión en esta feria está muy de más. Caso parecido el de Fernando Robleño, un torero que cuando se pone, se pone de verdad. El problema es que lleva ya mucho tiempo sin ponerse.
Paco Ureña también tuvo sus dos tardes en San Isidro y pasó con mucha más pena que gloria, por lo que da a pensar que su inclusión podría haber sobrado, pero bien es verdad que hasta hace pocos meses este señor nos tenía ilusionados. Veamos qué tal le ha sentado el verano.
De Eugenio de Mora y Rafaelillo nada que objetar. Ambos han hecho méritos suficientes para estar con ganas de verlos.
Lo de Urdiales es un caso especial. Por un lado, ya ha tenido seis toros en mayo y no pasó nada en ninguno de los seis, por lo que podemos sacar la conclusión de que quizás lo suyo hubiera sido que el año próximo más y mejor. Pero se le junta que es un torerazo muy esperado en Madrid y que lo de Bilbao hace días fue muy fuerte. Antes que él había otros, pero también él va por encima de otros que, sin ningún mérito, están bien colocados en la feria.
El ganado elegido para la ocasión sigue provocando ardores de estómago y náuseas. Adolfo Martín lleva años en Madrid sin muchas cosas positivas que resaltar (aunque este año 2015 ha sido para él muy positivo fuera de Madrid), y lo del Puerto de San Lorenzoes como si no llevara dos meses sin darnos la murga (sí, ya sé que son baratos para la empresa, pero mi abono es caro y nadie se preocupa de que sea rentable).
Y por supuesto no podía faltar el clásico hierro que asegure el espectáculo que se trae Florito con sus berrendos en colorado, no sea que los isidros salgan de la plaza sin disfrutarlos, con los que les gusta a ellos dar palmas a cualquier cosilla. El Vellosino, qué bendito no tiene que ser el promotor de la idea.
Mención aparte merece la novillada, que bien podría haber servido para repetir a dos chavales que llamaron la atención por sus buenas maneras a lo largo de este año: David de Miranda y Víctor Tallón. Sin ánimo de desmerecer a los anunciados, nos quedaremos con las ganas.
Se presentará en esta plaza Filiberto, un chaval de Murcia muy cacareado por el taurinero, y del cual ya veremos lo que sabe dar de sí, junto a Joaquín Galdós y Alejandro Marcos.
Lo del Torreón, visto lo visto años atrás, no da pie a tener esperanzas positivas con sus novillos.
Esto es lo que tenemos. Que les aproveche a los que lo consideren una feria cumbre (o cunvre), porque lo que a un servidor respecta, produce flatulencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario