martes, 29 de enero de 2013

SANDOVAL Y ADALID, MANO A MANO EN LA ASOCIACIÓN EL TORO DE MADRID






El pasado 24 de enero tuvimos el placer  de presenciar en la Asociación El Toro de Madrid una serie de divagaciones acerca del “universo de los toros”, por parte del torero de plata David Adalid y del picador “Tito” Sandoval. 

El salón se llenó hasta la bandera y Adalid empezó hablando sobre la falta de dignidad y honestidad en las actuales “cuadrillas del arte”. No llegó a triunfar como novillero sin caballos y decidió coger los palos y el capote de brega y hacerse rehiletero a la edad de veinte años para demostrar que “la vocación va por delante de todo”. Adalid tiene claro que únicamente puede parar su carrera ascendente, con quince años de trayectoria, un toro y que su sueño es ser figura del toreo. “El dilema es triunfar o morir”, afirmó el de plata. Se siente un privilegiado formando parte de la cuadrilla de Javier Castaño, un torero que sabe lo que quiere, que apuesta por lidiar con pureza y que mentaliza a su cuadrilla para que saquen lo mejor de ellos mismos cada tarde. “En nuestra cuadrilla, todos tenemos nuestro papel”. David afirma que nunca puede sentirse un subalterno por encima de su matador porque cada uno sabe cuál es su función, aunque agradece al maestro que le deje lucir el garbo y la torería que lleva dentro. Según cuenta, en Madrid ya se ha desmonterado  veintiséis veces, algo que no cambiaría por nada. Sobre el quinto toro de la corrida de Palha de la última Feria de Otoño, nos comentó que era consciente de que el toro no veía bien por el ojo izquierdo, no sabía cómo iba a actuar ante la suerte “Cartolito” y aún así, no dudó en ejecutar con verdad y maestría esos dos pares al sesgo, desde los adentros; todo sentimiento. En esos momentos, lo único que escuchó fue ese “rugido de Madrid” que suena cuando la afición de Madrid agradece la pureza y el valor al torero. Volverá a intentar recibir una ovación de tal calibre y se marca la meta en dar la vuelta al ruedo como subalterno en nuestra plaza y que le suene la música en el coso de El Baratillo.  Prosiguió su intervención diciéndonos que su primer objetivo para el curso que viene es mejorar su capacidad como peón de brega, y mostrándonos cómo se realiza un par con pureza y la importancia que le da a no iniciar la suerte antes que el toro para no tomar ventaja, realizar la suerte andando hacia el encuentro y salir también andando y embarcar con el pecho para exponer la máxima pureza posible. Acabó su intervención con esta afirmación tan acertada: “Hay que obligarse a darlo todo porque la gente paga y debe volver”.


Por otro lado, Sandoval es hombre más silencioso. Su afición empezó al mismo tiempo que su amor a los caballos. Le indigna que se aplauda cuando el picador no rectifica con su vara y sigue picando en la paletilla, donde el toro más se resiente. Corrobora que en la Fiesta actual, el primer tercio ha perdido su valor y ahora todo triunfo se basa en lo que el torero hace con la franela y que sí es cierto que los francesas nos dan lecciones de Tauromaquia porque allí se emocionan en todos los tercios y exigen ver tanto el toro con casta como la lidia en su totalidad. Tito expone su opinión acerca de los que tienen el carné de picador y no lo son debido a su falta de conocimiento, cree que un gran problema de la Fiesta actual es la falta de vocación y afirma que el tercio de varas se recuperaría salvando de la extinción al toro bravo y apostando por la casta y no por la mansedumbre que prima en las ganaderías que matan las “figuras” actuales.   


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