viernes, 17 de mayo de 2013
PARA COCIDITO MADRILEÑO
He aquí, el tronco principal de la cabaña brava. El más comercial. El que provoca más ostias entre los matadores de primer nivel por anunciarse ella. Juan Pedro Domecq... ¡¡Qué gran ganadería!! Qué gran ganadería para poner un buen cocido y darle sabor con los espinazos. Porque para otra cosa nada. Eran todo huesos los seis bichillis de hoy, menudo negocio hará con ellos el carnicero que los haya adquirido. Lo dicho, lo único aprovechable el espinazo. QUE ASCO DE GANADERIA.
Morante... ¿Morante? Pues Morante fatal, pero no por negarsr a pegarle un solo muletazo al cuarto. Fatal por la pésima lidia que le dieron tanto él como los subalternos. Salió el toro apretando hacia los adentros y no fue capaz de hacerse con él. Todo fueron dudas, pasos atrás y miedo a raudales. Le picaron mal y en banderillas lo hincharon a capotazos y pasadas en falso, lo que descompuso al animal y le hizo sacar genio y ponerse a la defensiva. Así quedó para la muleta, donde Morante volvió a demostrar sus pocas ganas con más banderazos en lugar de machetear al manso con genio. Así, normal que quedara un marrajo sin un pase. El matador no lo vió claro y se fue enseguida a por la espada, cosa que se agradece. ¿Para qué perder el tiempo si no tiene nada que hacer? Prefiero esto mil veces antes que las ya tradicionales mentiras y trampas de Manzanares. Venga a dar pases al hilo del pitón, venga a meter el pico, venga a citar con la pierna retrasada, venga a retorcerse... Y los aficionados venga a a recriminárselo, y los listos del "baja tú" venga a imponer un presunto respeto a quien no respeta. Porque Manzanares, con esas formas y esos trucos, no respeta nada al que paga. Y el que paga, mejor dicho los que pagamos, tenemos todo el derecho del mundo a exigir que no se nos intente engañar y que se hagan las cosas como Dios manda. ¿Qué es eso de pasarse al toro por la periferia descargando la suerte y metiendo el pico que parecía que iba a sacarle los ojos? Menos cuentos, Caperucita.
Saúl Jiménez Fortes confirmó la alternativa con dos bueyes en miniatura que le pusieron las cosas muy jodidas, pero el chaval tiró de ambición y ganas para, al menos, ganarse el respeto. Ha de pulir esos feos retorcimientos y un molesto coqueteo con ponerse perfilero, pero lo único que pude sacar en claro es que aquí hay alguien que quiere ser. Ah, y por favor, que no alargue tanto las faenas. Por lo demás, desearle suerte para que en su próxima comparecencia dentro de unos días le embista un toro y pueda expresar lo que lleva dentro. Porque lo que lleca dentro va más allá del encimismo y el arrimón ¿verdad? Tocaremos madera...
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