En los últimos días, la bolsa de apoderamientos ha dado dos agradables sorpresas al incluir dos buenos toreros entre los que estrenan apoderado de cara a 2015. Ellos, Fernando Cruz y Javier Cortés, son de esos toreros que viven en el purgatorio taurino del olvido a la par que son necesarios para dar alicientes al escalafón en estos tiempos que corren de monotonía, vulgaridad y tanto payaso suelto disfrazado de torero.
Ambos, con mucho ambiente como novilleros a raíz de importantes actuaciones en Las Ventas, y con carreras que han ido considerablemente a menos, empiezan, junto a Miguel Rodríguez el torero de Chamberí y junto a Fernández Meca y Manuel Campuzano el de Getafe, un nuevo camino: el de su revalorización como dos buenos toreros que son.
Esperemos que los empresarios tomen buena nota de esta interesante dupla y les permitan abrirse un hueco. Los aficionados lo agradeceremos.
SUERTE A AMBOS
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