miércoles, 21 de agosto de 2013

HABLA DON JULIO MORENO, PRESIDENTE DE LAS VENTAS

En una carta remitida al portal mundotoro, el cual hizo de las suyas el pasado domingo utilizando como cabeza de turco al propio interesado, el presidente de Las Ventas D. Julio Moreno ha querido poner los puntos sobre las íes al responsable de la famosa editorial que dejaba poco más que a la altura de Iñaki Undargarín o Luis Bárcenas al presidente, solo por el hecho de tener una pizca de rigor y no conceder lo que hubiera sido un aunténtico despojo, desatendiendo así la petición de los autobuseros orejeros que había en la plaza y atendiendo a las protestas de los aficionados que allí estábamos y que, en definitiva, somos los que vamos (y pagamos, sea dicho de paso) todos los días. Aquí dejo unas líneas de esa carta, las que dejan todo claro y sentencia de manera extraordinaria una de las cosas que más urgen en esta nuestra plaza: A lo mejor y vista la reacción de algunos exaltados en el patio del desolldero, de lo que sí hay que proteger a esta plaza es de zafios en forma de críticos y del exceso de ardor de algunos pobladores de autobuses poco dados a respetar en escenario en que se encuentran. Solo decirle al señor presidente que enhorabuena y esperemos siga con ese rigor que tanto merece la plaza de Las Ventas. Eso sí, esperemos, a modo de petición, que ese mismo rigor lo emplee para devolver inválidos y no aprobar chotas indignas de ser lidiadas en nuestra plaza. La afición se lo agradecerá.

2 comentarios:

  1. Tengamos en cuenta qué dice el reglamento taurino:

    "La concesión de una oreja se realizara por el presidente a petición mayoritaria del público; la segunda oreja de una misma res será de la exclusiva competencia del presidente, que tendrá en cuenta la petición del público, las condiciones de la res, la buena dirección de la lidia en todos sus tercios, la faena realizada tanto con el capote como con la muleta y, fundamentalmente, la estocada."

    Es decir: la primera oreja depende de la petición mayoritaria del público independientemente de si ha ido a la plaza en autobús, metro, avión desde Pekín o Mercedes Benz desde el Reina Victoria.

    Otra cosa es tratar de explicar el porqué del cemento en las plazas, con la consecuente ausencia de aficionados de rigor. Pero eso es harina de otro costal...

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    1. Y razón no le falta a usted, pero no es menos cierto que en Las Ventas, donde debería reinar la seriedad y el rigor para todos din excepción, habría que mirar un poco más allá.
      Un saludo

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