Produce verdadero hartazgo las malas maneras a la hora de ejecutar esta suerte definitiva y fundamental, al amparo de la llamada "eficacia". Abomino el "cañonazo" burdo y la falsedad en las formas.
Los cánones del Toreo eterno hablan de la colocación como algo primordial, citar "en corto y por derecho", cuadrarse entre los pitones, adelantar la muleta, echándola abajo, la mano izquierda es la que mata, empujar sin estruendo, la espada desde el corazón...
Y será entonces, cuando, tomen forma las bellas palabras de aquel torero romántico:
... "La muerte de un Toro bravo es SOLEMNE!". Paco Rabal. (Juncal).
Sigo quedándome con "salir de matar" (en vez de "entrar a matar").
Con la esencia, en vez de la costumbre.
Con los que se manchan de sangre en vez de estiércol.
Con la gesta, en vez de la comodidad.
Continúo, obstinada, en preferir lo clásico, aunque sea lo más complicado: lo eterno, lo perpetuo, alejado de modas, que sigue siendo la auténtica genialidad.
GLORIA CANTERO
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