¿QUÉ ES EL TORO DE LA VEGA?
Aunque casi todo el mundo crea saber en qué consiste el toreo del Toro de la Vega, son tantas las falsedades, inexactitudes, mentiras y manipulaciones que rodean esta fiesta, que es imposible conocerla en la descripción que habitualmente se hace de ella. Por ello, hemos considerado conveniente aportar algo de información.
500 AÑOS DE HISTORIA
Los primeros documentos que hablan del torneo del Toro de la Vega son del año 1534. Durante el siglo XX los dictadores que hubo en España quisieron prohibirlo: Miguel Primo de Rivera lo intentó, y luego Francisco Franco mediante circular 32/1963 firmada por Manuel Fraga como ministro. En 1964 la Guardia Civil tomó Tordesillas metralleta en mano, pero el Torneo se celebró y los dos lanceros que mataron al toro fueron detenidos y golpeados en el cuartelillo. Hasta 1977 estuvo en teoría prohibido, pero se celebraba como buenamente se podía. Cuando llegó la democracia se abolió la prohibición en nombre de la libertad, y se declaró el Torneo en 1980 Fiesta de Interés Turístico Nacional (emitiéndose ese año un sello de Correos conmemorativo de este triunfo de la tolerancia y la diversidad cultural). Después, ha sido declarada Fiesta Tradicional digna de protección por la Junta de Castilla y León desde 1999. Está, por tanto, dentro de una legalidad que debería protegerla.
UNA CELEBRACIÓN POPULAR QUE FORMA PARA DE LA TAUROMAQUIA
Para entender el Torneo se puede hacer una comparación con los sanfermines: en los sanfermines hay una carrera o encierro de toros y cabestros dentro de la ciudad que concluye en la plaza de toros. Pues bien, en el Toro de la Vega hay dos carreras o encierros: el primero es nocturno y se celebra el lunes antes de la Virgen de la Peña. Los corredores conducen al toro, que va con los cabestros, desde la Vega Piraniega, subiendo por el puente hasta la plaza de toros.
La segunda carrera o encierro se hace el martes de la Peña, día del Toro de la Vega, en el que los corredores conducen al toro sin los cabestros desde la plaza de toros hasta la Vega Piraniega, atravesando el puente. Durante esta parte del festejo está prohibido tocar al toro y mucho menos alancearle; es momento de citar al toro y evitar su embestida mediante recortes.
Después de la carrera, en los sanfermines cada toro es lidiado en la plaza por un profesional y su cuadrilla, mientras que en Tordesillas es lidiado de inmediato en la Vega por un aficionado, a cuerpo limpio y a campo abierto. El Torneo, al ser popular, se celebra de manera altruista y los participantes lo hacen de manera desinteresada, algo que despertó gran admiración por el gran torero Manolete, según contó el Dr. Mariano Zúmel, cirujano, presidente de la Asociación de Médicos escritores, en Diario de Navarra (1984): "Recuerdo que un día llevé a Manolete a que viera el espectáculo, y cuando veníamos de vuelta a Valladolid me dijo: 'Y esto lo hacen en balde, con gusto. Qué barbaridad' ".
Su gran aceptación popular, con decenas de miles de personas (unas 35000 en un pueblo de 9000 habitantes) ha producido la proliferación de informaciones falsas, tergiversaciones, equívocos, manipulaciones interesadas a cargo de personas de ideología extremista, y una sobreabundancia tal de mentiras, que es imposible reconocer la verdad del festejo en la descripción que habitualmente se realiza de él. A modo de ejemplo, aunque Muchas personas corran detrás del toro en la Vega, solo se puede intentar la muerte del animal de uno en uno y conforme a las reglas. Raramente participan en la lidia final más de dos o tres personas, y en ningún caso está permitido alancear al toro indiscriminadamente o en cualquier parte. Las lanzadas deben intentar ser mortales, y habitualmente lo son, pues el animal no suele recibir más de dos o tres. Ni es una masacre, ni una barbarie, ni el toro es "linchado" por ninguna horda. Pero esas y otras falsedades se difunden habitualmente, incluso en medios de comunicación "serios" que presumen de preocuparse por el rigor.
EL TORO
Gran protagonista de la fiesta. Se lidia un toro de gran presencia y trapío, de más de 600 kg de peso, con cinco años cumplidos y sus defensas íntegras. El elegido para el festejo 2015, de nombre Rompesuelas, es un ejemplar de la ganadería de Herederos del Conde de la Corte, nacido en noviembre de 2009 y de 640 kg de peso. El respeto y la admiración por el toro de lidia se percibe asimismo en el hecho de que si este traspasa los límites del palenque, o bien si ha transcurrido un tiempo prudencial desde que entró en la Vega, es indultado. Están documentos, al menos, dos indultos, curiosamente muy seguidos: 1993 y 1995, lo cual lleva una media de indultos superior a las corridas de toros.
UNA FIESTA BIEN REGULADA Y REGULADA POR UNA ORDENANZA
El Torneo se ha regido siempre por unas normas de lidia, recogidas en un reglamento que estipula cuándo es lícito alancear al toro. Hasta ese momento, en la vega de pinares solo está permitido citarle de lejos e intentar cortarle o recortarle (los pocos valientes que se atreven a ello) en campo abierto. Habitualmente no intervienen más de una docena de lanceros, entre los que van a pie y a caballo, si bien suelen inscribirse más, que no llegan a intentarlo siquiera (en 2014 se apuntaron previamente, pues es obligatorio hacerlo, 30 lanceros a pie y 15 a caballo). Los lanceros pueden intentar abatir al toro de uno en uno según los siguientes artículos del Reglamento:
28: El alanceamiento del toro deberá ser s cuerpo limpio, sin ningún tipo de engaño, y en la salida y huida del lancero no deberá haber ninguna defensa u obstáculo artificial que beneficie al lancero para su propio cobijo.
29: Se intentará el orden en la lidia, respetando al primer lancero que haya osado a entrarle al toro.
Actualmente, una estricta ordenanza aprobada por el Ayuntamiento de Tordesillas en 2012, regula con precisión todos los aspectos del torneo y establece sanciones para las infracciones que puedan cometer los participantes del festejo.
EL MOMENTO MÁS POLÉMICO: LA LIDIA, CON SUS DOS SUERTES
Mientras transcurre la lidia, se suceden en la hermosa Vega Piraniega durante no más de pocos minutos, breves lances de una belleza arrebatadora que recuerdan a los aguafuertes de Goya y y a las estampas del arte de torear de Pepe-Hillo. En contra de lo que suele asegurarse, es un lance entre un hombre solo frente a un imponente toro, Con las dificultades añadidas de actuar en un palenque 50 veces mayor que una plaza de toros, sin protecciones artificiales, con arena de pinar, en un terreno en el que hay agujeros, baños, irregularidades y otras trampas naturales, teniendo en cuenta que además los pies se hunden hasta en los tobillos y se dificulta correr.
El otro animal venerado y adorado en el Toro de la Vega es el caballo. Sin embargo, el desconocimiento de la cultura campera ha sido utilizado a menudo para manipular la opinión pública, a la que durante años se le dijo que participan a en en el torneo cientos de lanceros, confundiendo las lanzas de la lidia con las garrochas que suelen llevar los caballistas, y que son instrumentos para la conducción de los animales. La actual ordenanza, con buen criterio, prohíbe las garrochas para evitar este tipo de confusiones y tergiversaciones.
Texto: Página oficial de Facebook de Bous al Carrer, a quien mandamos nuestra más sincera enhorabuena por tan imprescindible escrito.
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