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miércoles, 11 de junio de 2014

EL PÚBLICO DE MADRID

Ya ha acabado San Isidro 2014, una feria que los superpoderosos y sus publicistas disfrazados de periodistas tachan de feria "histórica" y "la mejor en muchos años". No sé si habrá sido histórica en cuanto a número de triunfos, de orejas cortadas, número de toros buenos lidiados o de afluencia de público, pero por lo que sí será tristemente histórica y recordada es como la feria en la que Las Ventas se consolidó definitivamente como una plaza de pueblo.
La afición de Madrid un día fue grande, entendida, caprichosa tal vez, pero justa y sabiendo valorar las cosas en su adecuada manera. ¿Qué ha quedado de aquello? Salvo alguna rarísima excepción, absolutamente nada. La plaza de Madrid ha sido tomada en su amplia mayoría por un público festivalero y sin criterio, muchos que van de aficionados entran al tendido ya ebrios y allí siguen bebiendo cubalibres o ging - tónics, y no dudan en mandar callar de manera amenazante al que proteste un toro inválido, un pitón escobillado, recriminen al coleta de turno el abuso del pico o protesten una oreja o una puerta grande barata. A cambio, aplauden de salida torillos diminutos solo porque la tablilla les asignó 650 kg., aplauden en el arrastre toretes flojitos y descaradamente mansos que se dejaron con bondad pasmosa en el tercio de muleta, callan mientras los toros se derrumban por el ruedo a causa de la invalidez, apremian con el famoso "biennnjjjjjj" muletazos enganchados o trallazos rematados en línea recta, conceden orejas después de uno o dos pinchazos o por una estocada defectuosa...
Pero sin duda, lo más descollante se vivió el día de la Corrida de Beneficencia, con la oreja concedida a El Juli. Reproduzco fielmente lo que una conocida mía abonada en los tendidos de sombra me comentó sobre aquella oreja: "A mí nunca me ha gustado El Juli, y nunca me gustará. Tampoco me gustó la faena que hizo, pero pedí la oreja solo por joder a los le pitaban". Ese mismo día se vivió otra situación muy triste con Fandiño. Y es que, como ya quedó dicho en la crónica de aquel día, la actuación del vasco no distó mucho de la de El Juli. A éste, se le recriminó todo cuanto hizo, y la protesta que se generó por la concesión de su oreja se escuchó desde la otra punta de Madrid. En cambio, y es cuanto menos justo reconocerlo aun no sintiendo la más mínima simpatía por el toreo julianesco, a Fandiño se le respetó más de la cuenta por una oreja tan barata y tan pueblerina como la de El Juli. Y aquí no me refiero precisamente a los de la sombra.
El Tendido 7, y con él sus "aficionados" que van de íntegros por la vida, también ha sufrido una triste degeneración. ¿Qué oscuros intereses pueden suscitarles a algunos a darlo todo contra Julián y callarse y aplaudir hasta la extenuación a Fandiño, cuando en realidad sus faenas fueron muy similares? Supongo que los mismos intereses que con los ganaderos, a algunos no se les perdona el mínimo tropiezo y, en cambio, con otros se es muy pero que muy severo, más de la cuenta.
No hay afición a los toros, lo que hay es afición a las merendolas en finca, y quien diga lo contrario miente. Pues no se les ve el plumero ni nada a algunos. El día 29 de mayo, con Castella, Manzanares y Talavante estoqueando ejemplares de El Pilar, también se vivieron momentos bochornosos. Decir que los becerros de Moisés Fraile de aquella tarde estaban afeitados es de ser muy generoso. Y al público festivalero de la sombra tan entendido y tan amante del buen toreo, eso se la repampimpló, a juzgar por su actitud silencio. Hasta se aplaudió de salida al quinto, solo porque su supuesto peso era 640 kg. ¡¡Esperpéntico!! Esos "afisionaos" tan sensibles con quienes se ponen delante y que no dudan en gritar "baja tú", protagonizaron otro bochorno el día de los victorinos abroncando injustamente a la terna que dio cuenta de la corrida de Victorino Martín. Más concretamente, a Antonio Ferrera y a Alberto Aguilar, solo por doblarse y lidiar sobre los pies a dos aunténticas alimañas y no darse coba con ellos. ¿Qué querían, que les pegaran 60 o 70 muletazos? Tampoco dudaron en recriminar al bueno de Ferrera que cogiera la puntilla y él mismo cacheteara al quinto después de que su tercero fuera aparatosamente cogido. Es algo que antiguamente los matadores hacían, pero claro ellos como solo quieren ser partícipes del toreo del siglo XXI, en el cual se torea mejor que nunca y se lidia el toro más corpulento y bravo de la historia. Éste es el perfil de la nueva afición de Madrid. Suerte que, hasta dentro cuatro meses no volvemos a verlos las caras. Ahora se avecinan unos meses de soledad en Las Ventas, en las que se darán cita los que sí tienen afición de verdad para aguantar el calor y observar con esperanza si no habrá algún novillero que tanga algo que ilusione. Como se suele decir, mejor solo que mal acompañado.

sábado, 7 de junio de 2014

RECUPERANDO EMOCIONES PERDIDAS

Vamos a hacer un juego de sinceridad con nosotros mismos: la corrida de ayer de Victorino Martín, si en lugar de lidiarse un 6 de junio de 2014 hubiera sido lidiada un 6 de junio de... 1995, sin ir más lejos, no hubiera pasado de ser una más del montón. Incluso hubiera rozado la decepción, si nos atenemos a lo que lidiada el Paleto por aquel entonces. Pero estamos en 2014, año en el que de está viendo muy poca casta y aún menos bravura; año en el que, si Miura no lo remedia a última hora, se premiará con el famoso azulejo a una corrida que tuvo aguante porque no se picó o a otra mansa hasta la extrema unción pero que se dejó en la muleta sin más. Y después de todo eso, que llegue el Paleto en la penúltima de feria con una corrida de toros, sí, una CORRIDA DE TOROS, mejor o peor, pero una corrida de toros de impecable presencia y juego variado que ha hecho que nadie (nadie que no sea "afisionado" que gusta del toreo artista y el toro tonto, faltaría más) se aburriera y acabara pidiendo la hora, es cuanto menos reconfortante. No es, ni mucho menos, lo que se le pueda pedir a los albaserradas, pero por fin se ha vivido emoción verdadera y, hasta por momentos, nos ha devuelto el verdadero porqué de nuestra afición por esta Fiesta, después de unos días de confusión y dudas ante la borreguez y tontuna de toros y público.
Ayer, salvo en el cuarto toro, no hubo de la primera, pero sí de la segunda para ser fieles a la tradición, pero se tratará en su debido tiempo. Como se ha dicho, corrida de impecable trapío y preciosa lámina, como de las que hacía tiempo que no se le veía a Victorino; que manseó lo suyo y no se empleó nada en el caballo, y en donde la casta fue apareciendo poco a poco. Empezó muy tímidamente en el primero, sin ser un derroche se dejó torear sin comerse a nadie. El segundo derrochó un punto más de fiereza u picante, pero aún quedaba lejos de lo que se le espera a este hierro. Aún así, la cosa no iba mal encaminada y mantuvo el interés de los aficionados.
Por fin, la cosa explotó en el tercero, que respondía al nombre de "Vengativo", y que al igual que sus hermanos fue discreto en el caballo y manseó, pero sacó una casta y una fiereza que nos hizo recordar a aquellos victorinos que tantas tardes de gloria nos dieron. El bicho en cuestión repetía como un tren, siempre por abajo y demostrando ser un toro poderoso y al que su matador, que bastante tuvo con aguantar el tipo, no se impuso en ningún momento. ¿Dónde han quedado las lecciones de maestría y poderío ante estos toro impartidas por maestros de la talla de Andrés Vázquez, Ruiz Miguel, Esplá, Campuzano o El Cid? ¿El el ostracismo quizás? Una pena. El cuarto no transmitió nada, salía de cada muletazo mirando la andanada y no dijo nada interesante.
Uceda Leal estuvo toda la tarde como si delante tuviera la típica alimaña albaserrada que tantas pesadillas ha provocado. Para resumir la actuación del torero de Usera, se dirá que le pesó mucho más el nombre de lo que tenía delante que la condición en sí de ambos oponentes. Y así se pasó toda la tarde, desconfiado y tomando unas precauciones exageradas ante el lote más light de la tarde. Quinto y sexto sí fueron las típicas alimañas victorinas que también hacía tiempo que no veíamos. Con ellas solo cabía lidiar sobre las piernas, que es lo que acertadamente hicieron sus matadores; y matar lo más decorosamente posible, que es lo que dejaron de hacer. Aun así, la bronca que escucharon y la posterior ovación a las alimañas en el arrastre fue cuanto menos injusta, muy propia del público ignorante que no aprecia faenas de aliño como éstas pero luego aplaude faenas de destoreo puro y duro, alza en volandas toreros mediocres, aplaude en el arrastre toretes mansos que aguantaron la faena por el nulo castigo recibido en varas, y que regala orejas solo "por joder a los que faltan al respeto al torero de turno porque les causa envidia lo guapos y ricos que son".
 Los tres toreros abandonaron el ruedo haciendo piña y bajo una fuerte pitada, pero ya solo por haber estado ahí delante, habiendo estado más acertados o menos, tienen más respeto ganado que cualquiera de los que han salido a hombros o cortado orejas a lo largo de esta mierda de feria que ya va tocando a su fin. El domingo, con el mítico hierro de la A con asas, deseamos que volvamos a palpar los mismos sentimientos perdidos a lo largo de esta feria y que recuperamos, en pequeñas gotas eso sí, con la corrida de Victorino Martín. Una CORRIDA DE TOROS, pero de TOROS DE LIDIA, de los de verdad, sean mejores o peores. Nuestros mayores deseos de recuperación a Manolo Rubio, que sufrió un aparatoso percance apuntillando al quinto. ¡¡ #FuerzaManoloRubio !!

jueves, 5 de junio de 2014

UN PSIQUIATRA POR FAVOR

Cuando me dirigía a la plaza, me encontré a la salida del metro con un buen amigo que dirigía sus pasos hacia el mismo destino que yo y que me contaba que en ese momento venía de visitar a su psicólogo. Gran elección la suya irse al psicólogo antes de una tarde de figurines en Las Ventas. Hoy es con el psicólogo, pero cualquier día de estos llegará y me dirá que viene del psiquiatra, y lo hará conmigo de acompañante, porque al paso que va todo esto, no creo que tarde mucho en necesitarlo. Asumo mis errores y mi incapacidad para ejercer como aficionado en cualquier plaza de toros, mi estado de locura cada día va a más y no tiene solución. Veo vacas donde en realidad hay toros de bonitas hechuras para embestir y con caras muy bonitas, veo toreros mentirosos donde hay grandes figuras del toreo que hacen el mejor toreo de la historia, veo gente pitando y protestando las mismas ratonerías que le aplauden a otro torero, veo gente ebria y malencarada donde hay grandes aficionados de postín, veo antitaurinos vestidos de luces y queriendo imitar el toreo, veo borreguez y tontuna donde hay bravura... No se equivoquen, soy un hombre sano que no toma drogas, ni fuma, ni bebe. Mi enfermedad supongo que debe venir de que en un pasado remoto me enseñaron que un toro debe dar miedo con sólo mirarlo y debía ser encastado y fiero y que todo lo que sea nobleza y colaboración era una farsa. Esos mismos desalmados me enseñaron que torear consiste en dominar a esa fiera con un trapito rosa y otro rojo, manejarlos con despaciosidad y utilizarlos para pasarse al toro cerca y enroscárselo en la cintura. También que para matar un toro ese mismo trapo rojo se utiliza para desviar la acometida del toro, no para taparle la cara mientras se pega un saltito y de clava el estoque desde la lejanía. Todo eso se ha aplaudido hoy, y hasta se ha premiado. El problema, pues, es mío y tendré que reformarme si quiero seguir disfrutando de este bonito espectáculo en el que un hombre vestido de luces da muchos trapazos a un pobre animal manipulado y sin maldad alguna. ¿Qué culpa tengo yo si cuatro o cinco impresentables me han tomado el pelo con que el toreo era un cuerpo a cuerpo entre una fiera y un hombre cuya función es dominarla? Que no me intenten engañar más, que el Juli hoy ha toreado de miedo, ha pegado unos... doscientos cincuenta y siete pases a dos animales exentos de maldad, como debe ser. Y matar, ya ha sido la leche matando. Con esos saltitos y ese cañón que tiene y que tumba a los toros patas arriba. ¿Qué más dará donde caiga la espada? A quienes le protestan, ya les pasaré yo el número del psiquiatra, también les vendrá bien. Luego ha venido Fandiño, que ha venido haciendo un poco más o menos las mismas tramp... perdón el mismo arte y la misma maestría que el Juli, y hasta componía la figura igual. Admirable, no sólo desprecian la cornada, sino que también el lumbago y las hernias discales. Y los pitan a los pobrecillos. ¡¡Ni puta idea!! Menos mal que todavía quedan aficionados cabales para premiar con una oreja la gran labor de este torero. Aun habiendo estado por debajo de un manso pero encastado toro de Alcurrucén (¿es así o la locura a me causa estragos?). Talavante, por culpa de los toros, los cuales no colaboraban ni se prestaban al toreo, no ha podido cortar orejas. O eso habrá sido, digo yo, que ya no se si es delirio o es la pura verdad. Por cierto, ¿y cuando veo lo festivalera y barata que está esta plaza, es verídico que solo me falte un cubalibre en la mano y estar ataviado con el polo de la peña, o también es cosa de las paranoias que padezco? No sé, pensaba que en Las Ventas había más seriedad. Pero como está demostrado que me han engañado, ya salgo de dudas.

miércoles, 4 de junio de 2014

PERERA, LAS OREJAS; URDIALES, EL TOREO

Para no enredarme, voy a ser directo: con la valentía y el temple de Miguel Ángel Perera y con la pureza y la verdad de Diego Urdiales, me hago yo un torero de época que ponía de vuelta y media a gran parte del escalafón. Pero mientras uno siga con las mentiras del toreo moderno y el otro no tenga el aguante suficiente para tirar de los toros y ligar muletazos, aquí paz y después gloria. Todo esto, el día en el que los cárdenos de Adolfo Martín protagonizaron una vomitiva muestra de descastamiento, aburrimiento, monotonía y falta de emoción. Si ayer, para poder explicar el gran desencanto de Cuadri hacíamos mención a ilustres de Comeuñas como Ribete, Poleo o Frijonero, hoy hacemos lo propio con con Madroñito, Mulillero, Baraterillero o Marinero. ¿Dónde está la casta y la agresividad de los albaserradas? El único resquicio lo tuvimos en ese sexto al que Perera, con la ayuda de un público muy benévolo, desorejó. Los demás, totalmente huecos, mansos todos y sin hacer honor a su sangre. Ese sexto sí tuvo la codicia y la casta propia de los buenos albaserradas. No era fácil poderle y Perera se plantó allí delante, templó las acometidas del animal y mandó sobre ellas. Pero claro, con las típicas ratonerías del toreo moderno a las que el torero extremeño, como buena figura del toreo que es, tanta fidelidad y cariño las guarda. Ya saben, que si pico por aquí y pico por allá, patita escondida, toreo perfilero, un muletazo lo remato detrás de la cadera y los veinte siguientes los tiro en línea recta, la figura retorcida, colocación perfilera... pero hay una cosa que nadie le podrá negar, y es que ha podido con la casta del cárdeno. La ha templado, la dominado, la ha... ¡¡Qué no, que no y que no!! Y mil veces diré no, ea. Acertadamente o no, pero aquí se sigue empecinado en que torear es dar el pecho, echar la pierna pa'alante y rematar el muletazo detrás de la cadera, sin retorcerse ni crisparse. Algo así... ¿Cómo decirles? Ah sí, algo así como lo que ha hecho Diego Urdiales con el quinto toro. Ha toreado, a cuentagotas, pero ha toreado. En el sentido más estricto de la palabra. Lástima que a Urdiales no le diera por dejarle la muleta puesta en la cara, dar el toque e incluso incitar al burel con la voz, si fuera necesario. Porque el toro iba, había que incitarle y buscarle las cosquillas, pero iba. Y eso no se terminó de aprovechar. Pero esos muletazos sueltos, tan verdaderos y llenos de pureza, dejan constancia de que el toreo eterno sigue presente en el corazón de algunos toreros, por mucho que hoy en día se premie otra cosa. Eso sí, alguien debería recomendar al torero de Arnedo que, con la rapidez y diligencia pertinente, cambie de cuadrilla, y empezando por los picadores. Porque vaya desastre... Antonio Ferrera, el otro integrante del cartel, estuvo por ahí, entre medias. Sin acierto en sus costumbres lidiadoras, no tan atento como otros días en su bien adscrito rol de director de lidia, igual de pésimo que todos los días con los palos, y en la misma senda vulgar con la muleta. Lástima, porque ilusionaba verlo. Pero por suerte vuelve en tres días y, para entonces, esperamos poder tenerle más asentado. De los toros, ya queda todo dicho: excepto el sexto, poca casta y codicia y, para colmo de males, algunos picadores y banderilleros haciéndolos peores.

martes, 3 de junio de 2014

¿CUADRIS?

Hablar de Cuadri es hablar de casta, poder y fiereza. Hablar de Cuadri es hablar de toros duros e imponentes, lejos nobleza chochona y colaboradora. Es oír hablar de la ganadería de los herederos de don Celestino Cuadri Vides y, automáticamente, recordar nombres como Poleo, Clavellino, Ribete (el toro castaño de 2010), Frijonero, Pesador, Muñeco, Aviador, Camarote o Podador, entre otros. Pues bien, a estos señores que tanta gloria dieron a esta divisa, ninguno de sus hermanos de esta tarde les han hecho honores. En Ribete, Salero, Diseñador, Comandante, Tejedor y Macetero ha habido de todo, desde torazos que imponían pavor de solo verlos salir por la oscuridad de chiqueros, hasta alguno impresentable para una plaza como Madrid; uno, primero, al que se le pegó en el caballo más que al resto juntos y que aún así tuvo unas diez o doce arrancadas de lujo; otro, segundo, nobilísimo y bondadoso cuan domecq; un marrajo que hizo de tercero y al que, bendita inteligencia de su matador, se lo llevaron a los medios a espantarle las moscas de la cara; un cuarto manejable y exento de picante que se fue sin torear; u otro, quinto, borregazo descastado que salía mirando las musarañas entre muletazo y muletazo.
Sólo el sexto sacó fiereza para dar emoción a los tendidos, pero en forma de genio y, en gran parte y por obra y (des)gracia del esperpéntico piquero, por las caricias que recibió bajo el peto. En conjunto, la corrida ha tenido tres cosas: falta de casta y picante, falta de poder en el caballo y, sobre todo, mansedumbre y querencia del tercio para adentro. Quizás pueda hablarse de un petardo por parte de los toros, pero si hablamos de los toreros, se hablaría de un castillo de fuegos artificiales de esos con los que el Real Madrid celebra sus copas de Europa.
Javier Castaño, tan castaña como como siempre, ha contado con el lote más propicio para triunfar, como siempre, y ha demostrado, como hace siempre, que si está en las ferias es por causas ya de sobra conocidas y que huelga decir. Por cierto que esas "causas" hoy se han llevado grandes ovaciones pero, en mi modesta opinión, no han estado tan acertados como otras tardes: Adalid clavando a toro pasado, Fernando Sánchez cuadrado y con su torería de siempre pero algún par se le ha ido al costado, y Tito Sandoval toreando muy bien a caballo pero con poquito trabajo que hacer hoy. El único que sí ha sido digno de saludar una gran ovación no lo ha hecho, y ha sido Marco Galán por sus extraordinarios capotazos.
A Iván García lo único bueno que le he visto esta tarde es que ha dejado de banderillear. Su lote fue el peor, pero podría haberse estado de otra manera. Nadie sabe el empeño en sacarse a los medios a un marrajo con sentido al cual no cabía otra cosa que no fuera un macheteo en tablas y una estocada en lo alto, rubricado así lo que hubiera sido una digna actuación. Tampoco comprendemos la cabezonería de estar media hora delante del buey de carreta lidiado en quinto lugar. Todo, para dar constancia de que es el mismo pegapases de antaño.
 A Venegas, con seis actuaciones el pasado año, poca cosa se le puede echar en cara. A pesar de mandar una carnicería en varas a su primero, éste acabó ofreciendo diez o doce arrancadas que no fueron aprovechadas, y todo lo que le sobró de castigo a ese primero, le faltó al sexto, que acabó haciéndose el dueño de la situación y con el que el pobre Venegas sudó tinta. Mis respetos para él, que le echó coraje y corazón y encima se llevó un tremendo porrazo, con cornada incluida. Pero ahí, frente a esa fiera apodada Macetero, que más quisiera yo ver a uno de esos toreros poderosos y llenos de temple que nos venden como figuras, que llevara una cuadrilla más digna que hiciera las cosas bien, y que supiera someter al toro, templarlo y luego, torearlo con verdad, como intentó hacer Venegas, que a pesar de carecer de temple y mando, se puso en el sitio, bajaba la mano y quería hacer como si torrara en redondo. Cuestión de oficio. Por cierto que, el tercero de su cuadrilla, a pesar de no estar dotado de una gran forma física, expuso muchísimo en sus dos pares y los clavó cuadrando y asomándose al balcón. Digno de mención.
En resumen, corrida decepcionante pero con algunos toros para triunfar. Lejos quedan estos toros de sus antecesores más ilustres. Y los matadores, por unas u otras razones, pésimos. Y todo esto cabrea y jode más que cualquier otra cosa ajena al espectáculo y a la voluntad de cualquier aficionado, torero o ganadero. Pero como aquí no se le da propaganda a ningún salvaballenas, me despido hasta mañana.

viernes, 30 de mayo de 2014

MANSA PERO ENCASTADA CORRIDA DE "EL MONTECILLO" FRENTE A UNA TERNA QUE ESTUVO MUY POR DEBAJO

30 de mayo del 2014. Plaza de toros de "Las Ventas". 22° de abono
6 toros, 6 de El Montecillo (Juan Pedro Domecq-El Ventorrillo) -corrida de seria presencia, salvo el segundo,mansa y encastada, con algún ejemplar con genio) para Miguel Abellán ( De blanco en hilo blanco), Paco Ureña (de dorado y oro) y Joselito Adame (de grana y azabache)
-Miguel Abellán: Leves palmas cariñosas y oreja de los isidros.
-Paco Ureña: Silencio y palmas palmas cariñosas al retirarse a la enfermería
-Joselito Adame: Silencio con leves pitos y silencio

Empezó la tarde con Miguel Abellán, recibiendo a portagayola a Carpetón, un castaño bragado de indigna presencia que daba coces a los capotes de salida. En el peto, el pica hizo que trabajaba sin hacerlo ante un toro que salió suelto y sin meterle las cuerdas. Otro que se fue sin picar de la lista infinita de este San Isidro. Se ajustó Ureña al burel en un lucido y templado quite por gaoneras, consiguiendo pararle. El.manso iba y venia sin fijeza, intentando hacer presa ante la penosa labor de los rehileteros y los que deberían estar al quite. Brindó Abellán al respetable e inició el trasteo intentando doblarse para hacerse con él sin conseguirlo. Le dio sitio Abellán y el burel en el segundo encuestro a media distancia se le coló y le prendió. Se levantó y cogió la izquierda para seguir destoreando y sacando el gadgetobrazo , colándosele el burel repetidas veces. Dejó algún remate de interés pero sin vender una escoba. El burel se acabó rajando y mató de una estocada desprendida y tendida. El toro se fue con las dos orejas, era un toro para apostar en los.medios y Abellán no lo vio, estando siempre a expensas del bicho. El manso se defendía a su muerte de la ofensa capotera de los peones sacando algo de genio, y acabó cayendo tras un pinchazo, una estocada tendida y cuatro descabellos. El matador se fue a la enfermería al caer el de Paco Medina, recibiendo leves palmas cariñosas.
La condición del primero fue de manso muy encastado y con dos.orejas para cortar.

El segundo, Balancín, castaño listón de capa y de muy justita presencia, fue parado a la verónica por Paco Ureña. Recibió una primera vara trasera y señalando. La segunda fue marcado de nuevo, saliendo incruento del primer tercio. Otro toro que exige doblarse, Ureña no lo hizo y se puso a dar regulares sin asentarse y como si los diese un robot. Siguió su trasteo sin templar los muletazos. Le dio a Ureña por sacárselo a los medios y ahí el toro solo andaba a la defensiva. Ureña, ventajista y sin recursos, siguió con el trasteo acelerado sin dar ni uno, y acabó su labor con un golletazo caído, que provocó, como es evidente, que la boca del toro se convirtiese en una fuente de sangre.
La condición del toro fue de manso reservón, blando y con genio.

El tercero tuvo por gracia "Farruco" y por capa la negra. Falto de trapío, atacado de kilos y, presuntamente, "tocado" de pitones. Salió topando frente a los capotes, sin embestir, y en el tercio de varas calamocheó ante una primera vara, que fue larga y paletillera. La segunda fue trasera. Mala labor del buen pica Óscar Bernal.
Adame cogió la muleta y le prendió en el segundo encuentro.La capea se alargó, prendiendo sin herir a uno de sus peones y robando el capote a Ureña, que salió a hacer el quite. Adame se lo sacó a los medios, cometiendo el mismo error que sus compañeros, y no se quiso doblar. Estuvo a merced del toro en todo momento. Acabó macheteando sin doblarse y haciendo desplantes de Plaza de talanqueras. No aprovechó ni se ajustó a lasel toro y el animal le toreó a él. Acabó con él de dos pinchazos sin clavar, saliéndose de la suerte, y un infame bajonazo. Penosa labor de Adame con el tercero, un manso con poder que tenía faena si se le podía.
Ya saben ustedes, si no sale el toro babosero que va y viene con nobleza hiperbólica en los medios, no saben qué hacer con ellos los de luces.

Corrió turno para esperar a Abellán, que no salía de la enfermería, y en cuarto lugar salió el quinto, Triunfalista. De hechuras muy justitas y de capa castaña, salía suelto de los primeros capotazos de encuentro. Manseando al buscar toriles, como sus hermanos, fue recibido a la verónica por Ureña, quien le endosó unos mantazos sin templar. En el caballo no se empleó, saliendo suelto de los dos encuentros. En el primero, el pica apretó y en el segundo, como ya es costumbre en esta Plaza, el toro se fue de rositas.
Con la muleta, Ureña comenzò con unos estatuarios en los adentros del 7, no dejando de pisar el acelerador como en el segundo. Sin asentarse, siguió dando trapazos uno tras de otro, estando fuera de cacho, y gustando al sector clavelero, que le mira con ojos de enamorado. Trasteo al relance y discotequero a un manso que se vino a menos después de tanto sobeteo. En un arrimón, el toro hizo por él y le prendió violentamente, aunque pudo continuar el trasteo.Veo a Ureña muy falto de facultades y me recuerda con la muleta a Javier Castaño.Mató de un bajonazo infame y los isidros aplaudiendo... Olé.Qué vergüenza...En qué te has convertido Madrid... El matador se fue a la enfermería al terminar su labor y Abellán sale de ésta.
La condición del toro fue de manso descastado y noble de los que se deja hacer.

El quinto, el cuarto en el sorteo, de nombre "Raspiya" -ya no disimulan ni con los nombres...- fue una sardina con cuernos. Fue parado a la verónica por Abellán, que dejó cuatro mantazos y un lance digno. No fue puesto al caballo el burel en el primer encuentro y recibió un micropuyazo en la cruz. En el segundo encuentro fue acariciado de nuevo al relance, dejándolo Abellán entre las rayas. Nada bueno que anotar en banderillas.
Abellán se fue a los terrenos del 4 y empezó su faena de toreo lineal y con el pico ante un manso con genio que casi le prende al perderle la cara. El público pueblerino se entrega al de Usera y a su repertorio provinciano, al perder por tercera vez la herramienta. Mató de una estocada en el cerviguillo, escuchando un aviso y volviendo a ver el respetable cómo el toro sangraba por la boca. El presidente dio la oreja, otra oreja barata como las lentejas, ante el bullicio de los isidros.
La condición del toro fue de manso con genio.

El sexto fue un mansurrón descastado ante el que Adame volvió a hacer su monofaena.

Finalizó así la tarde, una mansada de Paco Medina, pero que tuvo casta y muchas posibilidades para triunfar con ella.

SIN TORO NADA TIENE IMPORTANCIA

Ayer no había ganas de hablar de toreo ni de analizar faenas. Sólo de denunciar el fraude, la ignorancia y pasotismo del público actual que acude a los toros y de la lamentable prensa taurina que padecemos, la cual todo tapa y hasta manipula. Pero hoy me he levantado con ganas de hablar de Alejandro Talavante y su nuevo concepto del toreo. Supongo que toca hacerlo, vista su actuación de ayer y del pasado día 22. Ante nosotros podemos palpar un torero mucho más reposado y dotado de más naturalidad, dejando atrás esas crispaciones y esa manera tan fea de retorcerse. De eso no hay niguna duda. Pero claro, si nos remitimos a que torear equivale al parar - templar - mandar de toda la vida y ante un animal con trapío y al que no se le manipula grotescamente; un animal fiero, encastado, poderoso; un animal con nobleza, sí, pero no atontado... pues a mí, que quieren que les diga, pero no me deja de parecer otra pantomima más. Alejandro ha demostrado que sabe torear, que cuando quiere se pone en el sitio y carga la suerte, se pasa a los toros rozándole la taleguilla y remata los muletazos atrás. Pero paralelamente, y basándome en hechos (concretamente en la encerrona con seis de Victorino Martín aquel 18 de mayo de 2013) también he de decir que este señor ha demostrado que no tiene, con perdón, ni puta idea de lidiar un toro. Aquella tarde no se lidió un encierro del paleto como los de antaño (y menos mal, porque si no...), pero uno solo exigía más que todos los carretones desmochados con los que Alejandro acostumbra a verse las caras en cualquier plaza. Y aquella tarde, hizo el ridículo y nos demostró que, sacándolo del toro fácil y bobo, Alejandro es un torero limitadísimo de facultades lidiadoras, de recursos, de mando y de todo. Que cuando sale "su toro" torea mil veces mejor que cualquiera de las figuras actuales pero, como reza la chapita roja que muchos aficionados llevamos en la camisa los días de corrida: NADA TIENE IMPORTANCIA SÍ NO HAY TORO. Y Alejandro Talavante, muy acostumbrado a vérselas con TOROS de verdad, no está. El día que Alejandro Talavante pegue diez o quince muletazos, solo diez o quince, no necesito más, de esos que él sabe a un Tomillero, un Camarito o un Ribete, entonces me callaré la boca y me descubriré ante él como se merece. Pero mientras tanto, para mí seguirá siendo un figurín del toreo más.

¡¡DEL PACMA ME RÍO YO!!

Nos horrorizamos el pasado domingo, a eso de las once de la noche, cuando conocimos que PACMA (Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal) subía en número de votos en las elecciones al Parlamento Europeo. Pero el varazo gordo nos lo llevamos al conocer que el partido PODEMOS, liderado por el antitaurino Pablo Iglesias y que en su programa electoral reza claramente "abolir la tauromaquia", se alzaba con la solera de 5 eurodiputados y se convertía así en la cuarta formación más votada en España. Pues bien, ¿después de tardes como las de hoy todavía queda alguno al que le extrañe todo esto? ¿Qué pasa en los corrales de Las Ventas? ¿Por qué la tablilla anuncia animales de 640 kg. y luego sale un animalillo que ni pasaría como novillo? ¿Nos quieren tomar el pelo, la báscula estará averiada quizás, pesan a los animales de dos en dos o incluso sin bajarlos del camión siquiera? ¿Por qué esa falta de casta y poder de los toros? ¿Por qué esa flojedad y esa nobleza ovejuna? ¿Problemas en la selección? ¿El puñetero maíz quizás? ¿Será cierto que drogan a los toros? ¿Es verídico ese rumor de que los hacen perrerías en los corrales tales como golpearles los testículos o tirarles peso encima para mermarles? ¿Dónde quedan los análisis postmorten de los veterinarios de los pitones y las vísceras? ¿El señor presidente está para algo más que para regalar despojos? ¿Y el aficionado? ¿Dónde demonios está el aficionado y qué ha sido de él? Ha ido desapareciendo paulatinamente y en su lugar ha ido entrando un público más festivalero y menos entendido para calibrar sobre qué es dominar un toro, qué es cargar la suerte, qué diferencia hay entre lo que es casta y nobleza chochona, diferenciar entre torear y pegar pases... El público de la plaza de Las Ventas está fatal, cada día peor, pero hoy ha llegado a límites insospechados. Sólo les ha faltado sacar al barbero a saludar, aunque tal y como están las cosas, no creo que tardemos mucho en ver algo así. Porque hoy se ha visto aplaudir toros de salida solo porque, según la tablilla y el programa de mano, el bicho en cuestión pesaba 640 kg.; se ha visto como la mayoría de la gente no alzaba la voz ante el fraude del afeitado, y hasta gritar a un torero "viva la madre que te parió" a la vez que éste se ponía cañí ante un pobre bicho inválido (al que por cierto y al igual que al resto de sus hermanos se le hizo cosquillas con la puya) y bobalicón que iba y venía sin un mal gesto. A esto, hay que sumarle lo mismo de días anteriores: jalear el destoreo, callar ante la invalidez y moruchez, aplausos a estocadas bajas y desprendidas, el del típico "baja tú", el otro que pretende que los aficionados cayen ante el fraude, los que protestan porque la montera cayó hacia arriba, luego los mismos jaleando que el torero de turno la pusiera mirando hacia abajo... ¡¡Ay Señor, llévame pronto!! Y a todo esto, ¿y la prensa? ¿Denunciará el fraude? ¿Criticará a las figuras por presentarse así en la primera plaza del mundo? ¿Tratarán a la corrida de hoy de la misma manera que a la de Baltasar Ibán o José Escolar? Eso es lo que haría falta quizás, un Tomillero que pusiera a cada uno de estos asaltadiligencias que van de figuras del toreo en su sitio. O un Bastonito. O un Camarito. O Madroñito. O Pistolero. O Ribete. O Poleo. O Aviador. O Bombito. O Chumbero. O Mulillero. O Joyerito. Será por toros célebres. Afortunadamente, la semana que viene, sin figuras de por medio y ganaderías como Cuadri, Adolfo o Miura, alguno nos saldrá que nos haga recordar que la casta no fue un sueño del pasado. Mientras tanto, la Fiesta estará sentenciada a muerte. Y con PACMA, PODEMOS y EQUO esperando desde el tendido a que la cabeza se la sirvan en bandeja de plata.

miércoles, 28 de mayo de 2014

OTRA INTERESANTE CORRIDA DE BALTASAR IBÁN QUE SE VA SIN TOREAR

28 de mayo del 2014. Plaza de toros de Las Ventas. 20° del abono de San Isidro.
6 toros, 6 de Baltasar Ibán
para Fernando Robleño (de rosa palo y oro), Luis Bolívar (de sangre de toro y oro) y Rubén Pinar ( de verde botella y oro). Corrida magníficamente presentada, bajó algo el quinto, y de más a menos.Apretaron casi todos en varas, aunque salían sueltos del peto. El 2° fue encastado en bravo escondido. 1°y 2° muy encastados; el 6° encastado pero a la defensiva, y 3° 4°y 5° geniudos y manseando. El 5° blando, debió ser devuelto. Ninguno fue aprovechado. Destacaron en banderillas Ángel Otero y Gustavo Adolfo García.

El primero de la tarde, Camarito -nombre típico de este hierro- , lucía una negra estampa y unas hechuras cuajadas con unos pitones abrochados
Robleño paró al burel con unos lances templados de salida a la verónica. "El Victoriano" picó trasero en la primera vara, saliendo suelto en animal, y, en la segunda, repitió colocación, marcando sin meter las cuerdas a un ejemplar que empezaba a pagar la falta de fuerzas. Se dolía en banderillas como poseido por el demonio, mientras Ángel Otero llevaba a cabo una gran brega. Robleño apostó dándole sitio y el burel con tranco de desplazaba, entrando en la muleta humillado, pero no siempre empleándose ya que acusaba falta de fuerzas. Se venía arriba el ibán haciendo varias veces el avión por el derecho, pero Robleño no lo aprovechó, estando por debajo de su oponente en todo momento. Dio algún natural de.ley al final del trasteo, pero el toro era para bastante más. La condición del primero fue de manso con genio, nobleza y clase; y Robleño acabó con él con dos pinchazo en hueso y una estocada entera arriba aunque algo caída.

El segundo, Tomillero, lucía unas perchas de espanto y unas hechuras prototípicas de la casa. Preciosa su capa retinta. Fue picado por Luis Miguel Leiro, en el primer encuentro, con un picotazo casi en el rabo y un puyazo largo arriba, tapándole la salida cuando el toro se quedaba dormido bajo el peto. En la segunda entrada, Bolívar lo dejó de largo, el toro fue con tranco y el pica volvió a fallar con la vara, esta vez sin aplicar a penas castigo. El toro apretó por abajo en ambas varas. Después de una penosa labor en banderillas y en la brega, el burel se vino arriba. Bolívar, frente a un toro que calamochaba, no le bajaba la mano ni se imponía por bajo, cuando el toro exigía doblarse con él. El toro iba y venía, aunque rebrincado, y se hizo dueño del albero, ya que Bolívar no se hizo con él y le dio más de mil trallazos. El toro estaba casi sin picar y toreó a Bolívar, entrando suavecito por el derecho. Segundo toro que se fue sin torear de los de
Bolívar. Acabó con él con una media estocada, atravesada y trasera; y cinco descabellos, escuchando un aviso de la Presidencia. Bolívar no.consiguió esconderlo, porque el buen ibán segundo fue ovacionado en el arrastre por su encastada condición. Ha sido uno de los toros de la feria.

El tercero, Arbolario; negro listón de capa y veleto de pitones, tuvo una salida nada codiciosa, pero fue poco a poco fijándose. Fue picado traserísimo en la primera vara por el picador del sexto y, de la segunda vara volvió a salir suelto, ya en los terrenos de contraquerencia.  Rubén Pinar hizo bien llevando a los adentros del 4 al manso tardo, pero su destoreo consiguió no arrancar aplausos del respetable, que estaba bajo los paraguas protegiéndose de la lluvia. Fuera de cacho, siempre en la oreja, y metiendo pico, Pinar no aprovechó las nobles condiciones del animal, que iba y venía empleándose por bajo. Otro que se fue sin torear, aunque este no tuvo la duración de los anteriores. Pinar lo mató de una estocada desprendida, levemente caída; y dos descabellos. La condición del burel fue de manso con raza y nobleza. Tuvo mucho más de lo que vimos y Rubén Pinar quiso sacar.

El cuarto, Costurito I; negro listón de capa y de hechuras prominentes y serias de cara y por detrás, tardó mucho en salir por la boca de toriles y tardeó en los lances primero. La primera vara fue muy trasera y el burel consiguió derribar al jamelgo. En la segunda, el toro se vino de lejos recibiendo otra puya trasera. Ángel Otero se volvió a lucir en banderillas, aunque no arriesgando tanto como ayer, y volvió a desmonterarse. Fernando Robleño se puso otra vez ratonero, ahogándo al burel cerrándolo en tablas y no dejándolo respirar entre tanda y tanda. Apostó por el arrimón, se quedó sin toro y nos negó verlo. Robleño mató con una estocada corta y caída, cuatro descabellos sin sacar la espada, y otro más cuando ya la había sacado, escuchando un aviso de la Presidencia cuando el toro se resistía a caer. El toro se fue sin torear y cayó de aburrimiento.Otro que se va sin haber sido bien lidiado y aprovechado.

El quinto, Mejicano; negro salpicado y de hechuras serias, partió las tablas más bajas del burladero que separa el 7 del 6. Acusó falta de fuerzas en la primera salida del caballo después de un puyazo trasero. Blandeó sin ser picado en la segunda entrada, no queriendo el ussía D. Justo Polo devolverlo.  Perdió las manos en banderillas, quedándose tumbado en el albero. Puso dos pares buenos Gustavo Adolfo García, dejándose ver. Bolívar dio muletazos al paso, sin asentarse, ante un toro que no transmitía más que flojedaz. Ante el marmolillo, Bolívar quiso dar mil pases cuando perdía las manos continuamente, mientras que a su primero quiso esconderlo y se le fue sin torear. A Bolívar ya no le queda ni el valor que tenía al inicio de su carrera. Mató con una estocada corta muy trasera y un descabello

El último de la tarde, Costurito II, lucía unas envidiable hechuras. Su cuajo se aplaudió de salida y recibió dos puyazos traseros por parte de Daniel López, en los que el toro se dejó picar. Justo Polo cambió rápidamente el tercio cuando el toro, sin apretar en vara, se venía pronto y no había sido picado en las dos entradas. Rubén Pinar no consiguió acoplarse y estuvo muy por debajo, dando trallazos y trallazos. Muy por debajo Pinar de su lote. Mató de una estocada algo caída.

Y así acabó una tarde fría, con lluvia a rachas, donde la corrida de Baltasar Ibán se fue sin torear como en los últimos añoa. Hubo ibanes de todos los comportamientos y dieron posibilidades a la terna para conseguir un triunfo que no cosecharon.

PEREDA POR GALLARDO: ¡¡BENDITO CAMBIO!!

La combinación José Luis Pereda - La Dehesilla espanta de solo oírla a cualquier aficionado a los toros. Aún más a los aficionados madrileños, quienes, como herejes sometidos a torturas inquisitorias, han de tragar todos los años con la invalidez, tontuna, falta de casta y de emoción de los toros del señor Pereda. La tarde de hoy estaba destinada a ser una de esas tediosas tardes pero, por circunstancias que no conocemos pero nos podremos imaginar, el hierro titular fue desechado por completo y sustituído por un lote de Fuente Ymbro. Todo esto, a última hora, pues los toros de Gallardo llegaron a la plaza a eso de las nueve de la mañana y hasta cerca de la una y media los aficionados seguíamos esperando el resultado del sorteo. Algunos toros incluso, al salir al ruedo, todavía tenían los cuernos amarillentos a causa de las jodidas fundas. Vergüenza ajena dan este tipo de situaciones en la primera plaza del mundo, pero con Taurodelta ocupando el burladero de empresa, estamos todos curados de espanto. Por suerte, el señor Gallardo vino a Madrid trayendo una corrida bien presentada y, aunque mansa y rajada, con mucho que torear. Los seis, cada uno a su estilo, unos más dulzones y otros más complicados, pero ninguno hizo que nadie en el tendido se aburriera. Los matadores, tres modestos toreros del gusto de esta afición y muy necesitados de un importante toque de atención para romper con esa escasez de contratos, salieron al ruedo como si ya tuvieran cuarenta o cincuenta corridas firmadas para todo este 2014. Por ejemplo, está Uceda Leal, que dispuso de un delicioso bombón en primer lugar que repetía con nobleza y metía la cara de lujo. Para soñar el toreo. Pero lo que se impuso fue el destoreo moderno y los amables isidros, desconocedores de términos como "cargar la suerte", "torear en redondo" o "no quedarse al hilo del pitón", jalearon todo cuanto José Ignacio hizo. La estocada, por ejecución y colocación, merecedora por sí sola de una oreja que se antoja baratísima dada la condición del animal. El cuarto, manso y encastado, no fue sometido y eso le hizo hacerse el amo y señor de la situación, dejando al descubierto que su matador hoy no vino precisamente a mancharse de sudor y sangre. Una estocada también de gran ejecución aunque esta vez desprendida rubricó la mediocre actuación de hoy del torero de Usera. Curro Díaz deja cada vez más evidente que es un artista en decadencia. Bien es verdad que en sus manos tuvo el lote más complicado, pero con orejas por cortar. El segundo de la tarde empujó de lo lindo en la segunda vara, y en la muleta se colaba con el menor resquicio que el matador le abriera. El quinto también tuvo casta para aburrir aunque se le pegó mucho y mal en dos varas a las que se arrancó pronto y empujó con un solo pitón. En la muleta embestió como un tren, siempre queriendo coger las telas por abajo y protestando cada vez que Curro, desconfiado y muy retorcido toda la tarde, alzaba el brazo. Una pena. A Matías Tejela le cayó en suerte otro tocino de cielo en tercer lugar, un toro que huyó despavorido como buen manso que fue en sendos encuentros con el penco, pero que en el último tercio se prestó al matador para hacer cuanto quisiera. Ello fue muletazos de todo tipo, la mayoría retorcidos y en línea recta y algunos hasta relajando la figura y toreando en redondo, pero con las trampas del toreo moderno del no cruzarse y tirar la pierna atrás. Pinchó y ello le hizo perder, por suerte, otra oreja que hubiera sido de chiste. El sexto derribó al jaco en el segundo encuentro y Tejela, tonto él, cambió rápido el tercio quedando el toro sin picar. ¿Resultado? Un matador sucumbiendo ante un animal muy venido arriba, y al que no se supo ni por donde meterle mano. Eso sí, cuenta Matías Tejela con tres subalternos que más quisieran muchos. Jesús Romero y sobre todo Ángel Otero estuvieron sensacionales con capote y banderillas, y Javier Gómez Pascual, muy eficaz en los quites. Gracias al cielo que, al menos, vemos hombres de plata con quilates todas las tardes, destacando sobremanera por encima de los de oro, la mayoría de los que cagó el moro, como se suele decir coloquialmente. A la salida, muchos nos congratulamos de habernos librado de los de Pereda y habernos topado con los fuenteymbro que, siendo una mansada, sí sacó casta en algunos toros y ofrecieron espectáculo. Yo, por lo menos, no me aburrí. Y eso ya es algo en esta insufrible feria que ya encauza su recta final, la de más interés, por cierto.

martes, 27 de mayo de 2014

LO BUENO SI BREVE, DOS VECES CABALLERO


Lunes 26 de mayo del 2014. 17º del abono de San Isidro. 28º de la temporada. Dos horas de festejo. Tres cuartos de entrada.

Novillada picada. 3 utreros, 3 de Guadaira – de sangre, Jandilla- (1º, 2º y 3º) y 3, remendando, de Montealto –de sangre, Domecq Díez (Algarra) y Domecq Solís (El Ventorrillo)- (4º, 5º y 6º) para:

-ROMÁN (de azul noche y oro), en sustitución a Martín Escudero.
1º) Estocada entera, atravesada y algo caída. Silencio.
4º) Estocada entera, pasada y atravesada. Silencio.
-GONZALO CABALLERO (de catafalco y oro):
2º) Metisaca arriba con dos descabellos. Fuerte Ovación
5º) Estocada arriba, ligeramente caída, y dos descabellos. Silencio
-POSADA DE MARAVILLAS (de azul rey y oro):
3º) Pinchazo en la suerte contraria, bajonazo a la natural y tres puntillazos. Leves pitos.
6º) Estacada entera, trasera y atravesada. Silencio.

-Presidencia: D. Julio Martínez Moreno debió devolver el inválido 5º, al ver cómo perdía las manos con reincidencia después de pasar sin pena ni gloria por el peto. No hizo cumplir el tercio de varas, al sacar rápidamente el pañuelo blanco cuando varios de los novillos no habían sido ni señalados.
-Cuadrillas y otros: Las lidias fueron, como casi siempre, tema aparte. Abundaron los trallazos en la brega, la falta de colocación a la hora de los quites en banderillas, la ineptitud de los picadores y fue norma generar el no parar los novillos a su salida. Por otro lado, Raúl Martí dejó un lucido y arriesgado par al cuarto, dejándose ver y aguantando la embestida de un novillo que le apretaba hacia los adentros. Mención de honor, como muchas anteriores tardes, merece el subalterno de oro Curro Robles. Dio gusto verle bregar al segundo de la tarde, templando las embestidas del novillo y siempre por abajo. Dejó un gran par, el tercero al quinto novillo, dando ventajas al enemigo y saliendo de la suerte con torería. Curro Robles recuperó la labor de dejar largo el capote, tumbado sobre el albero y cogido de un extremo, para que el toro humillado se fijase en su capa, y así Gonzalo Caballero pudo descabellar con mayor facilidad al quinto.

1º) Impostor (4), de Guadaira: Negro de 475 Kg.
-Presentación: Bajito de presencia. Alto y largo de hechuras, pero con cara de eral.
-Tercio de varas, por Justo Manuel Jaén: En la primera entrada, el utrero recibió un puyazo largo y caído al relance, tapándole la salida. Impostor sale blandeando. En el segundo encuentro, otra vez al relance, el picador le acaricia con un picotazo cariñoso para que el utrero salga crudito. Salió suelto de los dos envites.
-Condición y comportamiento: Mansote, blando y a la defensiva, sacando genio en las afueras cuando Román, durante el trasteo, le cambió los terrenos. De comportamiento bronco, se quedaba corto y soltaba tornillazos después de un trasteo largo de trallazos. Fue parado por Gonzalo Caballero durante su correspondiente quite al finalizar el primer tercio.
2º) Opresor (32), de Guadaira: Castaño de 497 Kg.
-Presentación: Indigno para Madrid. Con cara de eral, ensillado, atacado de peso y largo.
-Tercio de varas, por Agustín Romero “hijo”: En la primera entrada, dio un picotazo trasero al relance sin meter las cuerdas. En la segunda, picó en dos tiempos, cayendo sendos castigos traseros y saliendo el utrero de este tercio sin haber recibido castigo real. Salió suelto del peto.
-Condición y comportamiento: Mansote, noble, descastado, sin fijeza en los engaño, soso y de más a menos.
3º) Jipio (50), de Guadaira: Castaño de 454 Kg.
-Presentación: Más serio por atrás que los anteriores, pero con cara muy fea, al ser casi cubeto y bizco del izquierdo.
-Tercio de varas, por Antonio Palomo: Otro novillo que salió crudo y penosamente lidiado, ya que, Antonio Palomo le recetó un primer leve picotazo, trasero y caído al relance; y un segundo picotazo paletillero. En ninguno de los dos el utrero apretó, tampoco el picador metió las cuerdas y de ambas entradas salió suelto.
-Condición y comportamiento: Manso en varas;  encastado, fijo, noble, pronto y repetidor en los cites durante el muleteo. Se vino arriba en la muleta fiel a su sangre parladeña. Una perita en dulce que embestía sin freno. Galopó hasta aburrirse con tranco y codicia, aunque con una embestida algo descompuesta al no haber sido ni parado ni templado. Se hizo dueño del albero durante el último tercio, demostrando poder frente a la ineptitud lidiadora de Posada de Maravilladas, que no supo acoplarse y estuvo siempre a merced del novillo. Jipio fue ovacionado en el arrastre por buena parte de los asistentes.
4º) Halagado (40), de Montealto: Castaño listón de 500 Kg.
-Presentación: Abrochado de pitones; largo y serio de hechuras.
-Tercio de varas, por Santiago Morales “Chocolate”: El utrero entra sin haber sido parado y recibe, en el primer encuentro con el del castoreño, un paletillazo y un picotazo trasero al rectificar. En la segunda entrada recibió un picotazo trasero. El picador no metió las cuerdas de la puya en ninguno de los encuentros.
-Condición y comportamiento: Manso, nobilísimo, pronto, repetidor y blando. Embistió sin malicia, y, como el anterior, con ritmo y con fijeza en la franela. También como el 3º, se vino arriba en el último tercio. Del peto salió suelto y se dolió estruendosamente en banderillas. Como el primero, no fue parado por Román de salida y Gonzalo Caballero consiguió realizar dicha labor de nuevo en un templado quite después del tercio de varas. Fue aplaudido al ser arrastrado por parte de los asistentes.
5º) Dormilona (56), de Montealto: Negro salpicado de 486 Kg.
-Presentación: El más serio de la corrida y muy en el tipo de Algarra respecto a sus hechuras.
-Tercio de varas, por Agustín Navarro: En la primera entrada, el utrero recibió un puyazo trasero al relance y sin que el picador apretase; y, en la segunda, un picotazo paletillero de leve ejecución. El novillo salió suelto y demostrando muy blandura, perdiendo posteriormente varias veces las manos. Debió ser devuelto por D. Julio Martínez Moreno.
-Condición y comportamiento: Manso acobardado e inválido. Muy bronco, corto en sus embestidas y siempre a la defensiva.
6º) Zurito (57), de Montealto: Negro de 491 Kg.
-Presentación: En hechuras, por debajo del utrero que se debe lidiar en Madrid, debido a su terciado aspecto y su cara de eral.
-Tercio de varas, por Anderson Murillo: Mala labor de este picador con galones, ya que no tocó al novillo en el primer encuentro de este con el peto, dejando un picotazo al rectificar. En el segundo encuentro y con el utrero parado entre las rayas, el picador le dio un picotazo trasero. El utrero salió suelto de ambos encuentros y derrochando celo al soltar gañafones ante los capotes de los peones cuando finalizó este tercio.
-Condición y comportamiento: Manso geniudo, soso, descastado, mirón de salida y muy parado. Se dejó dar pases cual carretón, yendo y viniendo, durante el trasteo, pero con total sosería. Cayó, aguantando largo tiempo con el estoque dentro, al abrigo de las tablas.

Hoy se lidió en Madrid una novillada con utreros de dos hierros del monoencaste que dio posibilidades para que tanto Román como Posada saliesen triunfantes de su segunda cita en la feria. “¿Qué quieren estos chavales para torear?”, comentaban buena parte de mis vecinos de abono al ver cómo el tercer y cuarto del encierro se fueron al desolladero sin haber sido mínimamente aprovechados. Chocaba ante nuestros ojos también la correcta conciencia de los tiempos de La Lidia por parte de Gonzalo Caballero al realizar su labor muleteril, frente a los aburridos, hasta la extenuación, trasteos de los dos restantes espadas.
Román, novillero valenciano que va a tomar la alternativa en menos de un mes, demostró que aún es pronto para hacerse matador de toros, ya que no estuvo a la altura de sus dos novillos, sobre todo del 4º, que se fue con las orejas puestas. Con su primero, un manso que sacó genio al no sentirse cómodo en las afueras, tardó mucho en acoplarse. Decidió sacárselo a los medios y el novillo únicamente se defendía, soltando constantes tornillazos. Con el segundo de su lote, una perita en dulce que recibió dos leves caricias en el peto, estuvo muy por debajo; y, de nuevo, se equivocó al querer comenzar la faena tan en las afueras a un novillo aquerenciado. Poco a poco se fue adaptando al ritmo duermevela de las embestida del novillo, pero adoptó siempre una postura con la muleta falta de naturalidad y propia del llamado, irónicamente, “Joselito de Velilla”. Román dio ocho tandas, como si con cuatro se quedase corto, al más puro estilo julista. Despatarrado en el cite, embarcando y vaciando para afuera con el pico de la muleta y más retorcido que el carácter de Cruella de Vil, acabó siendo pitado por sus maneras ventajista antes de ir a por estoque, estoque que, al volapié, Román dejó algo trasero respecto a la cruz del novillo.
El único de los tres que estuvo en novillero fue Gonzalo Caballero, siempre dispuesto a aprovechar su quite. Tanto fue así que, en los dos utreros de Román, el novillero madrileño realizó labores lidiadoras que a él no le correspondían, pero que ejecutó con temple y cierto gusto, consiguiendo para los dos novillos de su compañero. En su primero, Gonzalo Caballero dio las dos más asentadas y puras tandas muleteras de lo que llevamos de feria. En la primera de éstas, se dobló por bajo y, con temple y gusto, se hizo con un novillo que daba tornillazos y entraba a la muleta sin emplearse. La segunda tanda fue de escándalo, ya que corrió la mano muy despacio, embarcando al animal hacia dentro, asentando las zapatillas y sin moverse un ápice; adoptando una postura tan erguida como torera al ver pasar el novillo cerca de sus muslos. El novillo segundo se vino abajo pronto debido a su falta de casta y fuerzas, y acabó con el utrero de una estocada arriba que el propio novillero sacó con la manga de su chaquetilla en el momento de salir de la suerte del volapié. En el quinto, ante un novillo muy parado, inválido y acobardado; quiso plantarle cara en el tercio, dejándosela en la cara, pero el novillo entraba descompuesto y salía, soltando derrotes y queriéndose ir al abrigo de las tablas. Acabó su faena con un arrimón que a nada supo, ya que el marmolillo nada tenía en su haber, y mató de otra estocada arriba, aunque tuvo que utilizar de nuevo el descabello para que cayese, ya que la espada quedó algo caída.
Posada de Maravillas es otro novillero, como Román, al que los medios taurinos acompañan allá donde va, vitoreando cada una de sus faenas. Esta tarde volvió a demostrar que está muy verde y carente de capacidades lidiadores para hacer frente a novillos que exigen doblarse por bajo y un macheteo por la cara. Se ha impuesto eso de que torear es solo dar pases regulares abrochados con uno de pecho, y parece que cuesta mucho que los que están empezando vayan asimilando que torear es mucho más que eso. Frente a su lote, Posada estuvo fuera de combate en todo momento, al querer ir a la pelea con un repertorio más que justito. En su primero, el novillo de la tarde se lo merendó de principio a fin, ya que no supo plantar cara con la muleta a un ejemplar que iba y venía sin pararse y con el hocico por abajo aunque embistiendo algo rebrincado. Tuvo que volverse a colocar después de cada trallazo y se pasó bailando por el albero todo el trasteo. Acabó, con esta hermanita de la caridad herrada con la enseña de Guadaira, de un infame bajonazo que provocó que el respetable le espetase una pitada con toda la razón del mundo. Con el último de la tarde, uno de esos toros-carretón que tan acostumbrados estamos ya de ver, llevó a cabo una faena de muleta inaguantable, en la cual no dejó ni uno de ley. Esperemos que este novillero progrese y que los que le acompañan le hagan ver que, aunque los medios taurinos digan que está hecho, debe mejorar notablemente para pasar por Madrid con buenos resultados.
Y así acabó la tarde, bastante pronto y con un agridulce sabor de boca. El futuro se ve negro, aunque esto suene muy agorero. Hoy hemos visto dos novillos (3º y 4º) que, sin grandes complicaciones, tenían faena para triunfar y no han sido aprovechados, como suele pasar. La mansedumbre y las malas lidias poblaron el albero, como cada tarde, aunque creo que debemos tener un poco de esperanzas, a ver si salen más novilleros de los que plantan cara, como hizo Gonzalo Caballero durante toda esta tarde soleada con oleadas de viento helador.



lunes, 26 de mayo de 2014

MUCHOS TOROS Y POCA SUSTANCIA

Las diez y cinco minutos de la noche marcaba el reloj de la plaza cuando abandonamos nuestros asientos los pocos que quedábamos ya aguantando el desfile de ganaderías que vivimos ayer. Hasta de seis hierros diferentes, a saber Peñajara, El Cortijillo, Los Chospes, Torrealba, Conde de la Maza y La Rosaleda. La tarde hubiera cambiado quizás si hubiera salido alguno de los sobreros de Ana Romero que sabemos que había por ahí dentro, pero nos tuvimos que conformar con ésto. De los tres lidiados de Peñajara, el destinado en cuarto lugar y finalmente corrido como primero tris, al igual que el quinto que hizo de segundo, también merecieron el honor de hacer trabajar a Florito; y el sexto fue el único que ofreció posibilidades, pero a su matador le vino enorme y la lidia fue penosa. El de El Cortijillo, primero bis, se partió el cuerno desde la base en el primer encuentro con el penco, en su lugar salió, como queda dicho, el que hacía de cuarto, al el que Víctor Puerto intentó sacar algo, cosa que era imposible. Eugenio de Mora tampoco pudo hacer nada con el inválido segundo bis, también de Peñajara y que era quinto en la lidia ordinaria. Dejó para el recuerdo una larga de cartel de toros en el saludo capotero. El de Los Chospes hacía de tercero tris en sustitución de sendos toros de Peñajara y Torrealba. De Lamelas gustó con este toro su colocación, pero se mostró muy vulgar y pesado, hasta el punto de llevarse un tremendo porrazo por jugársela tontamente. El segundo sobrero del Conde de la Maza imponía respeto solo con mirarlo. A Víctor Puerto, muy bien toda la tarde en sus tareas de director de lidia y siempre al quite, no supo hacerse con él y fue pitado por el respetable. El quinto, de La Rosaleda, permitió que un retorcido y tosco Eugenio de Mora deleitara a los isidros domingueros con una faena hecha a base de medios pases y trallazos. Sólo al final quiso relajar la figura y dejar un derechazo templado que despertó del letargo a los aficionados. Después de esto se vino arriba y quiso repetirlo, pero para entonces ya no había toro. Después de pinchazo y estocada desprendida, hubo petición de oreja que, afortunadamente, el presidente desatendió. La plaza de Las Ventas está muy barata, pero a tanto no llega (aún). El sexto y último, el único titular de Peñajara que fue lidiado en su correspondiente lugar, fue un toro que requería una lidia poderosa por bajo por unas manos más expertas. Lamelas, muy verde y sin rodaje, estuvo ahí y poco más. Pocas cosas buenas para tres horas de corrida y once toros vistos. Esperamos con curiosidad el informe veterinario sobre los toros devueltos de Peñajara.

viernes, 23 de mayo de 2014

TOROS SÍ, FIGURINES NO

Nos quejamos de los antitaurinos, esos seres que van de pacifistas (que no pacíficos en muchos casos) que tanto castigo dan en los últimos tiempos y tanto nos molestan. Pues bien, ¿ninguna cabeza lúcida del taurineo se ha parado a pensar en que si cada vez tienen más fuerza es porque no nos hacemos respetar? No, no me refiero a denuncias ante la autoridad de insultos, amenazas, malos deseos, etc. ¿Y si los antitaurinos cada vez tienen más fuerza en la sociedad porque los dantescos espectáculos como el de esta tarde fortalecen sus argumentos? Pónganse en situación: una persona que nunca tuvo contacto alguno con este espectáculo, se le invita a asistir por primera vez hoy, un cartel en el que se anuncia una ganadería que el pasado año lidió una preciosa y buena corrida de toros y de la que darán cuenta tres toreros importantes, dos de ellos además con la vitola de "artistas". Observa la plaza llena, cartel de "no hay billetes" en la taquilla, ese ambiente de la plaza propio de las tardes de expectación... ¡¡Y nuestro invitado, por ahora, se siente cómodo!! La cosa va por el buen camino y más cuando ve desfilar a las cuadrillas bajo el son del pasodoble, con esos elegantes vestidos bordados en oro y plata. La cosa cambia cuando se abre la puerta de chiqueros y empiezan a desfilar uno por uno seis animalitos sin fuerza, algunos calcos de gorrinos con cuernos, otros cabritas montesas, y hasta alguna sardinilla que se ha podido colar. Hay algunos que se lastiman los pitones al rematar en las tablas. El nuevo aficionado se sorprendería, lógico, y preguntaría que si acaso los pitones son frágiles como el cristal. El aficionado instructor, abochornado, se dispone a explicarle la situación de la manera más digna pero a la vez más honesta, pero el aficionado de al lado se adelanta y vocifera la cruda evidencia. La corrida sale floja y bobalicona, la casta brilla por su ausencia y el miedo que ha de imprimir un toro se convierte en... lástima. Para colmo de males, otro aficionado de los alrededores salta con otra coletilla: "esos toros están drogados". ¿Droga, afeitado, invalidez? Nuestro nuevo amigo palidece más conforme pasan los minutos, y la cara de quien lo ha invitado, enrojece. Los toreros tampoco ayudan. Finito de Córdoba solo muestra miedo en el primer toro y Morante da muchas vueltas en la cara del segundo sin sacar nada en claro y, para colmo de males, arma un vergonzoso espectáculo con la espada y el descabello. Talavante llega a tiempo en el tercero para dar tres monumentales naturales y poner la plaza boca abajo. Veterano y novel se miran y el primero pregunta, a lo que el otro contesta: "bonito pero... ese toro no transmitía sensación de peligro, parecía más mi perrito jugando. ¡¡Eso lo hago yo!! Tú me hablaste del toro como un animal fiero y poderoso, que no rehuye de pelea alguna... Y este seguía los trapos como un tonto, y además había que salir corriendo detrás de él porque estaba acobardado". Le veo disgustado y con ganas de irse, pero le animo a quedarse advirtiéndole que vienen dos grandes artistas y pueden levantar la tarde con cualquier detallito. Acepta, no sin reservas, y la segunda parte de la corrida continúa. La parada de bueyes arrastra al cuarto y sale un feísimo sobrero de Cuvillo que no cambia el guion de los anteriores. Finito vuelve a mostrarse apático y dando señales de que esta tarde vino a dos cosas: a cobrar y a abrirle el cartel a los dos figurines. Lo del quinto ya es catastrófico. Nuestro nuevo amigo ve como el animalito perdona la vida a Morante al acorralarle contra las tablas, pero en lugar de acometer contra el bulto, huye despavorido de allí. También hace lo mismo con el Lili, que ha perdido los pies en la cara del toro y éste vuelve a tener alma de ursulina. No, no es lo propio en un toro bravo. Para colmo, el picador origina una carnicería que hace un caño de sangre que llega hasta la pezuña del pobre bicho, que es un marrajo que, como bien demostró, ni mordía ni se comía a nadie. El nuevo aficionado, harto de tanto despropósito, se levanta y se va , pues sabedor de lo que se avecinaba no quería ver un nuevo sainete de Morante con la espada. Al día siguiente, me lo encuentro en una manifestación contra las corridas de toros, exclamando horrorizado que fue testigo de una tortura hacia seis pobres animales indefensos a los que mutilaron sus defensas y se dejaba en seria duda si los toros solo tomaron el pienso de la finca y agua. Esto es una historia que no ha pasado en realidad, pero puede pasar realmente. ¿A quién le agrada lo de hoy? Los amantes de la pureza y la integridad del toro lo rechazamos enérgicamente, y somos conscientes que de seguir así, el triste vaticinio de Martínez Uranga se hará realidad: a esto le quedan dos telediarios.

miércoles, 21 de mayo de 2014

OTRO PETARDAZO MÁS DE JUAMPEDROS EN MADRID. Otra corrida más de la (mala) prensa

Los tiempos cambian, y en todo lo taurino, a peor. Antes, la corrida extraordinaria de la Prensa era un homenaje al toro, ya que o era una corrida-concurso con las ganaderías más encastadas del momento o se lidiaba la corrida del mejor hierro de San Isidro. Antes, se celebraba dicha corrida unas semanas después de la isidrada, dando importancia al festejo, y ahora se ha adocenado, ya que la ponen dentro de la feria y con toreros y ganaderías que distan mucho de ser lo mejor del panorama taurino actual.
Volvió a lidiar Juan Pedro Domecq en Madrid una corrida del hierro de la "V" y como era de esperar volvió a ser un petardazo otro año más. El primero, segundo, cuarta y sexto fueron inválidos y toda la corrida fue descastada y mansota.
Comenzó la tarde con la salida de Empollón, un torete acochinado que perdió las manos desde el recibo capotero de Cid. La primera vara cayó trasera y la segunda paletillera, cayéndose el burel por cuarta vez al salir del primer tercio, consistiendo este en dos caricias puyeras. Julio Martínez, ante la evidencia, se nego a sacar la parada de mansos como también hizo durante toda la tarde viendo toretes que no podían ni con su grupa.
Cid no se acopló con la babosa inválidra, llevando a cabo una faena basada en trapazos de discoteca y sin ton ni son. El burel iba y venía con total sosería y Cid no pudo con él siendo sombra de lo que fue y demostrando que ya no está para ponerse delante de un toro. La estocada cayó en lo alto pero atravesada, ya que Cid se salió de la suerte aunque consiguió cazarle.
El segundo, de nombre Halado, lucía una bella capa melocotón pero unas hechuras anovilladas. El primer puyazo fue trasero saliendo de este el toro suelto y el segundo fue de misma ejecución. Circo habitual con los rehiletes de El Fandi, donde clavó los tres a toro pasado, aunque el tercero lo puso aguantando el galope del toro, que venía como una bala, corriendo hacia atrás. El toro destacaba por su prontitud, se arrancaba de largo y metía la cara por ambos pitones en la muleta, pero Fandi decidió no cruzarse y hacer el destoreo más vulgar. Llevó a cabo una faena aburridísima más vasta que unas bragas de esparto, yéndosele el burel sin torear, y trapazo tras trapazo mató de una estocada arriba, atravesada y trasera escuchando un aviso.
El tercero, Gerolimpio, una cucaracha con menos seriedad que el carnaval de Cádiz en sus hechuras, recibió una leve primera puya sin que el piqueros apretase y en el segundo una caricia, cuando ya había perdido las manos varias veces. Otro.inválido en el albero y más incompetencia presidencial al imponernos tragar con otro moribundo andante. La chota tetraplégica se quejaba en banderillas ante el castigo. En la franela, acudía andando y sin emplearse cuando no perdía las manos mientras Del Álamo no se cruzaba y se despatarraba al estilo de Juli, metiendo trapazos más trapazos ante un marmolillo, y escuchando los "bieennn" automáticos de los isidros. Con la espada mató de estocada tendida haciendo bien la suerte del volapié, escuchando aplausos de los sectores bodegueros y recibiendo una oreja del ussía por su labor de pegapases, ya que no dejó de despedir al toro lanzándolo hacia afuera en todos los muletazos. Oreja de chiste, de la Plaza de talanqueras que durante este mes es Madrid.
El cuarto, Entusiasta, mejor presentado que los anteriores, fue picado bien arriba en el primer encuentro pero tapandole la salida. Cid dio dos verónicas templadas y, en el segundo puyazo, el pica no apretó, muy en la cuerda general de la Fiesta actual. El burel perdía las manos.continuamente y blandeaba como toda la corrida ante una brega a media altura, a pesar de que se dejó mucho tiempo para que la chota se recuperase.
Cid con la muleta volvió a estar horrible ante un toro que no podía ni con el rabo y que pasaba perdiendo las manos de continuo. "Asesinó" al toro con un pinchazo y una estocada traserísima y atravesada. Cid está para cortarse la coleta, no se ha puesto delante ni ante dos inválidos. Con lo mucho que te hemos querido, Cid...
El quinto, Historieta, fue el toro mejor presentado de una corrida que, aunque estuvo por encima, en presencia, de las últimas corridas del hierro de la "V" en Madrid, fue, además de un petardo, un desfile de novillotes. Pasò por el caballo como el que va a la facultad y no entra en clase. Otro martirio de Fandi en el segundo tercio, poniendo un cuarto par para retar a los muchos que le protestaban sus maneras ventajistas con los palos. Trasteo infame para seguir aburriendo al personal, finiquitando su actuació con un bajonazo infame. Ojalà no vuelva, lo siento mucho por él, pero es un torero que nunca ha gustado en Madrid ni gustará, aunque Madrid actualmente está que no hay Dios que la reconozca. Qué despropósito la tarde de Fandi..
El último juampedro, Escopetero, fue acariciado como toda la corrida en el peto. Del Álamo estaba dispuesto a sacar todo su repertorio pueblerino para cortar otra orejita de regalo. No se cruzó ni ante el inválido, citando muy fuera de cacho y retorciéndose abriendo el compás hasta despatarrarse ante otro toro de Guisando. Mató al toro con una estocada corta y baja y con ese despropósito dobló el que cerró otro petardazo más del hierro de la V de Veragua en Madrid.
Y así acabó otra infame corrida de Juampe en Madrid. Esperemos que no vuelva en siglos, porque lleva años trayendo la misma basura pero con distinto guarismo. El duque de Veragua debe estar retorciéndose, de nuevo, en su sepulto. Y lo malo es que casi todos los hierros del campo bravo que lidian son genéticamente hermanos de esta vacada que ha sembrado el unitercio en la Lidia y tantos otros despropósitos de la Fiesta actual.

HÉROES DE LUCES

El toreo es un arte, pero un arte donde la tragedia está siempre presente. Es la verdadera esencia de este bello arte, la tragedia, la emoción, el riesgo. Sin todo esto, ¿tendría el toreo sentido? Ni lo tendría el toreo ni los toreros tendrían consideración de héroes. Es la tragedia la que da sentido al heroísmo de estos hombres que se juegan la vida para alcanzar la gloria. Y muchas veces llega la cornada, y con ella el dolor, el drama, la congoja, la sangre... Es parte de la Fiesta, sin dramatismo ni tragedia, no podría concebirse la idea de que los toreros fueran unos héroes. Con esto quiero rendir homenaje no sólo a David Mora, Antonio Nazaré y Saúl Jiménez Fortes (tres héroes que ayer cayeron en el mismo ruedo y prácticamente a la misma hora). También a Luis Miguel Farfado, al forcado Eduardo del Villar, a Sebastián Castella, y a todos los caídos en las astas de los toros, sean matadores, novilleros, banderilleros, picadores, recortadores, forcados, corredores de encierros, etc. Porque el toreo es grandeza, y porque en el toreo hay verdad, como bien ha podido comprobarse a lo largo de la historia. Va por ellos. #FuerzaFortes #FuerzaDavidMora #FuerzaNazaré

martes, 20 de mayo de 2014

DOS TOROS Y CINCO PERCANCES EN UN TRISTE FESTEJO

Ese ha sido el triste resultado del festejo de la tarde de hoy. En una tarde desapacible que obligaba a llevar a mano una chaqueta para combatir las oleadas de frío que arreciaban por Ventas, se han lidiado únicamente dos toros -el primero, del hierro anunciado (El Ventorrillo), y el segundo, un remiendo que ya estaba tardes pasadas de sobrero con el hierro de Los Chospes-, la terna ha sufrido cinco percances con el trágico resultado de cuatro cornadas -dos graves a David Mora y una de menor dificultad a cada uno de los dos toreros restantes- y el festejo ha durado algo menos de una hora ya que, aunque se han dado quince minutos de prórroga para que García Padrós y su equipo examinasen las secuelas, el presidente César Gómez ha dado por finalizado el festejo por megafonía sobre las ocho menos cinco.
Comenzó la tarde de la peor manera posible, ya que David Mora fue cogido violentamente por el primero en su recibo a portagayola. El zarandeo duró varios segundos y el pánico se apoderó del albero y de los tendidos venteños. Sigo pensando que se deberían olvidar los diestros de ir a recibir al toro de rodillas, ya que es una suerte que poco aporta en el plano artístico y cuyo riesgo es muy alto. Torear sin riesgo no es torear, pero recibir al toro de esa manera tampoco, ya que siempre es un capotazo destemplado que en nada favorece al burel. El toro salió de chiqueros muy parado y al ver al torero, a menos de dos metros, fue hacia él arremetiendo con violencia contra su figura. Este toro, un ejemplar acochinado y muy justito de presencia, manseó en varas, saliendo suelto en ambos encuentros. Ambas varas de Israel de Pedro cayeron al final del morrillo, pero la vara primera fue excesivamente larga y tapando la salida al manso, y la segunda se quedó en un picotazo cariñoso. Fortes llevò a cabo un quite de mantazos destemplados que quisieron ser chicuelinas y posteriormente, Nazaré comenzó un trasteo en los medios a un manso que en ese terreno no hacía más que defenderse. Muy revolucionado, el diestro sevillano dio unas cuantas series por ambos pitones a un marmolillo sosísimo que ni transmitía ni quería bailar si no era al abrigo de las tablas. Mató de una estocada atravesada, trasera y levemente caída en la suerte natural ante las leves palmas de un sector del respetable que acostumbra a aplaudirlo todo, aun viendo cómo el toro muere escupiendo sangre por la boca.
El segundo, un toro ensillado que parecía un caballo, y que presentaba hechuras anovilladas indignas para Madrid, prendió a Fortes al perderle este la cara. El novillote de Los Chospes metía bien la cara por el derecho en los primeros capotazos y salió suelto de los dos envites con el picador, actuante que le endosó un puyazo en la cruz, que provocó que el toro comenzase a blandear, y otro muy trasero sin meter las cuerdas. Cuando Nazaré hizo un templado quite por ajustadas chicuelinas el toro le corneó en la pierna derecha, lo que le obligó a acudir a la enfermería cuando Fortes tomó la franela. Lo único bueno de la tarde fue el par de José Antonio Carretero, dejándose ver, dando ventajas al toro y clavando en la cara.
Con la muleta, Fortes dejó decenas de mantazos llenos de enganchones, aunque acertó sacando al toro abanto a las afueras dándole el primero hacia afuera en la segunda tanda. El toro desarrolló cierto genio y no era ninguna boba, y cuando Fortes metía pico estirando el espinazo, el burel se metía por la ventana ocasionando un constante temor en los que veíamos que no podía con él. Fortes no se asentó, destoreando fuera de cacho y al paso y, en una de estas, pisó su muleta cayendo sobre la arena, no siendo corneado, de nuevo, por milagro divink. A la hora de matar al toro no hizo la cruz y quedó a merced del de Los Chospes entre sus dos pitones siendo zarandeado y corneado. La falta de recursos lidiadores y de técnica es uno de los problemas que este torero tiene, carencias que comparten buena parte de sus compañeros del escalafón mayor. Quiso comenzar el trasteo bien, doblándose por bajo para hacerse con el manso con genio y el toro acabó viniéndose arriba al final de la faena. La estocada de Fortes cayó baja, provocando la repetida escena de ver a un toro agonizar convirtiéndose su boca en una fuente de sangre.
Y así acabò el festejo de esta tarde, entre la triste imagen de ver a los dos toreros que cerraban la terna siempre a merced de las embestidas del toro, demostrando que en la Fiesta actual eso de machetear, poder por bajo doblándose y utilizar los recursos que la Lidia del toro requiere, es una antiguaya; y con la trágica escena en la cabeza de ver a tres toreros saliendo heridos del albero venteño.
Esperemos que los tres toreros se recuperen con la máxima celeridad y el mínimo sufrimiento de sus heridas, y que vuelvan lo antes posible a los ruedos.

PRESENTE GRIS, FUTURO NEGRO

Que me quiten lo bailao, pero la novillada de hoy me sirve para reafirmar que no hay novilleros y que las cosas pintan bastos para dicho escalafón. Anda el taurinismo un tiempo ya hablando de que si un tal José Garrido, que otro llamado Posada de Maravillas y es nieto de fulano y hermano de mengano, otro más que la lió en Sevilla en una novillada sin caballos, etc. A los tres los hemos tenido esta feria, los tres han tenido opciones de triunfo, y podemos decir alto y claro que estos tres a los que tanto bombo y platillo les han dado, como si la misma reencarnación de Gallito o Belmonte se tratara, ná de ná. De Garrido ya se habló en su momento, pero hoy les ha llegado el turno de hacer el paseo en Madrid a Lama de Góngora (por segunda vez en un mes) y a Posada de Maravillas, que lo hizo desmonterado.
En los chiqueros aguardaban seis novillos de El Montecillo, muy bonitos de hechuras, y de diferentes comportamientos, aunque todos con el denominador común de la mansedumbre. Primero y segundo boyantes, iban y venían sin maldad; un tercero, manso de banderillas negras y que, a pesar de ser nefastamente lidiado, no hizo un mal gesto y se dejó hacer de todo; cuarto, el novillo soñado para Madrid, una perita en dulce con cortijo y medio en cada pitón; quinto, el único que se empleó de veras en el caballo y se vino abajo en la muleta; y sexto, el peor de la novillada.
 Posada de Maravillas estuvo muy acelerado toda la tarde, falto de recursos y sin un ápice de torería y gracia. Un novillero sucumbido. Lama de Góngora vino a confirmar en esta tarde las sensaciones que dejó hace algunas semanas: toreo ventajista al más puro estilo Julián&Chemari, carencia de temple, ausencia de gusto, nula capacidad lidiadora, cuadrilla más apropiada para dedicarse a cavar olivos en lugar de vestirse de luces... ¿hace falta seguir? En el tendido nos preguntábamos que si ésto es lo mejorcito, ¿qué será lo peor? Prefiero quedarme sin saberlo. Sin tener ni la cuarta parte de renombre, Francisco José Espadas le ha dado un auténtico baño a ambos figurines. Eso sí, por los derroteros de la Tauromaquia 2.0, faltaría más. Una oreja cortó al cuarto, al cual dio muletazos templados y de mano baja sin cargar la suerte y llevándolo en línea recta con mucho descaro. Sin duda, de su actuación me quedo con dos o tres naturales sueltos y un pase de pecho eterno, de los que hace ya tiempo que no se ve. Ahí queda el lio armado por este joven novillero, pero en duda quedan sus modernas maneras, cosa que a este aficionado no le terminan de convencer. Pero como en el toreo hoy en día todo vale, el chaval se hartará, junto a sus dos compañeros de terna para no desentonar, a ganar millones sin hacer el toreo verdadero. Así va España...

domingo, 18 de mayo de 2014

OTRA CORRIDA DE SALDO, por Pepeillo


18 de mayo de 2014. Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo  Corrida de toros. 10ª de abono.

Ganadería
4 toros de Couto de Fornilhos y 2 de Gerardo Ortega. Encastes, Conde de la Corte Atanasio y Juan Pedro Domecq Díez, en la línea de D. Luis Algarra y Los Guateles,  respectivamente. Mal presentada, a algunos toros les salvaba la cabeza y feos de hechuras. Mansos, descastados y algunos complicados en la muleta.

Terna:
Paulita: De. Grana y oro. Pinchazo arriba perdiendo la muleta, estocada casi entera, atravesada y habilidosa y tres descabellos. Silencio. Estocada casi entera y caída. División de opiniones cuando saluda..
Morenito de Aranda: De verde y oro. Estocada casi entera, tendida, contraria y descabello. Silencio. Dos pinchazos, media estocada y tres descabellos. Recibió dos avisos.. Silencio
Sebastián Ritter: De  blanco y oro. Tres pinchazos y estocada saliéndose de la suerte. Silencio. Pinchazo y sartenazo. Silencio.

Presidente:  
Justo Polo Ramos:
Un detalle oscureció la labor del presidente: el primer toro fue un invalido que no reunía condiciones para la lidia, al no ser protestado el usía hizo mutis por el foro, y lo mantuvo en el ruedo, jugando con ello a empresario y de paso protegiendo a la fiesta de los que mal la quieren y pagan su entrada para ver la corrida.

Suerte de varas:
1º Apacible 492 Kg. Hizo una fea pelea y el piquero no lo castigó tapándole la salida, mostrando  a continuación una invalidez evidente. En la segunda entrada perdió las manos y el piquero lo único que hizo fue marcar el castigo. Manso, inválido y descastado.  .  .  
2º  Pastoso. 517 Kg: Hizo una fea pelea en el caballo, manseó y salió suelto. En la segunda vara tardó en arrancarse y cuando lo hizo salió huyendo al sentir el castigo. Manso que  le ha presentado problemas a Morenito que el arandino no supo solventar.   
3º Indolente 532 Kg: Fue picado trasero y el toro se defendió mostrando mansedumbre. En la segunda vara no se empleó. Manso y complicado en la muleta.  
4º: Embaucador 565 Kg.  Fue picado por el reserva que le zurró la badana y el animal se dejo pegar.  En la segunda entrada también entró al picador de reserva pero no lo castigó. Manso, descastado y complicado en la muleta.
5º. Mantoso 610 Kg: En la primera vara se empleó y casi derriba. El piquero aguantó el arreón del manso. Para la segunda vara eligió al picador de reserva que no lo castigó. Manso,  descastado y complicado.
6º: Frutero 532 Kg. En la primera puya hizo una fea pelea y fue picado trasero y sin medida, al igual que la segunda vara. El toro blandeó de las manos. Manso y sin casta.

Cuadrillas y otros:
Muchos detalles se vieron ayer en el ruedo que ponen en duda la profesionalidad de muchos profesionales.  Domingo Navarro fue un torero de plata que hace años tuvo que cortarse la coleta al no encontrar  el apoyo de sus  compañeros en el ruedo. Era un torero que siempre estaba atento al quite por si alguien necesitaba su capote para librarlo de la cornada. Esto en lugar de ser un ejemplo a seguir lo tomaron como una ofensa, ya que les obligaba a estar atentos en la arena. Al final consiguieron echarlo de la profesión.  Ayer hubo muchos destellos de dejadez, en el quinto de la tarde el torero de plata, Luis Carlos Aranda, salió apurado de un par y el toro hizo hilo. Gracias a que la tronera se cruzó en su camino y pudo refugiarse de la cornada. Sus compañeros estaban mal colocados en la plaza. El torero optó por desmonterarse ante los aplausos del generoso público que lo único que premió fue su carrera para librase del peligro. Sin comentarios. Otro mal de la fiesta es la colocación de los picadores al citar al toro. Cada día lo hacen peor. Ayer en el tercero de la tarde y ante las protestas de los aficionados,  el torero Sebastián Ritter tuvo que indicarle a su picador donde debía ponerse  con el fin de provocar la embestida del animal. El cuarto  lo picó  el picador de reserva, el  animal campó a sus anchas por la arena y no encontró ningún capote que lo fijara. Igual ocurrió con el quinto, al no encontrarse a gusto en contraquerencias se marchó al picador de reserva.  Así está la profesión. Por último, Juan Martín Soto se la jugó en la colocación de un par en el segundo toro.

Comentarios:
Otra corrida remendada y de saldo y van…… A pesar del remiendo  lo que dejaron en los corrales fue una autentica mansada.  El aficionado tiene mucho interés en conocer lo que paga el empresario por este ganado y si lo que contrata para Madrid es  lo mejor de las camadas.  Por los resultados y la presentación, puedo aventurarme a decir que no, y tirando de datos, fue una limpieza de corrales. Los tres últimos toros estaban al límite de la edad reglamentaria para su lidia, 6 años. Otra pregunta que flotó en el aire de la plaza: ¿Para esto se necesitan tantos veterinarios?
Con respecto al cartel, a Paulita se le notó su falta de oficio, es un torero que tiene detalles, pero sin torear y ante enemigos de este tipo, poco pudo hacer el torero maño, pero eso no fue óbice para que no se colocara en su sitio e intentara hacer las cosas bien. En su primero no tuvo toro y a pesar de ello el torero no se cruzó en ningún momento de la faena, basándola sobre la mano derecha. En su segundo y ante un manso complicado, comenzó la faena doblándose por bajo con unos muletazos con mucha enjundia, donde se pudo ver que el toro metía la cabeza con clase haciendo incluso el avión, pero se equivocó de faena. A este toro había que poderle por bajo y no dar muletazos sin rematar, por alto y metiendo el pico, así ocurrió, que el toro terminó embistiendo con la cara alta creando la desconfianza del  torero.
La labor de Morenito de Aranda en su primero se limitó a tres verónicas de manos bajas llevando al toro metido en el percal y una media que entusiasmó a la concurrencia. En el último tercio se dedicó a sacar de su muleta mantazos y con ello la  vulgaridad, y para más concreción, no pudo con su enemigo. El toro no fue picado y el animal acusó este defecto durante la lidia. Es el problema de la mansedumbre, o puedes con el toro, o el toro puede contigo. Al no ser castigado en varas debía haberlo sometido  por bajo, y si con eso el burel se reja, a otra cosa mariposa, pero lo que no se puede permitir a un torero de la categoría del arandino es un desconocimiento de la lidia como la que mostró. En su segundo le recetó unos muletazos intentando someter por bajo a un animal  de media casta, pero el manso no quería pelea y buscó el refugio de las tablas. El torero mostró voluntad e intentó sacarle  lo que no tenía y como consecuencia se paso de faena y el presidente le tuvo que recordar con dos avisos que había consumido su tiempo.
El torero colombiano, Sebastián Ritter, mostró en su primero toda una amalgama de lo que no debía de hacer a un toro manso. Lo sacó a los medios y en un descuido  el animal se lo llevó por medio, afortunadamente sin consecuencias. Intentó  el toreo bonito ante un manso complicado no encontrando en su muleta el temple que requería la media sangre de su enemigo, punteándole la franela  en cada pase, en una palabra, no pudo con el toro. Su segundo  fue castigado en varas y el torero  se dedicó a dar mantazos a un enemigo  que no valía para la lidia. Intentó  llegar a los tendidos  con el arrimón mal interpretado, pero  las condiciones del toro no lo merecían. El torero buscaba la justificación.


©Pepeíllo.