Sobre San Isidro pueden decirse muchas cosas. Que si sobra este o el otro matador, que si hay mucho doblete injustificado, que si aquella ganadería que año tras año nos pega el petardo y sigue viniendo, que lo que sobran son días porque al final la feria se hace muy pesada... Un poco de todo. Al final, los que todos quisiéramos que estuvieran no están, muchos de los que están no los queremos ni pagando, y todo ello nos lleva a unas cuantas combinaciones vomitivas que nos hacen acabar hasta sálvese la parte de la santa feria del santo patrón.
Como todos los años, desmenuzamos uno a uno los nombres para sacar mejores conclusiones, empezando, como no podía ser menos, por el Toro:
El Cortijillo - Lozano Hermanos - Alcurrucén: Una de las cosas que más me llamó la atención al leer los carteles, fue el lozano empacho que nos vamos a pegar con los antiguos empresarios. Abren feria con lo del Cortijillo (Adame - Moral - Del Álamo), más la corrida del 19 de mayo (Ferrera - Juan Bautista - Capea), y la del 27 de mayo (Morante - Juli - Castella). Personalmente, este atracón no me da muy buena espina, y menos aún teniendo en cuenta que andan el del autobús y el pollito de Velilla por ahí metidos, con las correspondientes úlceras de estómago que esto puede provocar a autoridad, veterinarios, y por supuesto los que pagamos.
Fuente Ymbro (9 de mayo; César Jiménez - Ureña -El Payo): El año pasado entró por la vía de la sustitución y lidió una corrida de buena presencia y tan mansa como servible para empacharse a torear, algo que no sucedió, por cierto. Si al menos lidiara una corrida de las que acostumbraba en sus primeros años...
Valdefresno (10 de mayo; Eugenio de Mora - Morenito de Aranda - Saldívar): Una de esas ganaderías que año tras año nos tocan la moral, y como premio la repiten. No nos acostumbramos a este calvario, ni nos resignamos a hacerlo.
El Parralejo (Novillada, 11 de mayo; Gonzalo Caballero - Fernando Rey - FJ Espada): En todos los corrillos taurinos se hablan maravillas de este hierro que hace su debut en Madrid a lo largo de esta feria. Veamos que puede dar de sí.
Pedraza de Yeltes (12 de mayo; Javier Castaño- Juan del Álamo - Paco Ureña): Hierro de encaste Domecq que los figurines no quieren ver ni en pintura, y cuyo juego suele desatar la locura colectiva entre los gabachos. Por algo será...
El Ventorrillo (13 de mayo; Padilla - El Cid - Talavante): Su casta de antaño ha pasado a mejor vida, y a día de hoy solo se visualizan tirando de carros en el Rocío, y figurando en los belenes vivientes de Navidad. Dando tardes de grandeza en San Isidro, desde luego no, y a los hechos me remito.
Salvador Domecq (14 de mayo; Uceda - Diego Silveti - Jiménez Fortes): Tuve que leerlo varias veces para creerlo: Salvador Domecq, sin mérito aparente (en el ruedo) anunciada en San Isidro. Ese día me podré ir a celebrar mi tercer aniversario con mi novia muy tranquilamente.
Parladé (15 de mayo; Abellán - Perera - Fandiño): Una ganadería que, a pesar de su procedencia y propietario, saca casta y dificultades propias de un verdadero toro de lidia. A cambio, hay que "cuidarlos" en los primeros tercios como a un vulgar toro artista. No basta.
El Montecillo (17 de mayo; Juan Bautista - Alberto Aguilar - Adame; y novillada el 25 de mayo, Martín Escudero - FJ Espada - Galdós): Una novillada mansa y dulce como la miel, junto con una corrida también mansa pero con mucho poder, son sus credenciales con respecto a 2014. Puestos a elegir, mejor lo segundo.
Conde de Mayalde (Novillada, 17 de mayo; Posada de Maravillas - Clemente - Roca Rey): Conde de Mayalde es un hierro al que no estamos muy acostumbrados a ver en Madrid, pero por lo que cuentas algunos aficionados, da muy buenos resultados, sobre todo en novilladas. Ojalá no se equivoquen.
Jandilla (20 de mayo; Abellán - Fandi - Escribano): Hastía, cansa, atormenta, cabrea y jode sobremanera tenerla otra vez en San Isidro. ¿Por qué, si hasta las figuras parecen repudiarla ya?
Cuvillo (21 de mayo; Urdiales - Castella -Talavante): Similar a Jandilla, solo que Cuvillo aún sigue siendo deseada por los maestros 2.0. Esperemos que a Urdiales se le quiten las ganas de hacer experimentos ese mismo día a mucho tardar.
El Pilar (22 de mayo; Padilla - Manzanares - Perera): Esta ganadería protagonizó el año pasado un escándalo solemne presentando una becerrada más que sospechosa de pitones. Ese día hubo figuritas de por medio, por lo que este año todo apunta a que la cosa se dará igual. Y los aficionados que protestamos, somos los talibanes.
Las Ramblas (24 de mayo; López Simón - David Galván - Víctor Barrio): Entre que serán baratos y que nadie pondrá muchos impedimentos para medirse a ellos, aquí están Las Ramblas otra vez para seguir dando que (mal) hablar. Qué ruina tan previsible.
Puerto de San Lorenzo (26 de mayo; Ferrera - Abellán - Luque): De esas ganaderías que, para ver una corrida aceptable, hay que ver diez, esperar a que se alineen los astros, asistir todos los domingos a misa, hacer un triple mortal combinado con el pino puente, y ganar la maratón de Nueva York. Nótese que, desde el día 20 de mayo, menuda semana a nos aguarda.
Victoriano del Río (28 de mayo, Urdiales - Fandi - Fandiño; 3 de junio, Juli - Perera): De todo en la viña del Señor. Cuando no le sale una corrida de banderillas negras, le sale inválida perdida, o borrega para que las figuras "disfruten", e incluso interesantes para los aficionados. A ver por qué le da este año.
Juan Pedro Domecq (29 de mayo;
Finito de Córdoba - Talavante - Luque): La madre de la gran parte de las anteriores. Así está España.
Baltasar Ibán (31 de mayo; Fernando Robleño -Serafín Marín - Luis Bolívar): Entre tanta maraña de broza ganadera, por fin sale a la luz una que se preocupe por criar toros de verdad. Lleva unos años extraordinarios en Madrid, y quienes hemos visto los reductos de esta camada en novilladas a lo largo de los últimos meses, auguramos una gran tarde de toros ese día. Pena de cartel.
Partido de Resina (1 de junio; Eduardo Gallo - Sebastián Ritter - Rafael Cerro): Corrida de variado e interesante juego el pasado mes de septiembre. Merece la pena confiar en ellos.
Celestino Cuadri (2 de junio; Encabo - Fernando Robleño - Alberto Aguilar): Una ganadería muy querida por los aficionados, pero que lleva un par de años ahí ahí en cuanto juego en Madrid. Se confía sobremanera en ella, tantas tardes de gloria así lo avalan.
Adolfo Martín (4 de junio; Urdiales - Castella - Escribano): Mucho ruido y pocas nueces últimamente los grises de Adolfo. Tampoco su presentación ayuda. Sería bueno que nos hicieran olvidar este año tanto chasco seguido con algún Madroñito o un Mulillero.
Victorino Martín (6 de junio; El Cid en solitario): Después de algunos años a la deriva, el año pasado encontró por fin su sino lidiando una corrida muy encastada, fiera y poderosa, aunque mansa eso sí. Este año, con más motivo aún, no puede fallar.
Miura (8 de junio; Rafaelillo - Javier Castaño - Serafín Marín): Siempre alegra tener miureños en Madrid. Si salieran ejemplares mínimo como en 2014, alegraría aún más, sobre todo para cerrar una feria que se espera inolvidable, y no en el buen sentido precisamente.
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