"Ser torero es muy difícil y figura un milagro, pero a quien llega podrá quitarle la vida el toro; la gloria, jamás"
Así reza en la Escuela Taurina Marcial Lalanda de Madrid, y tristemente hoy tenemos que volver a lamentar una tragedia en una plaza de toros. El toreo es así de verdadero, por mucho que algún zascandil se empeñe en verlo cruel para con los animales y nocivo para la sensibilidad humana. No, a Laureano de Jesús, un modesto novillero mexicano, un toro le ha quitado la vida de manera trágica en una capea. Sí la vida, pero jamás la gloria, eso ni el toro ni nadie. La gloria de la que gozan para toda la eternidad Pepete, El Espartero, Gallito, Granero, Ignacio Sánchez Mejías, Pascual Márquez, Manolete, El Coli, Joaquín Camino, José Falcón, Paquirri, Yiyo, El Campeño, Montoliú, Soto Vargas o Curro Valencia, entre otros muchos. Esa gloria reservada para los valientes que se atreven a tutear a la muerte cara a cara, tal el caso de estos hombres vestidos de luces.
Desde Toros en Puntas, nuestro más sentido pésame a la familia de Laureano de Jesús, un novillero mexicano de 29 años que encontró la muerte entre las astas de un toro, tratando de abrirse un hueco en este difícil y duro camino del toreo.
DESCANSE EN PAZ, LAUREANO
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