lunes, 25 de abril de 2022

MADRID, 24 DE ABRIL DE 2022. DESAFÍO SALTILLO-LOS MAÑOS

Si se utilizara la palabra "decepción" para describir el desafío protagonizado por los hierros de Saltillo y Los Maños, ¿se pecaría de exageración? Allá cada uno con sus cábalas, que estas son las mías: lo que nadie puede negar, nadie de los que hayan ido en manada el domingo a los toros en Madrid, es que con esas dos ganaderías en el cartel se esperaba ver otra cosa completamente diferente a lo vivido. Y entonces, teniendo en cuenta ese extremo tan simple, se podría decir rotundamente que SÍ, que esa palabra tan poco amable, "decepción", le viene como anillo al dedo a ese duelo ganadero Saltillo - Los Maños. Al menos, esa sería la opinión de quien alcance a ver el vaso medio vacío; el que lo vea medio lleno diría que ha habido dos toros importantes (uno por hierro), que esos toros han ofrecido mucho interés, y que de todo lo que está por venir a lo largo de las próximas semanas ojalá la peor fuera como esta.. Cuestión de perspectivas. 

Efectivamente, hubo dos toros, uno por hierro: Sandiero II el de Saltillo, y Matón el de Los Maños; 2° y 3° respectivamente. Y paren de contar. Ese Sandiero II fue puesto en el caballo hasta tres veces, acudió sin pensarlo las tres veces y metió riñones colocando la cara abajo. En resumen, se empleó con bravura y, además, el picador Rubén Sánchez estuvo a la altura realizando la suerte y colocando el palo en el sitio (si acaso la tercera vara se le fue). En mala suerte le cayó Sandiero II a Luis Bolívar, ¿o debería decirse al revés, en mala suerte el cayó Luis Bolívar a Sandiero II? Sea como fuere, se le vio a este torero muy fuera de sitio toda la tarde, sin saber siquiera ni por dónde se anda y naufragado como el Titanic en un mar de dudas y falta de recursos, siendo Sandiero II su iceberg. Toro fue para andar con él en los medios y no quedarse en el tercio, darle sitio y no echársele encima, llevarlo por abajo y no ponerle la muleta de cualquier forma, y estar firme con él y no dudarle. Y como Bolívar lo hizo todo al revés, el resultado fue el que sigue: ovación para el toro y pitos para el torero. 

En tercer lugar saltó al ruedo Matón, un buen ejemplo del toro ideal para el toreo postmoderno que se estila en estos tiempos: pelea muy discreta en varas y castigo consistente en una vara más un picotazo, y una nobleza exquisita en la muleta, maravillosa para soñar el toreo y embestida empalagosamente "enclasada", que dicen en la tele y en las revistas oficiales. Con Matón se las vio Tomás Duffau, realizando una faena aseada en exceso, casi tanto como acabó su taleguilla. Muletazos por ambos lados al ritmo despacioso que marcaba la embestida del toro, sin ponerse ni una sola vez en el sitio y trazando líneas perfectamente rectas. "Se va sin torear" se escuchó en varias ocasiones desde el tendido, y la ovación que se llevó ese toro y la división de opiniones que escuchó el torero cuando salió a saludar las pocas palmas que se le tributaron, así lo certificó. 

Y con el arrastre de ese 3° la tarde cayó en picado. Sánchez Vara había abierto la tarde ante un toro de Saltillo a la defensiva y que se quedaba corto, estando con él pulcro y por encima; y tiró de oficio para meter en la canasta al 4°, un ejemplar de Los Maños anovillado y muy abanto durante toda la lidia que correteó a su aire por el ruedo hasta que, en el comienzo de faena, Sánchez Vara se dobló con él y consiguió fijarlo. Posteriormente ligó varias series de muletazos dejándole siempre muy puesta la muleta y llevándolo muy hilado, pero el precioso vestido canela y oro que lució esta tarde en Madrid el de Guadalajara también acabó sin que necesite el agua de la ducha... Así, imposible que en Madrid se tome una faena en serio. 

Malo resultó el 5°, de Los Maños; y el 6°, de Saltillo, inválido perdido, volvió al lugar de donde salió con tres banderillas puestas, siendo sustituido por un impresionante ejemplar, también de Saltillo, que ya podrán explicar los que estuvieron en el ruedo qué hizo de feo para que se creara la psicosis que creó: cuatro puyazos criminales, ¡¡cuatro!!, varias pasadas en falso de los banderilleros, banderillas puestas de una en una, telonazos, capotes esparcidos por el ruedo, carreras de los lidiadores... ¿Vieron acaso al célebre Cazarrata resucitado? ¿Es la mala fama que se ha labrado este ganadero con sus moruchadas? No creo que haya motivo para no dar una explicación, en el tendido no se vio absolutamente nada raro que justificara esa psicosis y ese pésimo hacer de todos los lidiadores. Tomas Duffau, huelga decir que se lo quitó de enmedio echando leches, que se dice en el argot de la calle.

Definitivamente, no hay mejor palabra que "decepción" para describir de forma concisa y resumida el juego de los toros de Saltillo y de Los Maños. Y sí, en las próximas semanas nos acordaremos mucho de ese Matón y, sobre todo, de ese Sandiero II que ha ofrecido un juego muy completo en los tres tercios. En el país de los ciegos ya se sabe.


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