viernes, 27 de septiembre de 2019

PRIMERA DE OTOÑO: AQUÍ HAY TORERO, Y SE LLAMA TOMÁS RUFO

En tiempos que corren de vulgaridad en el ruedo, maneras repetitivas y aburridas de ejecutar el toreo, ventajismos en la cara del toro y novilleros que arrastran todos esos males consigo y que hacen de ellos su santo y seña, el simple hecho de que llegue un novillero dotado con un halo diferente, que hace las cosas despacio y con torería (que no amaneramientos burdos y muecas absurdas), que quiera hacer el toreo y que ofrezca una versión mucho más clásica de este, es como estar acostumbrado a no comer nada más que pan duro y agua, y de repente un día llegue un buen señor y le invite a uno a comerse un chuletón de kilo y regarlo con el mejor vino que pueda haber. Pues algo así, más o menos, se ha vivido en la novillada con picadores que ha abierto la feria de Otoño. Donde se dice "chuletón y vino" perfectamente podría concordar el nombre de Tomás Rufo; y donde aparece "pan duro y agua", perfectamente le pegaría los nombres de El Rafi y Fernando Plaza. Empecemos.

Y empecemos por el final: El Rafi y Fernando Plaza. Primer y tercer espada del cartel, uno nuevo en este foro y el otro ya conocido. ¿Han estado mal, de salir esquivando almohadillas como las esquivaban con tanta gracia Rafael "El Gallo", Cagancho, Curro o Paula? Más bien no. Se podría decir que los chicos han estado bien haciendo lo que mejor saben: pegar pases. Que otra cosa no, pero eso lo saben hacer como churros un churrero. Pero ya se sabe, una cosa es pegar pases, y otra cosa lo de torear, y tal. Hoy en día, se quiere equiparar una cosa con la otra, pero hay aficionados que aún se niegan a tal empresa. ¡¡Que se equiparen los sueldos de Policía/Guardia Civil con los de los Mossos, que esa es la única equiparación que debería llegar a puerto, y se dejen de demás gaitas!!
¿Que tanto El Rafi como Fernando Plaza han estado sublimes, cunvres que se dice en esto de los toros, esta tarde pegando pases? Como quien lo inventó, oiga. Mejor, imposible. Y eso puede valer en otro lado, pero en Madrid... ¡¡Ay Madrid!! Madrid ha perdido su sitio, pero aún las cosas funcionan de otra manera por allí, más con otro halo de sapiencia entre los aficionados más viejos del lugar, más así como de rigor, de no todo vale, de seriedad... Qué bonito suena todo eso, leñe. Sortearon ambos novilleros las dos manzanas podridas de la novillada de Fuente Ymbro, el 3° y el 4°, y ante ellos ambos fueron auténticas máquinas de destoreo moderno y chabacano que al aficionado más riguroso le rechina los dientes. Nada de nada, pasecitos por aquí, pasecitos por allá, y aburrimiento del bueno para todos. Luego, El Rafi tuvo en su haber al 1°, noble ejemplar que repetía las embestidas con dulzura y afán colaborador y con el que, para no desentonar, fue otra máquina de pegar pases. Sublime. Y Fernando Plaza se las vio negras con el 6°, que le echó mano en el recibo capotero al perder el pie el novillero mientras lo andaba para atrás, sin consecuencias graves aparentes. Novillo complicado este, que embistió con buen tranco pero tuvo el defecto de calamochear; y cuando el novillero se vio desbordado y podido por el animal, acortó las distancias al máximo y se pegó el arrimón. Ambos, con la espada, dejaron muestras de que esta no es su fuerte ni mucho menos. ¡¡Que pase el siguiente!!, dicen con guasa algunas voces desde el tendido.


De todos los novilleros que se ven por Las Ventas a lo largo del año (y que son unos cuantos, a decir verdad), por desgracia son pocos los que ilusionan mayoritariamente por sacar los pies del tiesto que representa la Tauromaquia 2.0. Hay que ver a unos cuantos a lo largo de una buena colección de festejos para que esa ilusión llegue al aficionado. Hoy llegó, y el culpable se llama Tomás Rufo. Las orejas cortadas, que fueron dos y se repartieron en ambos novillos que lidió, fueron lo de menos. Al menos para el aficionado que haya podido concebir ilusión en su futuro en el toreo, porque en lo que a él se refiere le habrán venido como agua de mayo. Para empezar, sorteó el mejor lote de la tarde con diferencia, dos novillos que embistieron con mucha claridad y ese punto de nobleza encastada que Ricardo Gallardo ha sabido transmitirle a sus productos con tan buen resultado. Rufo los toreó a ambos con altibajos, despegado a veces, acelerado también otras cuando se veía desbordado, y haciendo uso del pico para aliviarse. Pero en los momentos álgidos de la faena, su toreo derrochó elegancia, verdad y mucha despaciosidad. Personalidad a fin de cuentas, eso tan poco palpado en los últimos tiempos, fruto ello de novilleros aspirantes a ser Julianes, Sebastianes, Josemaris y una nueva variante añadida últimamente: la de los que aspiran a ser Andreses... Bien en el toreo fundamental Tomás Rufo por momentos, como se ha dicho antes, y torerísimo en remates y adornos para cerrar series de muletazos y faenas. Sirva como ejemplo de ello un buen ramillete de doblones ejecutados con muchisimo gusto y torería para cerrar a su primer novillo en el tercio, con miras ya a la suerte suprema. La cual, por cierto, dominó bastante bien toda la tarde el novillero. Resultado: oreja y oreja con salida a hombros por la puerta grande de Madrid, y que le terminará de abrir un camino prometedor a partir de la temporada próxima.

Cabizbajos se marcharon por el túnel de cuadrillas El debutante y quien cerró cartel; y en volandas y gloriosamente lo hizo Tomás Rufo por la puerta grande de Las Ventas. Un novillero que ilusiona. Un novillero que puede ser algo grande.


2 comentarios:

  1. La primera vez que no comparto su opinión

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    1. Para eso también estamos hombre, para poder debatir e intercambiar pareceres.
      No obstante, observo que en algo, al menos, estamos de acuerdo: en que Tomás Rufo tiene mucho dentro, o en que los otros dos novilleros nada de nada...

      Un saludo y gracias por su comentario

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