Me hago eco, vía Twitter, de esta noticia publicada en Diario Córdoba sobre aquella famosa corrida de hace unos días en la citada ciudad. Famosa digo, tristemente, por la espantá de Finito de Córdoba ante la negativa del presidente a unirse a la fiebre de indultos. Lean lean, no tiene desperdicio:
"La de Finito no fue la única polémica del día. O se incluía en la corrida el toro número 116, rechazado por la autoridad por falta de trapío, o Morante y Talavante se iban. Esa fue la exigencia y amenaza que hizo ayer Antonio Barrera, apoderado del primero y representante en España de Espectáculos Taurinos de México, que, además de llevar la carrera del segundo, es la base de la Fusión Internacional por la Tauromaquia (FIT) y empresa, a su vez, de Los Califas. Así lo desveló ayer en declaraciones a este periódico el presidente del festejo Manuel Rodríguez Moyano, quien no dudó en reconocer que se había "doblegado" a las presiones "por respeto a Córdoba", para que no sufriera una nueva suspensión y otro daño a su ya maltrecha imagen. Rodríguez Moyano, que se despide este año del palco de Los Califas, explicó que Barrera se mostró "intransigente, ensañándose, además, con la situación de Córdoba", ya que insistió en sacar a relucir que la plaza estaba hundida y peor saldría tras otra polémica con repercusión taurina nacional.
"La culpa es mía --admitió el presidente--. Me quedaba suspender o darla así, y me ha ganado la conciencia del respeto al público", señaló en su deseo de que se conociera todo lo ocurrido después de una mañana movida en los corrales. "Si no se lidiaba ese toro se iban dos seguro: Morante y Talavante", afirmó. Así, al final hubo corrida "porque me he doblegado para que Córdoba no dejara de tener lo poco que tiene".
El presidente elogió al gerente, José Cutino, al que calificó de "señor", pero apuntó que este ya había advertido que "tenía un techo" para negociar. Tanto que cuando entró en juego Barrera todos los acuerdos previos para formar corrida saltaron por los aires y el festejo estuvo suspendido. "Ha sido una lucha. Después de ver ocho toros --que no eran los reseñados por el ganadero sino los impuestos por los toreros-- pedí que me trajeran otros cuatro y solo me aportaron dos. Se aprobaron siete, pero los dos nuevos que trajeron, que subían la presentación, los dejan de sobreros y meten uno de los rechazados". "El vencido soy yo", insistió un apesadumbrado Rodríguez Moyano tras claudicar ante las exigencias del "imberbe" Barrera. El toro rechazado objeto de la polémica saltó al ruedo, finalmente, en primer lugar y le correspondió a Finito tras un sorteo celebrado a las 13.45 horas.
Barrera fue quien negoció con la sociedad propietaria de Los Califas para que el magnate mexicano Alberto Bailleres se hiciera con la gestión de Los Califas. Entre sus objetivos, según el gerente, José Cutino, estaba recuperar el prestigio de Córdoba".
Quede clara una cosa: el malo de la película fue por supuesto el señor presidente, por no padecer de indultitis él también.
Por cierto, ¿se harán eco de estas cosas en Mundotoro, Burladero, Cultoro, etc.? Pregunta retórica, obviamente. Yendo en contra de los amos, cualquiera.
ESTO CADA VEZ PEOR
ResponderEliminarPor Opinión
La Plaza de toros de Los Califas por sus especiales características es de las más difíciles de la CCAA, al ser plaza de 1ª categoría sobre el papel, exige un toro en presentación acorde a esta circunstancia, pero que ni la empresa paga, ni los toreros quieren, si añadimos que las fechas suelen coincidir con Madrid y los toreros tienen que actuar en las Ventas, entenderemos que no quieran asumir riesgos de cogidas que le impidan actuar en la capital y cobrar antes de las 12h porque Madrid si paga bien y da, mucho más que quita, y en esto de los toros hace ya tiempo que el romanticismo se acabó de tanto usarlo.
Desgraciadamente hoy en “la Fiesta de los toros de la cultura”, solo hay números y “jindama” cuando no salen, el todo vale se hecha por delante, se dan voces, se pierden las formas, los abogados se convierte en verduleros, los que podían haber mandado en esto, pero que no lo hicieron, por no tener “corazón”, se creen que después de ellos no hay vida y avasallan porque están en su terreno, se pierden los papeles y todo se convierte en un sin sentir que a nadie beneficia, y lo que es peor Cordoba y su Plaza en boca de todos para mal.
Malos tiempos para la lírica y para la Plaza de Cordoba, que seguirá cuesta abajo y sin frenos con el beneplácito de una afición de taberna y de montilla-moriles sin decir ni muuu pero que al permitir estos atropellos sin protestar, son tan culpables, como quienes los provocan.
Vaya desde aquí nuestro apoyo incondicional a D. Manuel Rodriguez Moyano y a todo el equipo gubernativo y veterinarios, por su profesionalidad, independencia, honradez, sensatez y buen hacer durante estos 27 años en el palco.
Y al autor del artículo Rafael de la Haba por contarlo tal como sucedió.
Amigo Luis ,completamente de acuerdo con tu comentario.Coño,que ya va estando bien de tener que demostrar la evidencia
ResponderEliminartodos los días, a todas horas y por todos los motivos.
En Córdoba , el botarate vendido de Barrera , los toreros , el Bailleres,el Empresario el ganadero,todos, cumplieron con su "deber":Llevarselo calentito de todas partes,imponer sus desverguenzas,ciscarse en el Reglamento,en Córdoba y en el lucero del alba.
Hasta ahí todo normal.Tan normal como que los billetes de los cordobeses debe tener el mismo valor,de momento, que los de los madrileños,por lo que el trato recibido por unos y otros debe ser el mismo sin zarandajas de plaza de primera o aficionados al moriles-montilla.
El único que no cumplió con su sagrada obligación de defender ,de verdad, al público a la Fiesta y denunciar a los golfos , fué el presidente.¿Presidente de qué?.
Yo tenía un buen amigo que durante toda su vida fué un tipo legal.Un día cometió una fechoría y la tuvo que pagar.
El presidente de Córdoba ,que reciba toda clase de parabienes por 27 años de eficaz gestión,pero que pague su mofa al Reglamento, su sumisión a los tramposos y su cobardía para defender al pagano.
En Sevilla hace ya bastantes años, una Autoridad,repito, Autoridad y en corrida de Feria con ilustrísimos en el cartel,la suspendió de un plumazo por causas similares a lo de Córdoba,cumpliendo con su sagrado deber de defender al público de robacarteras, público,que no solo no se lo reprochó,sino que ,todavía, lo recuerda con agradecimiento.
Fran: Por desgracia, los tiempos han cambiado. Si esa corrida de Córdoba se hubiera suspendido, ya hubieran salido los voceros y plumas de cámara del taurinismo más antitaurino a dejar por los suelos al presidente, al reglamento, a la integridad de la Fiesta, a la propia Fiesta, y a la madre que lo parió a todo. Y por consiguiente, el público, manipulado, hubiera hecho lo propio. Y es que es así como funciona esto.
ResponderEliminarPero nada, que los problemas de la fiesta se llaman PACMA, PODEMOS, aficionados exigentes y casta. Y quien diga lo contrario, miente.
Un abrazo.