Hoy hemos presenciado en Madrid una variada corrida remendada de Guardiola Fantoni (3°,4°, 5° y 6°) con dos núñez de Conde de la Maza (1° y 2°), en la cual, tanto el primero como los dos últimos, dieron muchas opciones de triunfo a los matadores. La corrida última de este histórico hierro, que según el ganadero está a punto de desaparecer, ha sido seria de presencia, aunque salieron más bajos de seriedad el primero y el sexto, al que le sobraban kilos a granel.
Los de Poli Maza fueron los dos primeros, el primero fue blando y mansote; y frente a él, Eugenio de Mora dejó muchos remates y nada de toreo regular debido a su fueracachismo. Cortó una oreja con una estocada traserísima y contraria.
El segundo fue una perita en dulce que se dejó, y Jairo Miguel demostró su falta de oficio y gusto. A destacar fue la soberbia lidia capotera del muy completo peón Ángel Otero, que en el quinto puso un primer buen par, aguantando la codiciosa embestida del toro en los medios.
El tercero, fue un toro flojo que pedía los adentros como buen manso y Venegas se empecinó en sacárselo a los medios, donde el toro no quería tutía.
El cuarto fue un toro flojo de fuerzas y muy noble frente al que Eugenio de Mora no estuvo acertado ni con la franela ni con el acero, y al que su picador masacró en el caballo.
Los dos últimos, por fortuna, fueros de enorme interés. El quinto se empleó, empujando ante el peto, pidiò las afueras y acabó muriendo al encontrar el abrigo de las tablas, después de haber derrochado casta, dificultad que Jairo Miguel no supo afrontar, queriendo esconder el toro en los adentros. El sexto fue otro toro encastado y de afueras con el que Venegas tuvo que pechar con más ineptitud que acierto. Acabó muriendo como el anterior en los adentros y con la boca cerrada, después de haber prendido al matador andaluz.
domingo, 10 de agosto de 2014
DOS ENCASTADOS DE GUARDIOLA FANTONI FUERON EL POSTRE EN LA DESPEDIDA DE ESTE LEGENDARIO HIERRO DE MADRID
domingo, 3 de agosto de 2014
"MANDA LA IGNORANCIA", POR PEPEILLO. Crónica de la novillada picada del 3 de agosto en "Las Ventas"
-Se corrieron seis novillos de Aurelio Hernando, origen Vicente José Vázquez. El tercero fue devuelto por inválido y se corrió turno, saliendo por chiqueros el que estaba anunciado en sexto lugar. De irregular presentación, en general mansos, descastados y toreables.
-Terna: Antonio Puerta: De rosa palo y oro. . En su primero bajonazo infame. El puntillero levantó al toro para doblar a continuación con una muerte brava. Recibió un aviso de la presidencia. Saludos inmerecidos desde el tercio. En su segundo dos pinchazos saliéndose de la suerte, un metisaca y un bajonazo de regalo. Después de este dosier de autentico pinchaúvas, el público se permito la osadía de aplaudir su labor y el novillero corresponder con saludos desde el tercio. Juan Millán: De canela y oro. Tres pinchazos y una estocada en los costillares. Tímidos pitos. En el segundo de su lote entró a matar sin muleta haciendo un cuarteo, consiguiendo media estocada perpendicular y atravesada y dos descabellos tras aviso. Saludos con mucho descaro del torero. César Valencia: De azul pavo y oro. En su primero, bajonazo infame. Silencio. En su segundo estocada tendida, saliéndose de la suerte y perdiendo la muleta. Vuelta al ruedo por su cuenta, tras petición de oreja de un público muy generoso a la vez que ignorante de las reglas que rigen esta denostada fiesta, tanto desde los despachos como desde los tendidos. Presidente: D. Justo Polo Ramos. Estuvo serio el presidente, tanto que sorprendió a los aficionados la celeridad con que devolvió el tercero de la tarde, cuando creían que había cambiado el tercio. Eso es lo que necesita la fiesta, presidentes independientes que se sienten en el palco a cumplir el reglamento y no a satisfacer los intereses del taurinismo.
-Suerte de varas:
1º Notario. 452 Kg. Acudió al caballo en dos tiempos, con parada incluida. En la pelea hizo cosas de manso y no dejó de berrear durante toda la lidia, saliendo suelto de la pelea. En la segunda entrada el picador se limitó a marcar trasera la puya. Manso, descastado que se dejó torear.
2º Finito II. 521 Kg: Muy mal el picador, lo castigó en los bajos haciéndole la carioca y el astado salió suelto. Quien no tiene ese comportamiento ante determinado individuo tocado con el castoreño En la segunda vara volvió a salir suelto. Manso y descastado.
3º Molinero. 505 Kg: En las dos entradas que hizo al caballo el novillo se encontró con un carnicero que a pesar de no castigarlo, marcó las dos varas en el brazuelo. Manso y complicado en la muleta debido a la actuación del picador.
4º Casero II. 498 Kg: El piquero no tuvo su día. En la primera entrada, marró en la colocación de la puya y el novillo salió suelto, en la segunda picó trasero y el astado volvió a salir suelto y en la tercera le arreó la badana. Manso, con poca casta y toreable en la muleta.
5º Africano. 488 Kg: Otro novillo que no fue castigado. No le hizo ni sangre. En la primera vara marcó trasero y en la segunda ni eso tan siquiera. Manso y descastado.
6º Lapicerito. 508 Kg: Marcó trasero el supuesto castigo, le tapó la salida y no lo castigó. En la segunda vara empujó y se dejó pegar, pero salió suelto de la pelea. Novillo mansote que se dejó torear en la muleta.
-Cuadrillas y otros: Todo lo ocurrido en el ruedo rayó en la vulgaridad, hasta la mayoría del público que acudió a la plaza para rellenar el desolado cemento de la plaza estuvo poco serio y condescendiente en su comportamiento en cuanto a la concesión de los premios, de acuerdo a la labor de los toreros. Cualquier detalle valía para aplaudir y desde un punto de vista sociológico, sentirían el triunfo del torero como una hazaña propia. En base a como se desarrolló el festejo, desde los picadores hasta los novilleros, nada justificó la asistencia del reducido grupo de aficionados que aún se atreve a acudir a estos espectáculos deprimentes que ofrece la empresa. Ni el ganado tan siquiera, que ofrecía sobre el papel un reclamo al proceder de una línea diferente al monoencaste que se ha impuesto, fue suficiente para que acudieran a la plaza. Los picadores, en su línea descendiente. Ya hay quien comenta que podrían sustituirlos por un sucedáneo de montado, con un caballo más ligero, algo parecido a un rejoneador, que ofrezca vistosidad al primer tercio. Con sus actuaciones deprimentes no es de extrañar que se viertan comentarios de este tipo. Después llegarán sus lamentaciones. El único problema es que poco a poco la fiesta quedará como un atractivo turístico. Comentarios: El público es el que manda y hasta los presidentes condicionan sus actuaciones en base a sus exigencias, perdiendo con ello su autoridad, su criterio y el respeto a las normas establecidas. Aunque en este caso no hubo regalos que procedieran de la presidencia, i el público fue muy generoso con los coletas, obligándoles con sus aplausos a saludos totalmente inmerecidos, y en lugar de taparse, se dejaron llevar por ese afán de protagonismo que mana de la ignorancia, consiguiendo con ello alimentar falsas expectativas en novilleros que no demostraron nada en el ruedo, salvo los detalles de pinturería que muestran a la menor ocasión. Ni un detalle que justificara la presencia de los aficionados en la plaza. Ni un quite, ni un par de banderillas, y los toreros, no digamos. Si uno estuvo mal, el siguiente le superaba y eso que hubo novillos que se dejaron torear pero dio la impresión que desconocían el toreo o lo habían dejado olvidado en el hotel, y eso que había algún novillero de edad próximo a la treintena, y si con esos años no se conocen las reglas que rige este arte, mejor es que se olviden de él. Los novillos primero, cuarto y sexto, pusieron en bandeja el triunfo a sus matadores, pero Antonio Puerta, que se llevó el mejor lote, no mostró condiciones. Con el pastueño primero mostró todas las triquiñuelas del toreo moderno, pero con una muleta de saldo, y en el cuarto que fue un poco más exigente, mostró un desconocimiento total de la lidia. El novillo necesitó un torero que le bajara la mano y lo sometiera y el torero mostró valentía haciendo uso del toreo encimista para tapar sus carencias. El sexto, un sobrero de Hnos. Martín Alonso, en cuanto a romana fue un toro en toda regla y César Valencia lo único que mostró fueron unos muletazos por bajo para someterlo con un bonito cambio de manos. Con esto terminó su lucimiento, la blandura de su enemigo, los inadecuados terrenos y sus limitaciones físicas, le impidieron rematar los muletazos, quedando estos en auténticos trapazos. Fue una pena, pero así ocurrió. Sin embargo el torero tuvo la osadía de dar la vuelta al ruedo y con ello satisfacer el prurito de sus incondicionales. El tercero de la tarde lo enganchó sin consecuencias al segundo muletazo. Fue un animal que lo raro era que se moviera después de la carnicería a que fue sometido en varas. Lo volvió a enganchar en otra fase de la faena de muleta, y terminó presentándole complicaciones que el torero no supo solventar. El primero del lote de Juan Millán fue un burel con algunas complicaciones y el torero comenzó la faena al natural por exigencias del guión, ya que era el pitón bueno del novillo, pero le costaba humillar y al torero bajarle la mano, consiguiendo con ello que su enemigo fuera por un lado y el torero por otro, cuando la que tenía que mandar era su muleta. El quinto le dio pocas oportunidad de lucimiento, a pesar de ello, el torero terminó dando pases al aire dedicándose a salir pinturero de los inexistentes muletazos. Que atrevimiento tiene estos jóvenes, tratan de vender humo a los tendidos y lo malo es que hay quien lo compra, ya que terminó convenciendo al público festivalero que lo obligó a saludar desde el tercio. No hay ninguna duda que este público es el que manda.
©Pepeíllo.
jueves, 31 de julio de 2014
lunes, 28 de julio de 2014
GONZALO CABALLERO: UN NOVILLERO DE OTRA ÉPOCA
Cortó una oreja al segundo novillo de la tarde, un animal de La Guadamilla que, al igual que el resto de sus hermanos, estuvo vacío de casta pero se dejó hacer. Y su matador lo hizo. Un comienzo de faena con unos doblones muy toreros ganando terreno, intercalados con un natural de cartel de toros, hacía presagiar que allí íbamos a disfrutar. A ello le siguieron series por la derecha y por la izquierda en las que el novillero empezó acelerado, pero poco a poco se fue relajando y dejando muletazos muy templados y con mucho gusto, llevando al novillo toreado en redondo. Se tiró a matar por derecho y el resultado fue una estocada delantera un tanto desprendida, pero que valió para que se paseara una oreja que premió el buen toreo.
La inválida borreguez del quinto impidió que Gonzalo Caballero rubricara la tarde. Aquí se vivió otro detalle importante por parte del novillero, y es que después de probarlo por ambos pitones y comprobar que no había nada que sacar, se fue sin mucha demora a por la espada.
De vuelta a la realidad, Juan Miguel Benítez y Miguel Angel León dieron una soberbia muestra de lo que es un novillero actual: vulgaridad, retorcimientos, el novillo en la Castellana y el novillero en Lavapiés, faenas interminables, destoreo... Lo dicho: nos devolvieron a la realidad.
Si Gonzalo Caballero dio una lección de torería y buenas maneras a todo su escalafón y a gran parte de "los mayores", el picador Agustín Romero "hijo" en el quinto dio una lección de como se pica. Una delicia observar como tiró la vara y lo cogió en lo alto.
Lo de La Guadamilla, hace falta decirlo, salió como se esperaba: cero de casta y de fiereza pero prestándose al toreo, a excepción del marmolillo quinto. Su mayor y única virtud, que están baratos y a la empresa le viene bien para cubrir huecos, porque otra cosa...
Solo queda congratularnos ante el progreso por la buena senda de Gonzalo Caballero y desear verlo por aquí en alguna de las novilladas de septiembre, ya que nos quedamos con ganas de comprobar su tauromaquia ante otro tipo de toro.
martes, 22 de julio de 2014
ES LO QUE HAY, por Pepeillo. Crónica de la novillada del 20 de julio del 2014 en Las Ventas
miércoles, 2 de julio de 2014
LAS VENTAS: UN CAMPO DE EXTERMINIO DE AFICIONADOS
miércoles, 11 de junio de 2014
EL PÚBLICO DE MADRID
La afición de Madrid un día fue grande, entendida, caprichosa tal vez, pero justa y sabiendo valorar las cosas en su adecuada manera. ¿Qué ha quedado de aquello? Salvo alguna rarísima excepción, absolutamente nada. La plaza de Madrid ha sido tomada en su amplia mayoría por un público festivalero y sin criterio, muchos que van de aficionados entran al tendido ya ebrios y allí siguen bebiendo cubalibres o ging - tónics, y no dudan en mandar callar de manera amenazante al que proteste un toro inválido, un pitón escobillado, recriminen al coleta de turno el abuso del pico o protesten una oreja o una puerta grande barata. A cambio, aplauden de salida torillos diminutos solo porque la tablilla les asignó 650 kg., aplauden en el arrastre toretes flojitos y descaradamente mansos que se dejaron con bondad pasmosa en el tercio de muleta, callan mientras los toros se derrumban por el ruedo a causa de la invalidez, apremian con el famoso "biennnjjjjjj" muletazos enganchados o trallazos rematados en línea recta, conceden orejas después de uno o dos pinchazos o por una estocada defectuosa...
Pero sin duda, lo más descollante se vivió el día de la Corrida de Beneficencia, con la oreja concedida a El Juli. Reproduzco fielmente lo que una conocida mía abonada en los tendidos de sombra me comentó sobre aquella oreja: "A mí nunca me ha gustado El Juli, y nunca me gustará. Tampoco me gustó la faena que hizo, pero pedí la oreja solo por joder a los le pitaban". Ese mismo día se vivió otra situación muy triste con Fandiño. Y es que, como ya quedó dicho en la crónica de aquel día, la actuación del vasco no distó mucho de la de El Juli. A éste, se le recriminó todo cuanto hizo, y la protesta que se generó por la concesión de su oreja se escuchó desde la otra punta de Madrid. En cambio, y es cuanto menos justo reconocerlo aun no sintiendo la más mínima simpatía por el toreo julianesco, a Fandiño se le respetó más de la cuenta por una oreja tan barata y tan pueblerina como la de El Juli. Y aquí no me refiero precisamente a los de la sombra.
El Tendido 7, y con él sus "aficionados" que van de íntegros por la vida, también ha sufrido una triste degeneración. ¿Qué oscuros intereses pueden suscitarles a algunos a darlo todo contra Julián y callarse y aplaudir hasta la extenuación a Fandiño, cuando en realidad sus faenas fueron muy similares? Supongo que los mismos intereses que con los ganaderos, a algunos no se les perdona el mínimo tropiezo y, en cambio, con otros se es muy pero que muy severo, más de la cuenta.
No hay afición a los toros, lo que hay es afición a las merendolas en finca, y quien diga lo contrario miente. Pues no se les ve el plumero ni nada a algunos. El día 29 de mayo, con Castella, Manzanares y Talavante estoqueando ejemplares de El Pilar, también se vivieron momentos bochornosos. Decir que los becerros de Moisés Fraile de aquella tarde estaban afeitados es de ser muy generoso. Y al público festivalero de la sombra tan entendido y tan amante del buen toreo, eso se la repampimpló, a juzgar por su actitud silencio. Hasta se aplaudió de salida al quinto, solo porque su supuesto peso era 640 kg. ¡¡Esperpéntico!! Esos "afisionaos" tan sensibles con quienes se ponen delante y que no dudan en gritar "baja tú", protagonizaron otro bochorno el día de los victorinos abroncando injustamente a la terna que dio cuenta de la corrida de Victorino Martín. Más concretamente, a Antonio Ferrera y a Alberto Aguilar, solo por doblarse y lidiar sobre los pies a dos aunténticas alimañas y no darse coba con ellos. ¿Qué querían, que les pegaran 60 o 70 muletazos? Tampoco dudaron en recriminar al bueno de Ferrera que cogiera la puntilla y él mismo cacheteara al quinto después de que su tercero fuera aparatosamente cogido. Es algo que antiguamente los matadores hacían, pero claro ellos como solo quieren ser partícipes del toreo del siglo XXI, en el cual se torea mejor que nunca y se lidia el toro más corpulento y bravo de la historia. Éste es el perfil de la nueva afición de Madrid. Suerte que, hasta dentro cuatro meses no volvemos a verlos las caras. Ahora se avecinan unos meses de soledad en Las Ventas, en las que se darán cita los que sí tienen afición de verdad para aguantar el calor y observar con esperanza si no habrá algún novillero que tanga algo que ilusione. Como se suele decir, mejor solo que mal acompañado.
sábado, 7 de junio de 2014
RECUPERANDO EMOCIONES PERDIDAS
Ayer, salvo en el cuarto toro, no hubo de la primera, pero sí de la segunda para ser fieles a la tradición, pero se tratará en su debido tiempo. Como se ha dicho, corrida de impecable trapío y preciosa lámina, como de las que hacía tiempo que no se le veía a Victorino; que manseó lo suyo y no se empleó nada en el caballo, y en donde la casta fue apareciendo poco a poco. Empezó muy tímidamente en el primero, sin ser un derroche se dejó torear sin comerse a nadie. El segundo derrochó un punto más de fiereza u picante, pero aún quedaba lejos de lo que se le espera a este hierro. Aún así, la cosa no iba mal encaminada y mantuvo el interés de los aficionados.
Por fin, la cosa explotó en el tercero, que respondía al nombre de "Vengativo", y que al igual que sus hermanos fue discreto en el caballo y manseó, pero sacó una casta y una fiereza que nos hizo recordar a aquellos victorinos que tantas tardes de gloria nos dieron. El bicho en cuestión repetía como un tren, siempre por abajo y demostrando ser un toro poderoso y al que su matador, que bastante tuvo con aguantar el tipo, no se impuso en ningún momento. ¿Dónde han quedado las lecciones de maestría y poderío ante estos toro impartidas por maestros de la talla de Andrés Vázquez, Ruiz Miguel, Esplá, Campuzano o El Cid? ¿El el ostracismo quizás? Una pena. El cuarto no transmitió nada, salía de cada muletazo mirando la andanada y no dijo nada interesante.
Uceda Leal estuvo toda la tarde como si delante tuviera la típica alimaña albaserrada que tantas pesadillas ha provocado. Para resumir la actuación del torero de Usera, se dirá que le pesó mucho más el nombre de lo que tenía delante que la condición en sí de ambos oponentes. Y así se pasó toda la tarde, desconfiado y tomando unas precauciones exageradas ante el lote más light de la tarde. Quinto y sexto sí fueron las típicas alimañas victorinas que también hacía tiempo que no veíamos. Con ellas solo cabía lidiar sobre las piernas, que es lo que acertadamente hicieron sus matadores; y matar lo más decorosamente posible, que es lo que dejaron de hacer. Aun así, la bronca que escucharon y la posterior ovación a las alimañas en el arrastre fue cuanto menos injusta, muy propia del público ignorante que no aprecia faenas de aliño como éstas pero luego aplaude faenas de destoreo puro y duro, alza en volandas toreros mediocres, aplaude en el arrastre toretes mansos que aguantaron la faena por el nulo castigo recibido en varas, y que regala orejas solo "por joder a los que faltan al respeto al torero de turno porque les causa envidia lo guapos y ricos que son".
Los tres toreros abandonaron el ruedo haciendo piña y bajo una fuerte pitada, pero ya solo por haber estado ahí delante, habiendo estado más acertados o menos, tienen más respeto ganado que cualquiera de los que han salido a hombros o cortado orejas a lo largo de esta mierda de feria que ya va tocando a su fin. El domingo, con el mítico hierro de la A con asas, deseamos que volvamos a palpar los mismos sentimientos perdidos a lo largo de esta feria y que recuperamos, en pequeñas gotas eso sí, con la corrida de Victorino Martín. Una CORRIDA DE TOROS, pero de TOROS DE LIDIA, de los de verdad, sean mejores o peores. Nuestros mayores deseos de recuperación a Manolo Rubio, que sufrió un aparatoso percance apuntillando al quinto. ¡¡ #FuerzaManoloRubio !!
jueves, 5 de junio de 2014
UN PSIQUIATRA POR FAVOR
miércoles, 4 de junio de 2014
PERERA, LAS OREJAS; URDIALES, EL TOREO
martes, 3 de junio de 2014
¿CUADRIS?
Sólo el sexto sacó fiereza para dar emoción a los tendidos, pero en forma de genio y, en gran parte y por obra y (des)gracia del esperpéntico piquero, por las caricias que recibió bajo el peto. En conjunto, la corrida ha tenido tres cosas: falta de casta y picante, falta de poder en el caballo y, sobre todo, mansedumbre y querencia del tercio para adentro. Quizás pueda hablarse de un petardo por parte de los toros, pero si hablamos de los toreros, se hablaría de un castillo de fuegos artificiales de esos con los que el Real Madrid celebra sus copas de Europa.
Javier Castaño, tan castaña como como siempre, ha contado con el lote más propicio para triunfar, como siempre, y ha demostrado, como hace siempre, que si está en las ferias es por causas ya de sobra conocidas y que huelga decir. Por cierto que esas "causas" hoy se han llevado grandes ovaciones pero, en mi modesta opinión, no han estado tan acertados como otras tardes: Adalid clavando a toro pasado, Fernando Sánchez cuadrado y con su torería de siempre pero algún par se le ha ido al costado, y Tito Sandoval toreando muy bien a caballo pero con poquito trabajo que hacer hoy. El único que sí ha sido digno de saludar una gran ovación no lo ha hecho, y ha sido Marco Galán por sus extraordinarios capotazos.
A Iván García lo único bueno que le he visto esta tarde es que ha dejado de banderillear. Su lote fue el peor, pero podría haberse estado de otra manera. Nadie sabe el empeño en sacarse a los medios a un marrajo con sentido al cual no cabía otra cosa que no fuera un macheteo en tablas y una estocada en lo alto, rubricado así lo que hubiera sido una digna actuación. Tampoco comprendemos la cabezonería de estar media hora delante del buey de carreta lidiado en quinto lugar. Todo, para dar constancia de que es el mismo pegapases de antaño.
A Venegas, con seis actuaciones el pasado año, poca cosa se le puede echar en cara. A pesar de mandar una carnicería en varas a su primero, éste acabó ofreciendo diez o doce arrancadas que no fueron aprovechadas, y todo lo que le sobró de castigo a ese primero, le faltó al sexto, que acabó haciéndose el dueño de la situación y con el que el pobre Venegas sudó tinta. Mis respetos para él, que le echó coraje y corazón y encima se llevó un tremendo porrazo, con cornada incluida. Pero ahí, frente a esa fiera apodada Macetero, que más quisiera yo ver a uno de esos toreros poderosos y llenos de temple que nos venden como figuras, que llevara una cuadrilla más digna que hiciera las cosas bien, y que supiera someter al toro, templarlo y luego, torearlo con verdad, como intentó hacer Venegas, que a pesar de carecer de temple y mando, se puso en el sitio, bajaba la mano y quería hacer como si torrara en redondo. Cuestión de oficio. Por cierto que, el tercero de su cuadrilla, a pesar de no estar dotado de una gran forma física, expuso muchísimo en sus dos pares y los clavó cuadrando y asomándose al balcón. Digno de mención.
En resumen, corrida decepcionante pero con algunos toros para triunfar. Lejos quedan estos toros de sus antecesores más ilustres. Y los matadores, por unas u otras razones, pésimos. Y todo esto cabrea y jode más que cualquier otra cosa ajena al espectáculo y a la voluntad de cualquier aficionado, torero o ganadero. Pero como aquí no se le da propaganda a ningún salvaballenas, me despido hasta mañana.
viernes, 30 de mayo de 2014
MANSA PERO ENCASTADA CORRIDA DE "EL MONTECILLO" FRENTE A UNA TERNA QUE ESTUVO MUY POR DEBAJO
30 de mayo del 2014. Plaza de toros de "Las Ventas". 22° de abono
6 toros, 6 de El Montecillo (Juan Pedro Domecq-El Ventorrillo) -corrida de seria presencia, salvo el segundo,mansa y encastada, con algún ejemplar con genio) para Miguel Abellán ( De blanco en hilo blanco), Paco Ureña (de dorado y oro) y Joselito Adame (de grana y azabache)
-Miguel Abellán: Leves palmas cariñosas y oreja de los isidros.
-Paco Ureña: Silencio y palmas palmas cariñosas al retirarse a la enfermería
-Joselito Adame: Silencio con leves pitos y silencio
Empezó la tarde con Miguel Abellán, recibiendo a portagayola a Carpetón, un castaño bragado de indigna presencia que daba coces a los capotes de salida. En el peto, el pica hizo que trabajaba sin hacerlo ante un toro que salió suelto y sin meterle las cuerdas. Otro que se fue sin picar de la lista infinita de este San Isidro. Se ajustó Ureña al burel en un lucido y templado quite por gaoneras, consiguiendo pararle. El.manso iba y venia sin fijeza, intentando hacer presa ante la penosa labor de los rehileteros y los que deberían estar al quite. Brindó Abellán al respetable e inició el trasteo intentando doblarse para hacerse con él sin conseguirlo. Le dio sitio Abellán y el burel en el segundo encuestro a media distancia se le coló y le prendió. Se levantó y cogió la izquierda para seguir destoreando y sacando el gadgetobrazo , colándosele el burel repetidas veces. Dejó algún remate de interés pero sin vender una escoba. El burel se acabó rajando y mató de una estocada desprendida y tendida. El toro se fue con las dos orejas, era un toro para apostar en los.medios y Abellán no lo vio, estando siempre a expensas del bicho. El manso se defendía a su muerte de la ofensa capotera de los peones sacando algo de genio, y acabó cayendo tras un pinchazo, una estocada tendida y cuatro descabellos. El matador se fue a la enfermería al caer el de Paco Medina, recibiendo leves palmas cariñosas.
La condición del primero fue de manso muy encastado y con dos.orejas para cortar.
El segundo, Balancín, castaño listón de capa y de muy justita presencia, fue parado a la verónica por Paco Ureña. Recibió una primera vara trasera y señalando. La segunda fue marcado de nuevo, saliendo incruento del primer tercio. Otro toro que exige doblarse, Ureña no lo hizo y se puso a dar regulares sin asentarse y como si los diese un robot. Siguió su trasteo sin templar los muletazos. Le dio a Ureña por sacárselo a los medios y ahí el toro solo andaba a la defensiva. Ureña, ventajista y sin recursos, siguió con el trasteo acelerado sin dar ni uno, y acabó su labor con un golletazo caído, que provocó, como es evidente, que la boca del toro se convirtiese en una fuente de sangre.
La condición del toro fue de manso reservón, blando y con genio.
El tercero tuvo por gracia "Farruco" y por capa la negra. Falto de trapío, atacado de kilos y, presuntamente, "tocado" de pitones. Salió topando frente a los capotes, sin embestir, y en el tercio de varas calamocheó ante una primera vara, que fue larga y paletillera. La segunda fue trasera. Mala labor del buen pica Óscar Bernal.
Adame cogió la muleta y le prendió en el segundo encuentro.La capea se alargó, prendiendo sin herir a uno de sus peones y robando el capote a Ureña, que salió a hacer el quite. Adame se lo sacó a los medios, cometiendo el mismo error que sus compañeros, y no se quiso doblar. Estuvo a merced del toro en todo momento. Acabó macheteando sin doblarse y haciendo desplantes de Plaza de talanqueras. No aprovechó ni se ajustó a lasel toro y el animal le toreó a él. Acabó con él de dos pinchazos sin clavar, saliéndose de la suerte, y un infame bajonazo. Penosa labor de Adame con el tercero, un manso con poder que tenía faena si se le podía.
Ya saben ustedes, si no sale el toro babosero que va y viene con nobleza hiperbólica en los medios, no saben qué hacer con ellos los de luces.
Corrió turno para esperar a Abellán, que no salía de la enfermería, y en cuarto lugar salió el quinto, Triunfalista. De hechuras muy justitas y de capa castaña, salía suelto de los primeros capotazos de encuentro. Manseando al buscar toriles, como sus hermanos, fue recibido a la verónica por Ureña, quien le endosó unos mantazos sin templar. En el caballo no se empleó, saliendo suelto de los dos encuentros. En el primero, el pica apretó y en el segundo, como ya es costumbre en esta Plaza, el toro se fue de rositas.
Con la muleta, Ureña comenzò con unos estatuarios en los adentros del 7, no dejando de pisar el acelerador como en el segundo. Sin asentarse, siguió dando trapazos uno tras de otro, estando fuera de cacho, y gustando al sector clavelero, que le mira con ojos de enamorado. Trasteo al relance y discotequero a un manso que se vino a menos después de tanto sobeteo. En un arrimón, el toro hizo por él y le prendió violentamente, aunque pudo continuar el trasteo.Veo a Ureña muy falto de facultades y me recuerda con la muleta a Javier Castaño.Mató de un bajonazo infame y los isidros aplaudiendo... Olé.Qué vergüenza...En qué te has convertido Madrid... El matador se fue a la enfermería al terminar su labor y Abellán sale de ésta.
La condición del toro fue de manso descastado y noble de los que se deja hacer.
El quinto, el cuarto en el sorteo, de nombre "Raspiya" -ya no disimulan ni con los nombres...- fue una sardina con cuernos. Fue parado a la verónica por Abellán, que dejó cuatro mantazos y un lance digno. No fue puesto al caballo el burel en el primer encuentro y recibió un micropuyazo en la cruz. En el segundo encuentro fue acariciado de nuevo al relance, dejándolo Abellán entre las rayas. Nada bueno que anotar en banderillas.
Abellán se fue a los terrenos del 4 y empezó su faena de toreo lineal y con el pico ante un manso con genio que casi le prende al perderle la cara. El público pueblerino se entrega al de Usera y a su repertorio provinciano, al perder por tercera vez la herramienta. Mató de una estocada en el cerviguillo, escuchando un aviso y volviendo a ver el respetable cómo el toro sangraba por la boca. El presidente dio la oreja, otra oreja barata como las lentejas, ante el bullicio de los isidros.
La condición del toro fue de manso con genio.
El sexto fue un mansurrón descastado ante el que Adame volvió a hacer su monofaena.
Finalizó así la tarde, una mansada de Paco Medina, pero que tuvo casta y muchas posibilidades para triunfar con ella.
SIN TORO NADA TIENE IMPORTANCIA
¡¡DEL PACMA ME RÍO YO!!
miércoles, 28 de mayo de 2014
OTRA INTERESANTE CORRIDA DE BALTASAR IBÁN QUE SE VA SIN TOREAR
28 de mayo del 2014. Plaza de toros de Las Ventas. 20° del abono de San Isidro.
6 toros, 6 de Baltasar Ibán
para Fernando Robleño (de rosa palo y oro), Luis Bolívar (de sangre de toro y oro) y Rubén Pinar ( de verde botella y oro). Corrida magníficamente presentada, bajó algo el quinto, y de más a menos.Apretaron casi todos en varas, aunque salían sueltos del peto. El 2° fue encastado en bravo escondido. 1°y 2° muy encastados; el 6° encastado pero a la defensiva, y 3° 4°y 5° geniudos y manseando. El 5° blando, debió ser devuelto. Ninguno fue aprovechado. Destacaron en banderillas Ángel Otero y Gustavo Adolfo García.
El primero de la tarde, Camarito -nombre típico de este hierro- , lucía una negra estampa y unas hechuras cuajadas con unos pitones abrochados
Robleño paró al burel con unos lances templados de salida a la verónica. "El Victoriano" picó trasero en la primera vara, saliendo suelto en animal, y, en la segunda, repitió colocación, marcando sin meter las cuerdas a un ejemplar que empezaba a pagar la falta de fuerzas. Se dolía en banderillas como poseido por el demonio, mientras Ángel Otero llevaba a cabo una gran brega. Robleño apostó dándole sitio y el burel con tranco de desplazaba, entrando en la muleta humillado, pero no siempre empleándose ya que acusaba falta de fuerzas. Se venía arriba el ibán haciendo varias veces el avión por el derecho, pero Robleño no lo aprovechó, estando por debajo de su oponente en todo momento. Dio algún natural de.ley al final del trasteo, pero el toro era para bastante más. La condición del primero fue de manso con genio, nobleza y clase; y Robleño acabó con él con dos pinchazo en hueso y una estocada entera arriba aunque algo caída.
El segundo, Tomillero, lucía unas perchas de espanto y unas hechuras prototípicas de la casa. Preciosa su capa retinta. Fue picado por Luis Miguel Leiro, en el primer encuentro, con un picotazo casi en el rabo y un puyazo largo arriba, tapándole la salida cuando el toro se quedaba dormido bajo el peto. En la segunda entrada, Bolívar lo dejó de largo, el toro fue con tranco y el pica volvió a fallar con la vara, esta vez sin aplicar a penas castigo. El toro apretó por abajo en ambas varas. Después de una penosa labor en banderillas y en la brega, el burel se vino arriba. Bolívar, frente a un toro que calamochaba, no le bajaba la mano ni se imponía por bajo, cuando el toro exigía doblarse con él. El toro iba y venía, aunque rebrincado, y se hizo dueño del albero, ya que Bolívar no se hizo con él y le dio más de mil trallazos. El toro estaba casi sin picar y toreó a Bolívar, entrando suavecito por el derecho. Segundo toro que se fue sin torear de los de
Bolívar. Acabó con él con una media estocada, atravesada y trasera; y cinco descabellos, escuchando un aviso de la Presidencia. Bolívar no.consiguió esconderlo, porque el buen ibán segundo fue ovacionado en el arrastre por su encastada condición. Ha sido uno de los toros de la feria.
El tercero, Arbolario; negro listón de capa y veleto de pitones, tuvo una salida nada codiciosa, pero fue poco a poco fijándose. Fue picado traserísimo en la primera vara por el picador del sexto y, de la segunda vara volvió a salir suelto, ya en los terrenos de contraquerencia. Rubén Pinar hizo bien llevando a los adentros del 4 al manso tardo, pero su destoreo consiguió no arrancar aplausos del respetable, que estaba bajo los paraguas protegiéndose de la lluvia. Fuera de cacho, siempre en la oreja, y metiendo pico, Pinar no aprovechó las nobles condiciones del animal, que iba y venía empleándose por bajo. Otro que se fue sin torear, aunque este no tuvo la duración de los anteriores. Pinar lo mató de una estocada desprendida, levemente caída; y dos descabellos. La condición del burel fue de manso con raza y nobleza. Tuvo mucho más de lo que vimos y Rubén Pinar quiso sacar.
El cuarto, Costurito I; negro listón de capa y de hechuras prominentes y serias de cara y por detrás, tardó mucho en salir por la boca de toriles y tardeó en los lances primero. La primera vara fue muy trasera y el burel consiguió derribar al jamelgo. En la segunda, el toro se vino de lejos recibiendo otra puya trasera. Ángel Otero se volvió a lucir en banderillas, aunque no arriesgando tanto como ayer, y volvió a desmonterarse. Fernando Robleño se puso otra vez ratonero, ahogándo al burel cerrándolo en tablas y no dejándolo respirar entre tanda y tanda. Apostó por el arrimón, se quedó sin toro y nos negó verlo. Robleño mató con una estocada corta y caída, cuatro descabellos sin sacar la espada, y otro más cuando ya la había sacado, escuchando un aviso de la Presidencia cuando el toro se resistía a caer. El toro se fue sin torear y cayó de aburrimiento.Otro que se va sin haber sido bien lidiado y aprovechado.
El quinto, Mejicano; negro salpicado y de hechuras serias, partió las tablas más bajas del burladero que separa el 7 del 6. Acusó falta de fuerzas en la primera salida del caballo después de un puyazo trasero. Blandeó sin ser picado en la segunda entrada, no queriendo el ussía D. Justo Polo devolverlo. Perdió las manos en banderillas, quedándose tumbado en el albero. Puso dos pares buenos Gustavo Adolfo García, dejándose ver. Bolívar dio muletazos al paso, sin asentarse, ante un toro que no transmitía más que flojedaz. Ante el marmolillo, Bolívar quiso dar mil pases cuando perdía las manos continuamente, mientras que a su primero quiso esconderlo y se le fue sin torear. A Bolívar ya no le queda ni el valor que tenía al inicio de su carrera. Mató con una estocada corta muy trasera y un descabello
El último de la tarde, Costurito II, lucía unas envidiable hechuras. Su cuajo se aplaudió de salida y recibió dos puyazos traseros por parte de Daniel López, en los que el toro se dejó picar. Justo Polo cambió rápidamente el tercio cuando el toro, sin apretar en vara, se venía pronto y no había sido picado en las dos entradas. Rubén Pinar no consiguió acoplarse y estuvo muy por debajo, dando trallazos y trallazos. Muy por debajo Pinar de su lote. Mató de una estocada algo caída.
Y así acabó una tarde fría, con lluvia a rachas, donde la corrida de Baltasar Ibán se fue sin torear como en los últimos añoa. Hubo ibanes de todos los comportamientos y dieron posibilidades a la terna para conseguir un triunfo que no cosecharon.