Diego Urdiales, la joya de mi particular corona de 2014. Él volvió a hacernos sentir el toreo de verdad entre tanto vertedero pegapasista.
Gonzalo Caballero también nos devolvió el aroma del toreo caro a lo largo de la temporada venteña. Hacen falta formas como las suyas.
Miguel Abellán, después de un año sabático, firmó en san Isidro una tarde cargada de heroicidad y verdad. Como para olvidarse.
Zahonero y Cubanito, de Miura y Partido de Resina respectivamente. Dos toros de dos ganaderías emblemáticas tan deseadas por el aficionado como repudiadas por los que hoy en día son, dicen, figuras del toreo. Enormes toros ambos que hicieron vivir emoción durante su lidia.
Tampoco olvidamos a Tomillero, Fusilito o Trastero.
Victorino Martín, tras unos años cárdenos como sus toros, devolvió en San Isidro la casta que antaño dio tantas grandes tardes de toros. Mansa, sí, pero muy encastada y emocionante. Es lo que hace falta.
Los gracilianos del campo charro lidiados en Cenicientos el 15 de agosto también mansearon, pero su casta y empuje emocionó a los presentes y nos hizo vivir una interesante y nada aburrida tarde de toros. En esa corrida, además, brilló en la brega del tercero Raúl Cervantes con el percal y José Luis Carmona con los palos. Grandes ovaciones se llevaron esa tarde.
Y en 2014, cayó en la mis manos uno de los libros que más emoción me ha transmitido de todos los que he leído. La Doña no merecía menos. Gracias, Eneko.
A 2015, le pido bravura, casta, torería, pureza, verdad, emoción, volver a ver hacer el paseíllo a David Mora, a los golfos alejados de la Fiesta... y sobre todo, seguir disfrutando de mi mayor afición al lado de la buena gente de la que me rodeo en esto de los toros.
FELIZ 2015 Y SALUD A TODOS
Mi querido amigo Luis:
ResponderEliminarPuedes imaginar la alegría que supone para mí coincidir contigo en esas dosis para la esperanza que, aún escasas, hemos tenido la fortuna de compartir.
A veces, querido amigo, cuando el desencanto nos embriaga hasta hacernos desfallecer, echo la vista atrás y me sujeto firmemente a esos placeres que esta afición me ha regalado. Entre ellos, la visita obligada a este, tu valiente blog, donde una se siente tan bien entendida y acompañada.
Sea, pues, por muchos años, Luis!. Que los dioses te protejan, gran amigo y de paso, tengan a bien, concederme el maravilloso anhelo de poder volver a vivir esos momentos tan entrañables como indispensables a tu lado y junto a quienes tanto admiro y quiero.
Gloria, una de las cosas que mayormente me hacen seguir ilusionado con nuestra maltrecha Fiesta, es precisamente esa gente con la que comparto tanta afición a esto de los toros, y entre los cuales te encuentras tú precisamente. Compartir momentos, anécdotas, recuerdos y sobre todo vivencias en común. En soledad, sería mucho más difícil de llevar. Gracias por estar, un beso enorme Gloria. Gracias de verdad.
ResponderEliminarLuis:
ResponderEliminarTú no te darás cuenta, pero los que te disfrutamos valoramos mucho tu compañía, tu afición, tus ganas de querer saber y esa sencillez de la buena gente, de la gente grande.
Un abrazo y nos queda pendiente tomar algo para celebrar el fin de la pasada temporada.